Entendiendo el contexto: El auge de la gestión ESG en las empresas
Por qué Dcycle es la solución ESG que impulsa a las empresas
Comparar Dcycle vs Manglai es necesario cuando buscamos una solución real para medir y gestionar de forma seria nuestro impacto ESG.
No estamos hablando de consultoras, ni de informes que se quedan en un cajón.
Hablamos de recopilar toda la información ESG y usarla en todo tipo de casos de uso: EINF, CSRD, SBTi, Taxonomía, ISOs o cualquier otro que el negocio necesite.
Hoy, medir el impacto ambiental, social y de gobernanza ya no es opcional si queremos ser competitivos. Cada vez más empresas entienden que la sostenibilidad no es un adorno, sino una palanca estratégica para crecer y diferenciarse en el mercado.
¿Podemos relajarnos? No del todo.
Quedarse quietos mientras otros miden y mejoran su impacto significa perder oportunidades, clientes e inversión.
A lo largo del artículo vamos a ver qué diferencias reales hay entre estas dos soluciones y cuál puede ayudarte de verdad a no quedarte atrás.
Hoy más que nunca, medir y gestionar la información ESG es una necesidad estratégica. No es solo una cuestión de imagen, es lo que va a marcar la diferencia entre liderar o quedarse fuera del mercado.
Cada vez son más las empresas que entienden que si no miden su impacto ESG, simplemente no podrán competir. ¿Podemos ignorarlo? Mejor no.
Las nuevas normativas, los inversores y los propios clientes están exigiendo datos claros, reportados y auditables. No vale con decir que hacemos las cosas bien, hay que demostrarlo con datos.
El mercado está cambiando. Los informes ESG ya no son un anexo bonito, ahora son parte del juego si queremos atraer inversión, acceder a financiación o participar en licitaciones públicas.
Además, el cumplimiento de normativas como CSRD, EINF o Taxonomía UE nos pide tener los datos ESG organizados, trazables y listos para ser reportados.
Medir bien ahora es también ganar flexibilidad para adaptarnos a todo lo que venga: auditorías, validaciones externas o nuevas regulaciones.
El primer problema es el caos de datos. Cada área de la empresa genera información ESG, pero pocas veces está organizada o lista para usarse.
Otro gran reto es la falta de tiempo y equipo especializado. Sin una solución que simplifique el trabajo, acabamos perdiendo horas y recursos valiosos.
Y no menos importante, los requisitos no son siempre iguales. Cada normativa pide cosas distintas. Sin una gestión ágil, cumplir con todo se convierte en un auténtico lío.
Antes de elegir, necesitamos saber qué ofrece cada solución y cuál se adapta mejor a nuestras necesidades reales.
No se trata de quién promete más funcionalidades en su web. Se trata de quién facilita de verdad la recopilación, gestión y uso de los datos ESG de forma útil y directa.
¿Comparando soluciones ESG? Evalúa cuál es mejor para ti explorando los líderes en software ESG.
Aquí hay diferencias importantes. Algunas plataformas se enfocan en ser consultores digitales, otras en ser auditores en la nube.
Nosotros creemos que lo que necesita el mercado es una solución que recoja todos tus datos ESG, los estructure y los distribuya a todos tus casos de uso, sin complicaciones ni necesidad de consultores externos.
¿Cómo saber qué enfoque te conviene más? Depende de si buscas un sistema para gestionar de forma autónoma o si quieres depender de servicios adicionales cada vez que tengas que actualizar tu información.
No todo vale cuando hablamos de datos ESG. ¿Sólo carbono? ¿O también datos sociales, de gobernanza, y cadena de suministro?
Comparar qué tipo de información puedes gestionar en cada plataforma es clave. Una buena solución debe ser capaz de integrar todos los ejes ESG, no solo un trozo.
Además, debe permitirte adaptar los datos a los distintos informes y normativas que tu empresa necesite cumplir, sin rehacer el trabajo cada vez.
Otra gran diferencia: ¿Qué tan fácil es usar los datos que recopilas para reportar bajo distintas normativas?
Una buena solución debe ayudarte a estructurar tu información ESG de forma que puedas cumplir con EINF, CSRD, SBTi, la Taxonomía de la UE, ISOs o cualquier estándar que tu mercado exija.
¿De qué sirve medir si luego tienes que rehacer todo para cada informe? Elegir bien aquí nos ahorra tiempo, dinero y muchos dolores de cabeza.
Un componente esencial dentro de los datos ESG es la huella ambiental.
Saber qué es la huella de carbono y cómo calcularla correctamente permite establecer estrategias realistas de descarbonización y cumplimiento normativo, especialmente ante marcos como el SBTi o la Taxonomía UE.
No elegir bien tiene precio. Y no solo hablamos de dinero, sino de oportunidades perdidas y riesgos que pueden lastrar nuestro crecimiento.
Si los datos ESG están dispersos en Excel, correos y carpetas sueltas, perdemos control, trazabilidad y credibilidad.
¿De verdad queremos jugar al "yo creo que sí" cuando nos pidan informes oficiales?
Las normativas ESG no se quedan quietas. Cada año son más estrictas, más exigentes y menos tolerantes con errores o retrasos.
Una mala gestión de datos ESG nos expone a multas, bloqueos de acceso a mercados y pérdida de confianza de nuestros principales stakeholders.
¿Cómo competir si otros ya están reportando su desempeño ESG con datos claros y auditables?
No tener una buena solución nos deja fuera de licitaciones, acuerdos estratégicos e inversiones donde ahora se exige transparencia ESG como condición de entrada.
Después de trabajar con datos ESG de múltiples sectores, lo tenemos claro: centralizar, automatizar y anticiparnos es lo que realmente marca la diferencia.
La gestión ESG no puede seguir siendo un ejercicio manual y fragmentado. O tomamos el control ahora o nos arriesgamos a perder competitividad de forma silenciosa.
Centralizar la información ESG en un solo sitio no es un lujo, es una necesidad.
Cuando automatizamos la recogida y el tratamiento de datos, ganamos tiempo, reducimos errores y liberamos recursos para enfocarnos en decisiones estratégicas.
Y si nos anticipamos a lo que las normativas van a pedir, nos adelantamos al mercado en lugar de estar siempre corriendo detrás.
Gestionar la sostenibilidad ya no es un proyecto aislado de RSC. Es parte de la estrategia de negocio.
Por eso necesitamos soluciones que entiendan la velocidad, el enfoque y las prioridades reales de una empresa que quiere crecer y ser competitiva.
¿Tiene sentido trabajar con sistemas que solo compliquen más las cosas? Nosotros creemos que no.
La diferencia real está en el enfoque. Mientras otras soluciones pueden quedarse en ser un apoyo parcial, en Dcycle recogemos todos tus datos ESG y los estructuramos para que sirvan a cualquier necesidad: EINF, CSRD, SBTi, Taxonomía, ISOs o lo que venga.
Además, nos enfocamos en simplificar. Queremos que medir y reportar ESG sea parte natural de tu día a día, no un problema que sumar a tu lista.
Sí. Nuestra plataforma está diseñada para que puedas usar la misma base de datos ESG en todos los reportes que tu empresa necesite.
No importa si te piden cumplir con CSRD, EINF, SBTi o cualquier otra normativa. Lo que medimos, lo reutilizamos. Sin tener que empezar de cero cada vez.
La diferencia está en la eficiencia y en el control. Usar hojas de cálculo multiplica errores, retrasa los procesos y hace imposible anticiparnos a los cambios normativos.
Con Dcycle, automatizamos el flujo de datos, aseguramos su trazabilidad y facilitamos el análisis, ahorrando tiempo y evitando los típicos líos de información dispersa.
La CSRD pide información estructurada, fiable y rastreable. Justo lo que nuestra solución hace desde el primer día.
Con Dcycle, recoges datos de forma sistemática, generas reportes adaptados al formato requerido y puedes demostrar tu cumplimiento con evidencias claras, sin improvisaciones de última hora.
Depende del tamaño de la empresa y de la cantidad de datos iniciales, pero en semanas puedes tener todo en marcha.
Nuestro modelo está pensado para que la puesta en marcha sea rápida, sin proyectos eternos ni dependencias de consultorías externas. ¿La clave? Simplificamos todo el proceso desde el primer momento.
Carbon footprint calculation analyzes all emissions generated throughout a product’s life cycle, including raw material extraction, production, transportation, usage, and disposal.
The most recognized methodologies are:
Digital tools like Dcycle simplify the process, providing accurate and actionable insights.
Some strategies require initial investment, but long-term benefits outweigh costs.
Investing in carbon reduction is not just an environmental action, it’s a smart business strategy.