¿Cuánto cuesta Watershed? Rango de precios según tipo de cliente
Lo que necesitas saber antes de contratar Watershed para tu estrategia ESG
¿Por qué el precio de Watershed varía tanto entre empresas?
3 tendencias que están influyendo en el precio de herramientas como Watershed
Errores comunes al contratar Watershed sin entender el coste completo
Por qué Dcycle es la solución ESG que se adapta a cualquier caso de uso
Preguntas Frecuentes (FAQs)
Cuando exploramos opciones para gestionar datos ESG, los precios de Watershed suelen aparecer como una gran incógnita. No es fácil encontrar información directa ni clara sobre sus tarifas, y eso ya nos dice mucho del tipo de solución que ofrecen.
Se trata de una plataforma diseñada para integrar múltiples fuentes de datos y alimentar reportes complejos como CSRD, SBTi, taxonomía europea o ISOs, entre otros. Pero ese nivel de integración no viene sin fricción: requiere tiempo, coordinación y compromiso interno.
No hay un precio único porque tampoco hay un único caso de uso. Lo que pagas depende de hasta dónde quieras llegar, de cuánto tengas que medir y de cuántas personas tengas implicadas en el proceso.
Por eso, antes de entrar en números, vamos a entender cómo funciona su modelo, qué tipo de empresas lo utilizan y si encaja con lo que tú necesitas resolver.
Watershed no tiene precios públicos. Y eso ya nos da una pista: es una solución pensada para empresas grandes o con estructuras ESG bien armadas.
No es plug-and-play. Requiere tiempo, recursos y un equipo que sepa qué hacer con los datos. Lo que pagas depende del tamaño de tu operación, la cantidad de datos que gestiones y hasta dónde quieras llegar con tu estrategia ESG.
No es lo mismo una empresa que solo necesita cumplir con la CSRD que otra que conecta su cadena de suministro con objetivos SBTi, métricas sociales e informes internos.
Cuanto más compleja sea tu operación, más vas a pagar. Y no solo por la solución: el coste real está en el tiempo, las personas y los procesos que necesitas activar para que todo funcione.
Aunque Watershed no da cifras oficiales, sí hay estimaciones reales en distintas fuentes que nos permiten tener un marco.
La entrada se sitúa por encima de los 30.000 dólares al año. Ese sería el punto de partida para casos de uso simples, con menos integración y sin módulos complejos.
La mayoría de clientes que usan Watershed se mueven entre los 50.000 y los 150.000 dólares anuales. Aquí ya hablamos de integración con otros sistemas, acceso a informes automatizados y gestión de múltiples marcos regulatorios.
Además del acceso a la solución, hay costes que no siempre se ven de entrada:
Aquí es donde muchas empresas fallan: firman una solución que luego no usan del todo. O no pueden mantener porque les falta equipo.
El coste no es solo lo que pagas, es lo que inviertes en tiempo y esfuerzo. Si no tienes una estructura que te permita sacarle partido, el retorno se diluye.
Por eso, antes de decidir, hay que tener claro el objetivo: ¿vas a medir solo para cumplir o vas a usar los datos para mejorar y decidir?
Si es lo segundo, vale la pena. Si es lo primero, hay opciones más simples, menos costosas y con menos fricción.
Y ahí es donde conviene mirar más allá del precio base y pensar en el coste real de operar una solución como esta.
Antes de firmar con cualquier solución ESG, hay que entender bien qué estás comprando, qué incluye y qué no. Watershed se vende como una plataforma completa, pero eso no significa que todo venga en el mismo paquete.
Lo primero que conviene tener claro es el alcance. No todas las empresas necesitan lo mismo, ni están en el mismo punto. Y lo segundo: cuanto más complejo es tu caso de uso, más recursos necesitas para gestionarlo.
Si no tienes claro lo que necesitas resolver, es fácil terminar pagando de más. O peor: invirtiendo en una solución que no se ajusta a tu realidad operativa.
Watershed se posiciona como una solución integral que cubre desde la medición de emisiones hasta la generación de reportes regulados. Su propuesta es clara: que puedas tener toda tu información ESG conectada y actualizada.
Entre los servicios más comunes están:
Esto suena bien, pero también implica que, para sacarle partido, necesitas estructura interna, datos organizados y claridad en tus objetivos ESG.
Si quieres tener una visión continua de tus emisiones y datos ESG, necesitas integrar la solución con tus sistemas internos.
Esto incluye desde datos de energía, movilidad, compras, hasta la cadena de suministro. A mayor nivel de integración, mayor será el coste inicial y operativo.
También es clave saber si los datos ya los tienes digitalizados o si necesitas prepararlos para poder usarlos.
Watershed no es una solución plug-and-play. Vas a necesitar soporte técnico para configurarla, adaptarla y mantenerla viva.
Cuanto más personalizado sea el acompañamiento que pidas (formación, asesoramiento o configuraciones específicas), más sube la factura.
Y aquí conviene hacer una distinción: no estás contratando a una consultora. Estás pagando por el uso de una plataforma. Lo demás puede ir o no incluido, según el plan.
No es lo mismo una empresa con una sede y un equipo que centraliza todo, que un grupo con múltiples divisiones, filiales o presencia en varios países.
Cada unidad de negocio añade complejidad: nuevos datos, distintos responsables, distintos criterios y diferentes niveles de madurez criterios ESG.
Eso se traduce en más licencias, más configuraciones y más trabajo de puesta en marcha y mantenimiento.
Si solo necesitas cumplir con una normativa puntual, el alcance será limitado. Pero si tu estrategia pasa por conectar todo tu sistema ESG con métricas de negocio, forecast climático y múltiples marcos regulatorios, el nivel de personalización se dispara.
Aquí es donde la solución se vuelve más potente, pero también más cara. Y si encima tienes objetivos públicos o compromisos de reducción, vas a necesitar datos precisos, trazables y listos para auditar.
No hay dos empresas iguales. Y cuando hablamos de soluciones ESG como Watershed, las diferencias internas impactan directamente en el precio final.
Desde la cantidad de datos que manejamos hasta la complejidad de nuestros procesos o el grado de exigencia normativa, todo suma.
Entender estas variables no solo ayuda a prever costes, también nos permite evaluar si lo que estamos pagando realmente tiene sentido.
Cuantos más datos tengamos que procesar, mayor será el esfuerzo técnico y la infraestructura necesaria.
No es lo mismo actualizar indicadores una vez al año que tener todo conectado en tiempo real. Esa diferencia se refleja en el precio.
No todas las empresas están en el mismo punto. Algunas ya tienen datos consolidados y objetivos definidos, otras apenas están empezando.
Cuanto más avanzada esté la estrategia ESG, más exigente será la solución que necesitemos para gestionarla.
Conectar una plataforma ESG con nuestros sistemas internos tiene beneficios, pero también añade complejidad técnica y costes de integración.
Además, cada herramienta que quieras conectar (ERP, CRM, BI...) requiere recursos técnicos específicos y mantenimiento constante.
Cuanto más personalizado sea tu sistema de reporting, mayor será el nivel de configuración necesario.
No es lo mismo generar informes genéricos que cumplir con CSRD, SBTi, taxonomía o peticiones específicas de stakeholders financieros.
Antes de invertir, necesitamos tener claro qué valor nos va a aportar realmente. Aquí van los puntos que deberíamos revisar.
Watershed ofrece dashboards que permiten ver tus indicadores ESG actualizados al momento. Eso puede ser útil para tomar decisiones rápidas.
Pero si tus datos no están bien organizados o digitalizados, este tipo de visualización pierde valor. No es magia, necesitas orden interno para que funcione.
La plataforma permite simular distintos escenarios climáticos, económicos o operativos, lo que ayuda a planificar mejor.
Ahora bien, estas funciones tienen sentido si ya tienes una estrategia clara. Si aún estás en fase exploratoria, probablemente no sea lo que necesitas ahora.
Watershed está pensada para empresas que ya han hecho público su compromiso climático o están en camino de hacerlo.
Si necesitas medir, reducir y demostrar avances, esta capacidad puede ser útil. Pero no olvidemos que tendrás que alimentar el sistema con datos reales, fiables y constantes.
Uno de los diferenciales de esta solución es el soporte técnico y la capacidad de adaptarse a estructuras corporativas complejas.
Eso implica un equipo dedicado, sesiones de seguimiento y una gestión profesional del sistema. Todo esto tiene coste, y hay que valorarlo antes de firmar.
Las soluciones ESG no están subiendo de precio porque sí. Hay una presión clara del mercado, las normativas y los stakeholders que está empujando esta evolución.
Entender qué hay detrás de este cambio nos permite anticiparnos y tomar mejores decisiones.
Cada vez hay más empresas que se ven obligadas a reportar bajo normativas exigentes, como la CSRD o los objetivos de reducción bajo el marco SBTi.
Y no hablamos de documentos bonitos. Estamos hablando de informes auditables, basados en datos trazables, con consecuencias reales si no se cumplen.
Eso hace que la demanda de soluciones capaces de automatizar, consolidar y generar estos informes esté creciendo. Y con ella, también sube el precio de entrada para acceder a plataformas que cubran todo el proceso.
Los inversores ya no quieren promesas. Quieren datos. Y si no puedes demostrar con claridad tu impacto, pierdes credibilidad.
La presión viene por varios frentes: exigencias de transparencia, acceso a financiación, gestión de riesgos no financieros, reputación... Todo cuenta.
Las herramientas que permiten responder a esas demandas, con datos reales y bien estructurados, pasan de ser un “nice to have” a un requisito básico.
El mercado está dejando atrás los sistemas desconectados. Ya no basta con tener un Excel para emisiones, otro para proveedores y otro para cumplimiento legal.
Ahora se busca tener todo centralizado, en una sola solución que permita cruzar datos, automatizar reportes y dar seguimiento a los compromisos ESG.
Eso ha disparado el desarrollo de plataformas más completas, más técnicas y, como consecuencia, más caras. El valor está en la integración, pero también el coste.
Antes de tomar una decisión, hay que dejar de pensar en funcionalidades y mirar el cuadro completo.
Muchas veces pagamos por capacidades que no usamos. O peor: por sistemas que nuestro equipo no tiene tiempo ni recursos para mantener.
Es mejor ir paso a paso que cargar con una solución que nos quede grande desde el primer día.
Sin datos ordenados, ninguna solución ESG va a funcionar bien. Y si tienes que empezar por limpiar y estructurar todo, eso también tiene un coste oculto.
Antes de invertir, tenemos que saber si estamos listos o si primero necesitamos trabajar la base.
Medir sin acción no sirve. Si los datos se quedan en el informe y nadie los usa para tomar decisiones, estamos perdiendo dinero y tiempo.
El valor de cualquier plataforma ESG está en lo que nos permite hacer con la información, no solo en cómo la muestra.
No se trata de elegir la herramienta más completa, sino la que encaje con tu realidad y tus objetivos.
Y sobre todo, que te permita crecer sin bloquearte en el camino. Porque medir sostenibilidad ya no es opcional.
Es lo que te va a permitir seguir compitiendo.
Cuando vemos una solución como Watershed, lo primero que nos llama la atención es su propuesta integral.
Pero si no leemos la letra pequeña, el presupuesto inicial puede quedarse corto muy rápido.
Aquí van los errores que más se repiten cuando no entendemos el coste real de poner en marcha este tipo de plataforma ESG.
Una cosa es pagar por la plataforma. Otra muy distinta es poder usarla correctamente desde el primer día.
Formar al equipo, adaptar procesos y mantener el uso estable requiere soporte. Y si no está incluido, puede representar un coste adicional considerable.
También es común asumir que con un par de sesiones es suficiente. La realidad es que estas soluciones necesitan acompañamiento continuo, especialmente si se conectan con otras herramientas internas.
El precio base rara vez cubre todo. Hay sectores donde se necesitan módulos específicos: cadenas de suministro complejas, compliance sectorial, gestión de múltiples jurisdicciones...
Cada módulo extra suma. Y si no hacemos esa estimación desde el inicio, el presupuesto puede dispararse a mitad del proyecto.
Además, muchos de estos módulos no son opcionales si queremos cumplir con normativas específicas o hacer un reporting completo.
Watershed no funciona con tarifas planas. El precio cambia en función de tus datos, tu estructura, tu volumen de actividad y tus objetivos ESG.
Si tenemos muchas unidades de negocio, distintas ubicaciones o queremos reportar bajo varios marcos normativos, el coste sube. Y con razón.
Por eso, entrar sin entender estas variables nos deja descolocados cuando el presupuesto final no se parece en nada al que teníamos en mente.
El precio no es solo lo que aparece en la propuesta comercial.
Es el coste operativo real de tener a la herramienta funcionando y generando valor.
Eso incluye tiempo del equipo interno, mantenimiento de integraciones, preparación de datos, revisión de indicadores y coordinación con áreas como compras, legal o TI.
Y si no tenemos estructura para sostenerlo, acabamos con una herramienta infrautilizada que nos bloquea más que nos ayuda.
Nosotros lo tenemos claro: antes de invertir, hay que preguntarse si la solución encaja con nuestra capacidad operativa, no solo con nuestras ambiciones ESG.
Porque no se trata de contratar lo más completo. Se trata de elegir lo que realmente vamos a poder usar y mantener a largo plazo.
En un mercado lleno de herramientas complejas, informes interminables y promesas difíciles de cumplir, nosotros vamos al grano: Dcycle es una solución diseñada para empresas que quieren empezar, avanzar o escalar su estrategia ESG sin perder tiempo.
No somos consultores ni auditores. Tampoco vendemos informes decorativos ni proyectos eternos que se quedan en presentaciones.
Lo que hacemos es ayudarte a medir, gestionar y usar tus datos ESG para que sirvan a lo que realmente importa: tu negocio.
Nos adaptamos porque nuestro enfoque parte de la realidad operativa de tu empresa.
Recopilamos toda tu información ESG (ambiental, social y de gobernanza) y la organizamos para que puedas utilizarla directamente en los casos de uso que ya tienes encima de la mesa.
Lo conectamos. Automático, con datos trazables y listos para auditar.
También. Todo parte del mismo dato centralizado y bien estructurado.
No hacemos cada proyecto desde cero, sino que usamos lo que ya tienes para acelerar el proceso.
No pasa nada. También estamos preparados para eso.
Tenemos flujos para ayudarte a entender tu punto de partida, organizar tu información ESG y plantear un plan que tenga sentido para tu estructura.
Y si ya estás más avanzado, podemos escalar contigo, sin que tengas que volver a empezar ni migrar de herramienta.
En resumen: no importa si estás empezando con tu estrategia ESG o si ya estás reportando bajo múltiples marcos.
Nos adaptamos a tu caso y te damos una solución concreta, escalable y enfocada en resultados.
Porque al final, lo que queremos es que tus datos ESG sirvan para algo más que rellenar informes.
Que te ayuden a tomar decisiones, a mejorar procesos y a competir mejor. Y para eso, necesitas una solución que funcione sin fricciones.
Aunque Watershed no publica precios cerrados, el rango habitual para empresas medianas se mueve entre los 50.000 y los 150.000 dólares al año.
Todo depende del número de usuarios, el alcance del reporting, los módulos activos y la estructura interna de cada empresa.
El precio final puede escalar si necesitas integraciones, soporte extendido o funcionalidades específicas por sector.
Depende del plan que contrates. En general, el soporte básico viene incluido, pero la formación, las configuraciones avanzadas o el acompañamiento técnico personalizado suelen tener un coste adicional.
No se trata de un servicio todo incluido. Por eso, es clave revisar bien qué viene dentro del paquete y qué no antes de firmar.
Watershed está pensado para empresas grandes o estructuras corporativas complejas.
Organizaciones que ya tienen una estrategia ESG avanzada, que necesitan consolidar datos de múltiples áreas y generar informes bajo marcos exigentes como SBTi, CDP o CSRD.
Si tu empresa todavía no tiene los datos estructurados o no cuenta con un equipo ESG sólido, puede que te quede grande.
Sí. Watershed ofrece funcionalidades para reportar bajo CSRD, SBTi y otras normativas relevantes a nivel europeo e internacional.
Eso sí: el cumplimiento depende de los datos que tú puedas aportar y de cómo se estructuren dentro del sistema.
La herramienta te facilita el proceso, pero no reemplaza la preparación interna que necesita tu equipo.
Sí. Dcycle está diseñada para ser una solución ESG adaptada a cualquier tipo de empresa, sin importar el punto en el que se encuentre.
Nos centramos en simplificar la recopilación y análisis de datos, sin fricciones ni procesos eternos.
No somos auditores ni consultores.
Somos una solución tecnológica que te ayuda a usar tus datos ESG para todo: desde el cumplimiento normativo hasta decisiones de negocio.
Y lo hacemos de forma más ágil, más clara y sin pagar por funcionalidades que no vas a usar.
Si buscas una plataforma que se adapte a tu ritmo y a tu estructura, Dcycle es la alternativa que deberías tener en el radar.
Carbon footprint calculation analyzes all emissions generated throughout a product’s life cycle, including raw material extraction, production, transportation, usage, and disposal.
The most recognized methodologies are:
Digital tools like Dcycle simplify the process, providing accurate and actionable insights.
Some strategies require initial investment, but long-term benefits outweigh costs.
Investing in carbon reduction is not just an environmental action, it’s a smart business strategy.