¿Por qué comparar Normative y Watershed?
5 diferencias clave entre Normative y Watershed
Ventajas y desventajas entre Normative y Watershed
¿Y si ninguna se adapta a lo que necesitas?
Qué deberías buscar en una alternativa real
Dcycle: la plataforma ESG que se adapta a cualquier necesidad
Preguntas Frecuentes (FAQs)
Estas son las 5 diferencias clave que deberías conocer para comparar Normative y Watershed en 2025:
1. Enfoque metodológico y precisión en el cálculo
2. Usabilidad e integración con sistemas
3. Flexibilidad para distintos marcos ESG
4. Soporte técnico y acompañamiento experto
5. Modelo de negocio y escalabilidad
Comparar Normative vs Watershed no es solo un ejercicio técnico. Es una decisión estratégica que puede marcar el futuro de cómo gestionamos la sostenibilidad en nuestras empresas.
Cada vez más compañías están bajo presión para medir su impacto ESG de forma rigurosa, reportarlo bien y usarlo como ventaja competitiva. Si no lo haces tú, lo hará tu competencia.
Ya no se trata de “hacer lo correcto” ni de contar historias bonitas. Se trata de tener datos reales, organizados y listos para responder a cualquier exigencia normativa o comercial.
En este artículo vamos a ver qué diferencias hay entre estas dos soluciones, qué puntos clave hay que tener en cuenta y, sobre todo, cómo elegir la opción que realmente te sirva según tus objetivos.
La demanda de soluciones criterios ESG está creciendo rápido. Ya no es opcional tener control sobre los datos ambientales, sociales y de gobernanza. Es algo que el mercado, los reguladores y los clientes están pidiendo.
Normative y Watershed han ganado visibilidad porque prometen ayudar a las empresas a medir y reportar su impacto. Pero lo importante no es quién lo dice más fuerte, sino quién lo hace mejor según lo que realmente necesitamos.
Elegir una solución ESG no es solo una decisión técnica.
Es una apuesta por cómo vamos a trabajar a largo plazo con nuestros datos, cómo vamos a responder a las normativas y cómo vamos a diferenciarnos en el mercado.
Veamos ahora las 5 diferencias clave entre estas dos plataformas.
Ambas plataformas utilizan referencias conocidas como el GHG Protocol o la ISO 14064. Pero la diferencia está en el nivel de detalle y cómo aterrizan esos estándares.
No todas las metodologías se aplican igual. Algunas soluciones simplifican demasiado o dejan fuera emisiones clave. Eso afecta directamente la fiabilidad de los resultados.
Aquí lo que importa es cómo se modelan los datos. Si usamos datos genéricos o si tenemos la posibilidad de trabajar con información específica y trazable desde el origen.
Una solución ESG tiene que encajar con nuestro día a día. No puede ser algo que solo entienda el equipo técnico o que dependa de hojas de cálculo eternas.
Interfaz clara, curva de aprendizaje baja y conexión directa con nuestros sistemas. Esto es lo que marca la diferencia entre perder tiempo o tener resultados desde el primer mes.
Si no se integra con tus ERPs, hojas de cálculo o APIs, acabas dependiendo de procesos manuales. Y eso no escala.
Las necesidades cambian según el sector, el país o el objetivo.
No es lo mismo preparar un informe EINF que una validación SBTi o cumplir con la CSRD.
La clave es que la solución se adapte al marco que necesitemos. Y que lo haga sin tener que duplicar esfuerzos ni crear informes desde cero cada vez.
Una buena solución ESG organiza los datos una sola vez y los distribuye a todos los formatos que necesitemos: normativas, auditorías, estándares internacionales.
Aquí no se trata de que alguien te diga lo que tienes que hacer. Se trata de tener un equipo que te ayude a entender los datos, sacarles provecho y resolver los bloqueos cuando aparecen.
Hay plataformas que prometen soporte, pero solo responden correos. Otras tienen un equipo detrás que te acompaña de verdad en el proceso.
No buscamos consultoría externa ni auditorías. Necesitamos una solución con un modo de trabajo claro, que nos guíe y nos resuelva dudas cuando lo necesitamos.
Los precios, licencias y condiciones importan, claro. Pero más importante aún es cómo escala la solución con nosotros.
Una buena solución no se queda corta si creces, ni se vuelve impagable si eres una empresa pequeña. Tiene que adaptarse al volumen de datos, a la complejidad del negocio y a los objetivos que tengas.
Y sobre todo, que lo que pagues tenga sentido con lo que te aporta. Que no estés pagando por funcionalidades que no usas, ni por informes que no necesitas.
No todas las empresas están en el mismo punto. Algunas están empezando a organizar sus datos ESG y otras ya tienen sistemas avanzados funcionando. Por eso, comparar Normative y Watershed solo tiene sentido si partimos de nuestro contexto.
Si somos una pyme, lo que más valoramos es agilidad. Queremos empezar rápido, sin que el proceso se convierta en un lío. La plataforma tiene que ser clara, sin tecnicismos, y que nos permita medir bien desde el día uno.
En cambio, si somos una gran empresa con operaciones en varios países, necesitamos una solución que se adapte a la complejidad de nuestros datos. Que pueda escalar, integrarse con nuestros sistemas internos y cumplir con normativas distintas al mismo tiempo.
¿Y si somos una consultoría o parte del equipo ESG interno? Ahí lo que necesitamos es flexibilidad.
Una solución que nos permita organizar y distribuir datos ESG según cada caso: desde informes para CSRD hasta objetivos validados por SBTi o planes alineados con la Taxonomía Europea.
El enfoque importa. Porque de nada sirve que una plataforma tenga mil funcionalidades si luego no se adaptan a lo que de verdad necesitamos hacer.
Ambas plataformas permiten dejar atrás los procesos manuales. Conectan datos automáticamente y calculan emisiones sin que tengamos que pasar horas revisando hojas de cálculo.
Eso significa ahorrar tiempo y reducir errores. Algo clave si queremos reportar con confianza y dedicar el tiempo a analizar, no a corregir.
Usan metodologías reconocidas como GHG Protocol o ISO 14064. Esto asegura que lo que estamos midiendo se entiende y se acepta a nivel global.
No es solo por “cumplir”, es porque si usamos metodologías reconocidas, el dato vale. Sirve para auditores, para reguladores y para cualquier objetivo estratégico.
Están diseñadas para facilitar informes y validaciones. Ya sea CSRD, SBTi, EINF o la Taxonomía UE, tienen módulos que ayudan a traducir los datos en reportes listos para usar.
Y lo más importante: evitan duplicar trabajo. No tenemos que hacer un informe para cada norma. Se parte de los mismos datos y se adapta según lo que se necesite.
No es solo una cuestión de diseño. Es que la plataforma funcione bien en el día a día. Que cualquiera del equipo pueda entrar, ver los datos y entender qué hacer con ellos.
Si no es intuitiva, no se usa. Por eso, que la interfaz esté pensada para equipos reales y necesidades reales es una ventaja clave.
Ambas permiten conectar datos desde distintos sistemas. Ya sea a través de ERPs, hojas de cálculo, APIs o plataformas externas, están pensadas para integrarse con lo que ya usamos.
Eso hace que los datos fluyan sin fricción. No hay que duplicar información ni exportar e importar archivos cada semana.
Llevan tiempo en el radar de empresas que se toman en serio el reporting. Y eso, en un mercado con tanta oferta, ya es una señal de confianza.
No se trata de seguir una moda. Se trata de usar soluciones que ya han demostrado que funcionan, que se actualizan con los cambios normativos y que entienden lo que está en juego.
Si los datos no están bien organizados o son incompletos, los resultados fallan. No importa lo buena que sea la herramienta: si lo que entra está mal, lo que sale no sirve.
Esto obliga a tener el trabajo de datos resuelto antes de empezar. Y muchas veces, ese es precisamente el punto donde más necesitamos ayuda.
Ambas plataformas están pensadas para funcionar según estructuras predefinidas. Eso está bien si seguimos normativas comunes, pero puede ser un problema si necesitamos algo distinto.
Cuando el caso de uso se sale del guion, se complica. Adaptar flujos o informes puede volverse una tarea lenta y limitada.
El modelo de precios no siempre encaja con empresas más pequeñas. Aunque la solución funcione, muchas veces el presupuesto no da.
Y si no puedes escalar o adaptar el uso según tu tamaño, se convierte en un freno. Lo que debería ayudar a crecer, acaba siendo un coste difícil de justificar.
Poner en marcha estas plataformas puede llevar semanas o incluso meses. Hay configuraciones, validaciones, integraciones... y eso retrasa los resultados.
Si lo que necesitamos es agilidad, este punto juega en contra. Porque no siempre tenemos el tiempo ni el equipo para esperar.
No todas las industrias funcionan igual. Y sin embargo, muchas soluciones aplican la misma lógica para todos los sectores.
Eso hace que algunas necesidades específicas no estén cubiertas. O que tengamos que adaptarnos nosotros a la herramienta, en vez de al revés.
Aunque tengan interfaz amigable, siguen siendo plataformas complejas. Hay conceptos técnicos, datos de emisiones, estructuras normativas...
Y si no tenemos experiencia previa, cuesta entender por dónde empezar. Necesitamos formación o personal especializado solo para usar la herramienta, y eso limita su uso real en el equipo.
No todas las soluciones sirven para todos los casos. Puede que hayas probado Normative o Watershed y no terminen de encajar con lo que tu empresa necesita ahora.
¿Qué suele fallar? Falta de flexibilidad, modelos cerrados o poco margen para adaptar la solución a tu sector, a tu estructura o a tus objetivos.
Si tienes que adaptar tu negocio a la herramienta, algo está mal. Lo lógico es que sea al revés: que la solución se ajuste a ti, no que tú te ajustes a sus límites.
Primero, que puedas centralizar todos tus datos ESG en un solo lugar. Sin importar si vienen de hojas de cálculo, ERPs, plataformas externas o proveedores.
Segundo, que sea flexible de verdad. Que puedas trabajar con lo que necesites: CSRD, SBTi, EINF, Taxonomía UE, ISOs... sin duplicar procesos ni adaptarte a plantillas cerradas.
Y tercero, que se alinee con tu estrategia. No basta con calcular emisiones o sacar informes. Necesitas una solución que convierta esos datos en decisiones y resultados reales.
En Dcycle no somos auditores ni consultores. Somos una solución pensada para que puedas medir, gestionar y usar tus datos ESG sin complicaciones.
Recopilamos toda tu información ESG y la preparamos para cualquier caso de uso. Desde informes regulatorios hasta planes de acción estratégicos, sin duplicar tareas ni depender de terceros.
¿Nuestro objetivo? Que la sostenibilidad sea una palanca de negocio para tu empresa. No una carga ni un extra, sino algo que te ayude a competir mejor y avanzar con claridad.
Y lo hacemos de forma sencilla. Con una solución flexible, personalizable y preparada para crecer contigo. Porque cada empresa es distinta, y tu herramienta ESG también debería serlo.
Depende de cómo introduzcas los datos una herramienta te será más o menos útil a la hora de calcular la huella de carbono. Ambas utilizan metodologías estándar como el GHG Protocol, pero si los datos de entrada no son buenos, el resultado tampoco lo será.
No es solo la herramienta. Es cómo configuramos el sistema, qué fuentes usamos y cuánta trazabilidad podemos aportar.
Las dos ofrecen soporte, pero no siempre es directo ni inmediato. Muchas veces el acompañamiento es limitado o pasa por formularios y tickets que tardan en resolverse.
Si necesitas ayuda real, lo importante es contar con una solución que no solo dé soporte, sino que entienda tu contexto y te ayude a avanzar sin frenar el ritmo.
Ambas están disponibles para cualquier tamaño, pero la realidad es que sus precios y tiempos de puesta en marcha pueden ser barrera para una pyme.
En muchos casos, las pymes necesitan soluciones más ágiles y menos costosas, sin renunciar a precisión ni cumplimiento normativo.
Sí, pueden ayudarte a cumplir con la CSRD, pero no lo hacen solas. Necesitas estructurar bien tus datos, identificar los indicadores clave y preparar los reportes como pide la normativa.
Y si tienes que cumplir con más marcos a la vez, es clave que la herramienta no te obligue a repetir trabajo para cada uno.
Ahí es donde entra Dcycle. No somos auditores ni consultores, somos una Solución para empresas que necesitan medir, gestionar y comunicar su impacto ESG sin complicaciones.
Centralizamos todos tus datos ESG en un solo sitio, y los preparamos para cualquier estándar: CSRD, SBTi, EINF, Taxonomía, ISOs... lo que necesites, cuando lo necesites.
Si buscas flexibilidad, rapidez y claridad, Dcycle es la plataforma que se adapta a tu negocio. No al revés.
Carbon footprint calculation analyzes all emissions generated throughout a product’s life cycle, including raw material extraction, production, transportation, usage, and disposal.
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