Rango de precios para Lucanet
Lo que necesitas saber antes de elegir una solución de reporting y consolidación financiera
Qué incluye realmente el precio de una solución como Lucanet y cómo evaluarlo
3 tendencias actuales en soluciones de consolidación y reporting
3 errores comunes al invertir en soluciones de reporting financiero y ESG
Por qué Dcycle es la solución ESG que se adapta a cualquier caso de uso
Preguntas Frecuentes (FAQs)
Saber cuánto cuesta Lucanet no es tan sencillo como buscar una tabla de precios en su web. La mayoría de soluciones de este tipo trabajan con presupuestos personalizados, ajustando el coste según el tamaño de la empresa, el número de usuarios y los módulos que se contraten.
Esto significa que el precio puede variar mucho de un caso a otro.
Antes de tomar una decisión, lo importante es evaluar si la inversión realmente aporta valor. No hablamos solo de pagar por una licencia, sino de comprobar si la herramienta se integra con nuestros procesos, cumple con las normativas que necesitamos y nos ayuda a ahorrar tiempo y dinero en el día a día.
En las siguientes secciones vamos a entrar en detalle sobre qué influye en el precio, cómo estimar el coste real y qué factores conviene tener en cuenta para decidir si es la solución adecuada.
Aunque no haya un listado oficial público, podemos decir que el precio de Lucanet depende de varios factores: tamaño de la empresa, complejidad operativa, volumen de datos y nivel de integración con otros sistemas.
Esto significa que cada presupuesto es personalizado y que no existe una tarifa única para todos.
En la práctica, debemos entender que el coste real no solo está en la licencia, sino en todo lo que implica poner en marcha la solución: configuración, posibles desarrollos adicionales, formación del equipo y soporte. Ignorar estos puntos puede llevarnos a subestimar la inversión total.
Si queremos sacar el máximo partido a una herramienta así, es clave evaluar si la inversión nos ayuda a centralizar la información financiera y ESG, cumplir con las normativas que nos afectan y ganar agilidad en el análisis de datos.
Lucanet es una solución enfocada en reporting y consolidación financiera que muchas empresas están evaluando para centralizar y estructurar sus datos económicos.
Su propuesta combina funcionalidades de planificación, control y análisis, lo que facilita tener una visión clara y unificada de la situación financiera.
En el contexto ESG, su relevancia ha crecido porque cada vez más empresas necesitan vincular sus datos financieros con información no financiera para cumplir con normativas como EINF, CSRD, SBTi o la Taxonomía Europea.
Disponer de una plataforma que permita conectar toda esta información se ha convertido en un factor clave para cumplir con las normas y ser más competitivos en el mercado.
Antes de decidirnos por una herramienta como esta, es fundamental entender que el valor no está solo en las funciones que ofrece, sino en cómo se integra con nuestro sistema de recopilación de datos ESG.
Si no medimos y gestionamos correctamente esa información, nos quedaremos atrás y perderemos oportunidades frente a empresas que sí lo hacen.
El coste de Lucanet no es el mismo para una empresa pequeña que para una multinacional. Cuanto más compleja sea la estructura, con filiales, distintos mercados o múltiples monedas, más funcionalidades y capacidad técnica se necesitarán.
La complejidad operativa impacta directamente en el precio, porque requiere una configuración más avanzada y un soporte más especializado.
No es lo mismo consolidar unos pocos informes que gestionar grandes volúmenes de datos financieros y ESG. Cuantos más datos haya que procesar, más capacidad de almacenamiento, cálculo y conexión en tiempo real se necesitará.
Si además integramos indicadores ESG junto a los financieros, el sistema debe ser capaz de centralizarlo todo de forma fiable, evitando duplicidades y errores.
En muchos casos, el precio también varía en función de los servicios adicionales contratados, como soporte técnico ampliado, sesiones de formación o consultoría externa.
Aquí es importante evaluar si realmente necesitamos esos extras o si podemos gestionarlos internamente. Pagar por lo que no usamos es dinero perdido, así que conviene tener claro qué aporta valor desde el primer día.
Un factor clave en el presupuesto es el nivel de integración con otros sistemas como ERP, soluciones ESG o herramientas de Business Intelligence.
Cuanto más fluida y automática sea la conexión, más eficiente será la gestión diaria.
Si podemos vincular todos los datos en una sola plataforma, reducimos tiempos, evitamos errores y aprovechamos mejor la inversión.
Entender qué incluye y qué no incluye el precio de una solución como Lucanet es clave para evitar sorpresas.
No se trata solo de la licencia, sino de un conjunto de elementos que, bien gestionados, marcan la diferencia entre una inversión rentable y un gasto descontrolado.
El precio inicial suele cubrir el acceso a la plataforma y a un conjunto de módulos estándar. Es importante confirmar qué módulos están incluidos y cuáles requieren pago adicional.
Aquí debemos preguntarnos: ¿estamos pagando por funcionalidades que realmente vamos a usar?
Toda solución de este tipo necesita una fase de parametrización para adaptarla a nuestros procesos. Si la personalización es mínima, el coste será menor, pero si necesitamos flujos de trabajo complejos o integración con procesos ESG, el precio subirá.
Antes de firmar, conviene exigir un desglose claro de estas horas y su coste.
Uno de los puntos que más encarece el proyecto son las integraciones con ERP, sistemas ESG o herramientas BI. La pregunta clave es si estas integraciones están incluidas o si se presupuestarán aparte.
Además, debemos valorar si la conexión será automática y en tiempo real o si requerirá procesos manuales.
Por muy potente que sea la herramienta, si nuestro equipo no sabe usarla, no veremos resultados. La formación debería ser parte del precio inicial o, al menos, estar claramente presupuestada.
También es importante considerar la formación continua para nuevas versiones o módulos.
Algunos proveedores incluyen soporte ilimitado y actualizaciones automáticas, mientras que otros lo facturan aparte. Este es un gasto que, si no se contempla desde el principio, puede inflar la factura año tras año.
La estabilidad y rapidez de respuesta del soporte influye directamente en la eficiencia de uso.
Más allá del primer año, debemos preguntarnos: ¿qué pasará cuando necesitemos más usuarios, más almacenamiento o más capacidad de cálculo? Estos incrementos suelen tener coste y es mejor anticiparlos que descubrirlos cuando ya son urgentes.
En resumen, el valor de la inversión no está solo en la cifra inicial, sino en todo lo que nos permite ahorrar y optimizar con el tiempo.
Una solución que centralice datos financieros y ESG, que se adapte a normativas cambiantes y que crezca con el negocio siempre será más rentable que una opción más barata pero limitada.
El primer punto que debemos analizar es si la solución permite cumplir con todas las normativas que nos afectan, y si lo hace de forma automatizada y sin procesos manuales innecesarios.
Si la plataforma integra requisitos de einf, csrd, SBTi, Taxonomía o ISO desde el inicio, evitamos rehacer informes y reducimos el riesgo de incumplir plazos o criterios.
Una herramienta de valor debe agilizar la consolidación de datos financieros y ESG y permitirnos analizarlos sin tener que depender de múltiples hojas de cálculo.
Cuanto más rápido podamos transformar datos en informes listos para presentar, más capacidad tendremos para tomar decisiones estratégicas basadas en información fiable.
Cada hora que dedicamos a tareas repetitivas es tiempo que podríamos invertir en análisis y planificación. Si la solución automatiza la recopilación y tratamiento de datos, reducimos errores y eliminamos duplicidades.
Esto no solo mejora la calidad del reporting, sino que ahorra tiempo y dinero desde el primer día.
El entorno regulatorio cambia, y lo mismo ocurre con las necesidades de nuestra empresa. Por eso necesitamos una herramienta que crezca con nosotros, capaz de adaptarse a nuevos requisitos y a un mayor volumen de datos.
Una solución escalable evita costes futuros y nos asegura estar preparados para cualquier cambio en el mercado.
Cada vez más empresas están integrando los datos ESG junto a la información financiera en un único flujo de trabajo. Esto permite presentar informes completos y alineados con las normativas sin tener que duplicar esfuerzos ni gestionar múltiples herramientas.
Además, un sistema de reporting sólido debe ser capaz de incluir indicadores clave como la huella de carbono y cumplir con los criterios ESG, integrándolos de forma automática en los informes financieros para garantizar transparencia y trazabilidad.
La clave está en centralizar todos los datos para poder distribuirlos según el formato que exija cada caso: EINF, CSRD, SBTi, Taxonomía o cualquier otro estándar.
La tendencia es clara: automatizar todo el proceso, desde la recopilación de datos hasta la generación y validación de informes.
Con esto reducimos tiempos de cierre, eliminamos errores manuales y aumentamos la fiabilidad de la información. Cuanto menos tiempo pasemos en tareas repetitivas, más podremos dedicarlo a analizar y tomar decisiones estratégicas.
Hoy no basta con entregar un informe final; necesitamos demostrar de dónde salen los datos y cómo se han calculado.
La trazabilidad en tiempo real permite validar la información al instante, algo que no solo facilita auditorías internas y externas, sino que refuerza la confianza en los datos que presentamos.
Al evaluar precios, lo primero es alinear la inversión con nuestro nivel de madurez organizativa. Si estamos en una etapa inicial, quizá necesitemos una solución que nos ayude a estructurar y centralizar datos sin requerir una gran personalización.
Si ya tenemos procesos consolidados, será clave que la herramienta integre datos financieros y ESG y permita cumplir con todas las normativas desde un único entorno.
Comparar precios sin entender el alcance real del proyecto es un error. Debemos analizar qué funcionalidades necesitamos hoy y cuáles vamos a necesitar en 2 o 3 años. Así evitamos tener que cambiar de plataforma antes de tiempo y protegemos la inversión.
Centrarse únicamente en la cifra más baja puede acabar saliendo caro. Una herramienta más barata al inicio puede generar costes adicionales en soporte, integraciones o procesos manuales que no habíamos previsto.
El negocio cambia y las normativas también. Si la solución no puede crecer en capacidad y funcionalidades, nos quedaremos cortos rápidamente.
La clave es elegir una herramienta que pueda adaptarse a nuevos requisitos sin rehacer todo el sistema.
Muchos presupuestos iniciales no incluyen el soporte técnico, las formaciones o las adaptaciones necesarias. Estos costes ocultos pueden suponer una parte importante del gasto total si no los tenemos en cuenta desde el principio.
El precio que aparece en una propuesta comercial rara vez refleja el coste total de tener la plataforma funcionando como necesitamos.
A la licencia hay que sumarle configuración, integraciones, soporte, formación y mantenimiento continuo. Si no lo calculamos desde el inicio, podemos encontrarnos con un gasto mucho mayor del previsto.
Otro punto que casi nunca se menciona es el coste de no medir y gestionar bien los datos. Una mala elección puede implicar rehacer procesos, duplicar trabajo y perder tiempo valioso.
La inversión más rentable no siempre es la más baja al principio, sino la que evita fricciones y crece con nuestro negocio.
En Dcycle no somos auditores ni consultores, somos una solución para empresas que necesitan recopilar, gestionar y distribuir todos sus datos ESG de forma sencilla y en cualquier formato que el mercado exija.
Nuestra plataforma permite centralizar toda la información y adaptarla a múltiples normativas como EINF, CSRD, SBTi, Taxonomía o ISOs, sin importar el punto de partida de la empresa.
Esto significa que no hay que cambiar de sistema cada vez que el marco regulatorio evoluciona.
Creemos que la sostenibilidad es una palanca estratégica para competir. Si no mides, no puedes demostrar ni mejorar tu impacto, y si no mejoras, te quedas fuera del mercado. Con Dcycle, los datos se convierten en una ventaja competitiva real, no en un obstáculo.
No existe un precio único. El coste depende del tamaño de la empresa, la complejidad operativa, el volumen de datos y el nivel de integración con otros sistemas.
Los presupuestos son personalizados, por lo que la cifra final puede variar mucho según nuestras necesidades.
En la mayoría de los casos, este tipo de plataformas ofrece una demostración personalizada, no una prueba gratuita abierta.
La idea es mostrar cómo se adapta la herramienta a nuestro contexto antes de presentar la propuesta económica.
Además de la licencia, el precio puede subir por integraciones con otros sistemas, soporte ampliado, formación del equipo y desarrollos a medida. Estos costes adicionales suelen representar una parte importante de la inversión total.
La clave está en medir el retorno. Si la solución no reduce tiempos, no centraliza datos y no facilita el cumplimiento normativo, es probable que estemos asumiendo un coste mayor del que deberíamos.
Una auditoría interna de uso y resultados puede darnos la respuesta.
En Dcycle no somos auditores ni consultores, somos una solución para empresas que centraliza toda la información ESG y la adapta a cualquier caso de uso: EINF, CSRD, SBTi, Taxonomía, ISOs o lo que sea que necesitemos.
Nuestro enfoque es que pagues por una herramienta que realmente uses y que convierta tus datos en una ventaja competitiva, evitando sobrecostes y procesos duplicados.
Carbon footprint calculation analyzes all emissions generated throughout a product’s life cycle, including raw material extraction, production, transportation, usage, and disposal.
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Digital tools like Dcycle simplify the process, providing accurate and actionable insights.
Some strategies require initial investment, but long-term benefits outweigh costs.
Investing in carbon reduction is not just an environmental action, it’s a smart business strategy.