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Empresas obligadas por la CSRD: fechas y requisitos 2025

Updated on
July 28, 2025

Empresas obligadas CSRD es una de las búsquedas que más está creciendo. 

La nueva directiva europea cambia las reglas del juego y exige a miles de compañías reportar su impacto ESG con datos claros y verificables.

Más de 50.000 empresas estarán afectadas.

La norma incluye a todas las cotizadas (excepto microempresas) y a las grandes que superen dos de estos tres límites: 250 empleados, 25 millones en activos o 50 millones en ingresos.

También se extiende a empresas no europeas que facturen más de 150 millones de euros en la UE y tengan filiales en la región.

En este artículo vamos a explicar quién tiene que reportar, qué implica la CSRD y cómo empezar a preparar tu empresa sin perder tiempo ni dinero.

Qué es la CSRD y por qué se ha vuelto tan importante

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La CSRD (Corporate Sustainability Reporting Directive) es la nueva directiva europea que obliga a miles de empresas a reportar su impacto en sostenibilidad. No es una sugerencia, es una norma.

Busca que la información ESG sea tan rigurosa y verificable como la financiera, con estándares comunes y comparables en toda la Unión Europea.

Una evolución del marco legal europeo

La CSRD reemplaza a la anterior NFRD, que se quedaba corta. Muy pocas empresas reportaban, y los datos eran genéricos o incompletos.

Con la nueva directiva, la transparencia deja de ser opcional. Europa quiere información útil para inversores, bancos, proveedores y clientes. Y la quiere ya.

El objetivo: hacer de la sostenibilidad un estándar corporativo

Esto no va de imagen, va de negocio. Si no sabemos medir nuestro impacto, no podemos gestionarlo ni competir en un mercado cada vez más exigente.

El objetivo de la CSRD es claro: que las empresas integren la sostenibilidad en su estrategia, operaciones y decisiones financieras.

¿A quién aplica? Perfil de las empresas obligadas por la CSRD

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No hablamos solo de grandes grupos o sectores industriales. La CSRD se aplica a un espectro amplio de empresas, dentro y fuera de la UE, si cumplen ciertos criterios.

Desde cotizadas hasta grandes no cotizadas, pasando por empresas extranjeras con actividad relevante en Europa.

Si tu empresa entra en el ámbito de la CSRD, un software CSRD te permitirá adaptarte sin complicaciones.

¿Qué empresas están obligadas desde 2024?

Desde enero de 2024, están obligadas a reportar las empresas que ya estaban bajo la NFRD: principalmente grandes cotizadas, entidades financieras y aseguradoras.

Estas deben presentar su primer informe bajo CSRD en 2025, con datos correspondientes al ejercicio 2024.

¿Quiénes se incorporan en 2025 y 2026?

A partir de 2025, es decir, desde este año, se sumarán todas las grandes empresas que superen ciertos umbrales, aunque no estén cotizadas.

En 2026, llegan las pymes cotizadas, que tendrán algo más de flexibilidad, pero también deben reportar bajo los criterios de sostenibilidad definidos por la UE.

Los criterios que definen si estás dentro o fuera

Una empresa se considera obligada si cumple al menos dos de estos tres criterios:

  • Tener más de 250 empleados.
  • Contar con más de 25 millones de euros en activos.
  • Superar los 50 millones de euros en ingresos anuales.

También entran las empresas no europeas que facturen más de 150 millones en la UE y tengan filiales significativas dentro del territorio.

¿Podemos relajarnos? No del todo. Esto ya no es una tendencia: es una obligación que marca el futuro del mercado.

¿Y qué implica cumplir con la CSRD?

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Cumplir con la CSRD no es solo llenar una plantilla. Hay que tener datos reales, completos y auditables. Y sí, hay que presentarlos con el mismo nivel de detalle que los financieros.

No basta con decir que estamos haciendo cosas por el impacto. Ahora hay que demostrarlo con datos, metodologías y criterios claros.

Lo mínimo: reporte bajo ESRS

El primer paso es reportar bajo los Estándares Europeos de Reporte de Sostenibilidad (ESRS). Son los marcos comunes que ha definido la UE.

Aquí se pide que las empresas expliquen cómo afectan y se ven afectadas por factores ambientales, sociales y de gobernanza. Todo con indicadores medibles.

La complejidad real: recopilar, validar y conectar datos ESG

Aquí está el lío. Lo difícil no es el informe final, sino recoger toda la información ESG, validarla, y enlazarla con cada uno de los usos que se le dará.

Hablamos de datos dispersos, de muchas fuentes internas y externas. Sin digitalización, esto es inviable.

¿Y qué pasa si no cumples?

Si no cumples, puedes enfrentarte a sanciones, pérdida de contratos o exclusión de licitaciones. Además, cada vez más bancos e inversores exigen datos ESG para seguir trabajando contigo.

No es una amenaza. Es la realidad. Si no estás al día, te quedas fuera del juego.

El problema no es el informe: es el caos de tus datos ESG

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Cuando hablamos de CSRD, mucha gente piensa en el documento final, el informe que hay que enviar. Pero ese no es el verdadero reto.

El problema real es todo lo que viene antes.

Recopilar los datos, validarlos, entenderlos y convertirlos en algo útil. Eso es lo que bloquea a la mayoría de las empresas. Porque si tus datos ESG están desordenados, incompletos o escondidos en mil hojas de Excel, da igual cuánto sepas del ESRS: no vas a llegar.

¿Por qué es tan difícil recopilar datos ESG?

Porque no están centralizados. Porque están repartidos entre departamentos que no hablan entre sí. Porque no sabes si el dato que tienes es fiable. Porque muchas veces ni siquiera sabes qué deberías estar midiendo.

Esto no va de falta de voluntad. Va de estructura y enfoque.

Vamos con algunos ejemplos reales:

  • Finanzas tiene datos sobre consumos energéticos, pero no están cruzados con las emisiones.
  • Compras tiene información de proveedores, pero sin trazabilidad ni criterios ESG.
  • RRHH tiene indicadores sociales, pero no los reporta de forma estandarizada.
  • IT tiene los datos, pero nadie sabe pedirlos de forma clara.

Y luego llega el momento de “hacer el informe” y empieza la carrera de última hora. Con prisas, sin contexto, con errores. Resultado: un informe que cumple, pero no sirve.

La CSRD exige trazabilidad, no solo declaraciones

Lo que te van a pedir no es un resumen bien redactado. Es poder demostrar:

  • De dónde sale cada dato.
  • Cómo lo has calculado.
  • Qué metodología has seguido.
  • Qué indicadores estás usando y por qué.

Todo tiene que cuadrar. Todo tiene que tener sentido.

Y no puedes improvisar esto a última hora. Si no tienes los procesos bien montados desde el principio, simplemente no llegas.

Lo que necesitas es orden, no más esfuerzo

La mayoría de empresas no fallan por falta de trabajo. Fallan porque trabajan a ciegas.

Lo que te permite cumplir con la CSRD (y sacarle partido) es:

  • Tener todos tus datos ESG en un solo sitio.
  • Saber qué necesitas medir y cómo hacerlo.
  • Automatizar el proceso de recogida y validación.
  • Conectar los datos con los distintos marcos (CSRD, SBTi, ISO, Taxonomía…).

Esto no lo haces con más hojas de cálculo. Lo haces con una solución que te quite trabajo, no que te lo dé.

¿Y si no lo tienes resuelto?

Entonces pasa lo que ya sabes:

  • Tu equipo pierde semanas buscando datos.
  • Nadie está seguro de si lo que entregan es correcto.
  • Te cuesta validar la información.
  • La dirección no se fía del informe.
  • Y al final, solo lo usas para cumplir, no para mejorar.

Eso es tirar recursos. Y además, te deja vendido para la próxima normativa o exigencia del mercado.

¿Cuál es la alternativa?

La alternativa es profesionalizar el proceso. Y no hablamos de montar un departamento entero ni contratar consultoras que te den tareas.

Hablamos de tener una solución que centralice, automatice y estructure.

Con Dcycle, por ejemplo, conectas tus fuentes de datos internas (ERP, contabilidad, sistemas de gestión ambiental, etc.) y las unificas en un entorno digital.

Ahí tienes:

  • Los indicadores que pide la CSRD, ya mapeados.
  • Tu información ESG actualizada y lista para auditar.
  • Un sistema que te permite usar esos datos en todos los marcos que necesites.

¿Resultado? Tu equipo no se ahoga. Tu informe no falla. Y tu empresa empieza a ver la sostenibilidad como una herramienta de negocio real.

¿Esto es solo para grandes empresas?

Para nada. De hecho, muchas pymes están empezando ya a organizar sus datos porque:

  • Les van a pedir informes si trabajan con empresas grandes.
  • Los bancos ya están pidiendo ESG para ofrecer mejores condiciones.
  • El mercado les está pidiendo transparencia.

Cuanto antes lo pongas en marcha, más barato y fácil será. Y menos dependencia tendrás de “soluciones de emergencia” cuando te toque cumplir sí o sí.

La clave: conectar datos con uso real

No se trata de tener todos los datos por tenerlos. Se trata de tener los datos que te sirven para:

  • Cumplir con normativas.
  • Tomar decisiones internas.
  • Comunicar tu impacto con confianza.

Por eso, el foco no debe estar solo en “el informe CSRD”. El foco debe estar en crear un sistema que te permita:

  • Entender lo que estás midiendo.
  • Mejorarlo.
  • Reutilizarlo para todos los frentes ESG que te tocan.

Eso es lo que realmente cambia el juego.

3 Beneficios de anticiparse y no esperar a que sea obligatorio

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Empezar antes te da margen para organizar los datos, ajustar procesos y evitar errores. El que llega preparado, manda.

Además, puedes usar esta información para mejorar la eficiencia y ahorrar costes, no solo para reportar por obligación.

1. Ventaja competitiva frente a los rezagados

Las empresas que ya miden y gestionan su impacto ESG toman mejores decisiones, ganan licitaciones y entran en más mercados.

Quedarse atrás implica perder oportunidades y visibilidad. Y eso, hoy, cuesta dinero.

2. Mejora de acceso a financiación y reducción de riesgos

Cada vez más fondos, bancos y aseguradoras piden datos ESG para dar condiciones favorables. Tener esos datos preparados te abre puertas.

Además, una empresa que entiende y controla sus riesgos ESG es más resiliente y menos vulnerable a cambios regulatorios o de mercado.

3. Atracción de talento e inversores más exigentes

Los perfiles más preparados quieren trabajar en empresas que no improvisan. Y los inversores quieren saber en qué están poniendo su dinero.

Tener tu información ESG clara y ordenada transmite confianza, liderazgo y visión de futuro. ¿Podemos permitirnos no estar en esa foto? Difícilmente.

3 Retos comunes para las empresas obligadas por la CSRD

Adaptarse a la CSRD no es imposible, pero sí hay obstáculos que frenan a muchas empresas. No se trata solo de reportar, sino de tener los datos claros, conectados y en orden.

Estos son los tres retos más frecuentes a los que nos enfrentamos cuando ayudamos a las empresas a prepararse.

1. No tener visibilidad de todos los datos ESG

La mayoría de empresas no sabe dónde están sus datos ESG o ni siquiera sabe si los tiene.

Muchos están en hojas de Excel, en correos o dispersos entre departamentos. Y sin visibilidad, no hay cumplimiento posible.

2. Falta de coordinación entre áreas internas

ESG no es solo cosa del equipo de sostenibilidad o legal. Involucra operaciones, compras, RRHH, finanzas, logística…

Cuando cada área va por su cuenta, el caos está garantizado. Y la CSRD exige un enfoque transversal y conectado.

3. Desconocimiento de los marcos y estándares (ESRS, Taxonomía, etc.)

Muchos equipos no tienen claro qué pide la CSRD ni cómo estructurar el reporte.

Confunden términos, mezclan marcos, y pierden tiempo intentando interpretar documentos técnicos. ¿Cómo seleccionar la metodología adecuada? Con una visión clara de a qué estás obligado y qué datos necesitas.

Cómo prepararnos para la CSRD sin liarnos en tecnicismos

Vamos al grano: la CSRD impone. Es densa, nueva para muchos y parece diseñada para generar dolores de cabeza. Pero aquí va lo importante, no necesitas entender cada línea de la directiva para empezar a prepararte.

Lo que sí necesitas es saber dónde estás parado, qué información ya tienes y cómo organizarla de forma que tenga sentido para tu empresa. No se trata de convertirnos en expertos en sostenibilidad. Se trata de ser prácticos, eficientes y estar listos para lo que viene.

Paso 1: Mapea lo que ya tienes

La mayoría de las empresas ya generan datos ESG, aunque no lo llamen así. Facturas de energía, datos de recursos humanos, registros de proveedores o informes de seguridad... Todo eso es información valiosa.

El problema es que está dispersa: hojas de Excel, correos, carpetas olvidadas o directamente en la cabeza de una sola persona.

Antes de pensar en estándares o normativas, haz un mapa de tus datos:

  • ¿Qué datos ambientales, sociales o de gobernanza estamos recopilando ya?
  • ¿Quién los tiene?
  • ¿Dónde están almacenados?
  • ¿Son trazables y verificables?

Este mapeo te da una visión clara de lo que puedes aprovechar y lo que te falta por recopilar.

Paso 2: Involucra a todas las áreas, no solo sostenibilidad

Un error común: pensar que todo esto es tarea del equipo de sostenibilidad o cumplimiento legal.

La realidad es que la CSRD afecta, y necesita inputs de, finanzas, compras, operaciones, recursos humanos, IT, logística…

Si no involucras a todos desde el principio, el caos está garantizado.

Esto no quiere decir que todos tengan que saberse de memoria los ESRS o el reglamento de la Taxonomía. Pero sí deben entender:

  • Qué información deben aportar.
  • Por qué es importante.
  • Cómo se va a usar y validar.

Montar un grupo de trabajo transversal, aunque sea pequeño, evita cuellos de botella y mejora la coordinación desde el minuto uno.

Paso 3: Apuesta por la claridad, no por la complejidad

Sabemos que el lenguaje de la CSRD es técnico, pero el objetivo no es impresionar con un informe complicado, sino entregar información útil, verificable y clara.

Concéntrate en:

  • Temas materiales: ¿Qué es realmente relevante para tu negocio?
  • Datos fiables: ¿Tienes fuentes que puedas defender?
  • Trazabilidad: ¿Puedes explicar cómo llegaste a esos números?

Y si no tienes los datos perfectos todavía, dilo. La transparencia suma más que las cifras bonitas sin respaldo.

Paso 4: No te bloquees con los marcos

Esto pasa mucho: abres el documento de los ESRS o de la Taxonomía y ves cientos de páginas. Cierras el PDF. Modo pánico activado.

Pero la verdad es que no necesitas interpretar esos documentos tú solo.

Lo más inteligente es usar una solución que te diga: “según tu tipo de empresa, tamaño y sector, esto es lo que necesitas reportar y así es como debes estructurarlo”.

Sin adivinanzas. Sin perder meses leyendo tecnicismos.

Paso 5: No se trata solo de cumplir

Cumplir con la CSRD es obligatorio, sí. Pero si solo te enfocas en eso, te estás perdiendo la oportunidad real.

Prepararte bien para la CSRD significa que vas a:

  • Centralizar tus datos ESG
  • Tener métricas claras para tomar decisiones
  • Ver dónde estás perdiendo dinero o generando riesgos
  • Ganarte la confianza de inversores, clientes y talento

Es decir, vas a tener una empresa más sólida y competitiva.

Esto no es más papeleo. Es una actualización de cómo gestionas tu negocio.

Paso 6: Empieza hoy, escala después

Otro mito: que hay que montar un proyecto gigante desde el día uno. Error.

La mejor forma de hacerlo es empezar pequeño, pero con cabeza.

  • Haz un inventario de datos ESG.
  • Define responsables por área temática.
  • Empieza con un caso (emisiones, por ejemplo) y crea el proceso desde ahí.

Una vez que eso funcione, escalar a otros requisitos (SBTi, ISOs, Taxonomía, etc.) es mucho más sencillo.

Paso 7: Usa las herramientas adecuadas

Intentar hacer todo esto a mano es una locura. Consumes tiempo, cometes errores y agotas a tu equipo.

Lo que necesitas es una solución que:

  • Se conecte a tus sistemas
  • Automatice la recolección y validación de datos
  • Organice todo por temas y marcos regulatorios
  • Te ayude a generar informes que realmente cumplan con la CSRD

Esto no es un lujo. Es lo que marca la diferencia entre cumplir sin estrés o llegar tarde y mal.

Nuestra visión desde dentro: cómo abordar la CSRD de forma inteligente

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Desde Dcycle, no somos auditores ni consultores. Somos una solución para empresas que necesitan ordenar, validar y usar sus datos ESG para cumplir normativas y ganar eficiencia.

Llevamos años simplificando este proceso para empresas de todo tipo. Y hemos visto qué funciona y qué no.

Lo que hemos aprendido ayudando a empresas similares

Intentar hacer todo manual es una pérdida de tiempo. Lo que realmente hace la diferencia es automatizar la recogida de datos y conectarlos a los distintos marcos: CSRD, EINF, ISOs, SBTi o lo que toque.

Si tus datos ESG están digitalizados, puedes responder rápido, ahorrar recursos y reducir errores.

4 Recomendaciones prácticas para que no se te haga bola

  1. Empieza por saber qué tienes: haz un mapeo de los datos ESG que ya manejas.

  2. Involucra a todas las áreas desde el principio, no lo cargues solo en sostenibilidad.

  3. No te líes con los marcos: usa una solución que te los traduzca y te diga qué necesitas.

  4. No lo dejes para el último momento: cuanto antes empieces, más fácil será escalarlo.

La CSRD no es el fin del mundo, pero sí es una llamada de atención. Si medimos bien y tenemos los datos claros, podemos convertir esta obligación en una ventaja real.

¿Qué pasa después del primer informe CSRD? Convertir el cumplimiento en valor real a largo plazo

Ya recopilaste los datos, alineaste a todos los equipos, cruzaste el laberinto de los ESRS y entregaste tu primer informe CSRD. Eso ya es un logro.

Pero vamos con una verdad incómoda: esto no es el final del camino. Es el principio.

La CSRD está diseñada para empujar a las empresas hacia una gestión más transparente, responsable y conectada con la realidad. Esto significa que tu trabajo con los datos ESG no termina con el informe, ahí es donde empieza el verdadero valor, si sabes cómo aprovecharlo.

Cumplir no es el objetivo. Es el punto de partida

Muchas empresas tratan la sostenibilidad como una obligación anual. Algo que hay que tachar de la lista para seguir con el día a día.

Ese enfoque es una oportunidad perdida.

La lógica del CSRD no es puntual. Es cíclica. Se basa en recoger datos con sentido, usarlos para tomar decisiones y demostrar avances año tras año.

Una vez que hiciste todo el trabajo duro, mapear datos, validar fuentes, involucrar a todos los equipos, montar la estructura, estás mucho mejor preparado que antes. Tienes algo que la mayoría aún no: un sistema con el que puedes optimizar tu negocio.

Tus datos ESG se transforman en inteligencia

Antes del CSRD, muchas empresas estaban a ciegas con su impacto ambiental o social. Emisiones estimadas. Diversidad sin indicadores. Riesgos en la cadena de suministro sin seguimiento.

Después de un informe CSRD bien hecho, eso cambia.

Ahora tienes:

  • Visibilidad clara de tus emisiones, uso de recursos, condiciones laborales, riesgos operativos…
  • Datos normalizados en toda la empresa.
  • Metodologías estandarizadas para medir y comparar resultados.

Eso no es solo para cumplir. Es conocimiento. Es base para actuar con criterio. Es lo que te permite anticiparte, no solo reaccionar.

Reportar cada año será más fácil (y barato)

El primer informe CSRD, sí, cuesta. Hay mucho que aprender, muchos datos que limpiar y procesos que montar.

Pero una vez que tienes la base hecha, todo se vuelve más fácil:

  • Ya sabes de dónde salen los datos.
  • Ya sabes quién se encarga de qué.
  • Ya tienes el método validado.

Tu equipo ya no empieza de cero. Solo tiene que actualizar, verificar y entregar. El coste baja. El margen de error se reduce. Y no dependes de correr contrarreloj cada cierre fiscal.

Si además usas una solución como Dcycle para automatizar el proceso, el grueso del trabajo se hace solo, durante el año.

Puedes usar esos datos para mucho más que CSRD

Aquí está el truco que casi nadie está aprovechando: una vez que tus datos ESG están bien organizados, sirven para todo.

Literalmente:

  • Reportes de Taxonomía Europea.
  • Solicitudes de financiación verde.
  • Objetivos científicos (SBTi).
  • Auditorías ISO.
  • RFPs de clientes que piden transparencia ambiental.
  • Cuestionarios de inversores.

Antes, había que rehacer informes para cada uso. Con los datos estructurados según CSRD, puedes usar esa misma base para todo. Ahorras tiempo, evitas duplicidades y multiplicas el valor.

Tus stakeholders esperan más (y te recompensan por ello)

Cuando publicas tu primer informe CSRD, todos se enteran. Y no esperes que se conformen con menos la próxima vez.

¿Lo que van a exigir?

  • Progreso: no perfección, pero sí evolución.
  • Más precisión: ¿puedes detallar más tus emisiones indirectas?
  • Coherencia: ¿sigues usando la misma metodología?
  • Acción: ¿qué hiciste con los datos del informe anterior?

Si lo haces bien, te vas a posicionar como una empresa confiable, seria y lista para el futuro. Y eso pesa más que nunca a ojos de inversores, bancos, clientes y talento.

Empiezas a construir cultura, no solo informes

Esto es lo más interesante: cuando el CSRD deja de ser un proyecto y se vuelve parte de tu forma de trabajar, el cambio es real.

Compras empieza a valorar el impacto ambiental de los proveedores.
Finanzas mete los riesgos ESG en los planes anuales.
RRHH trabaja en KPIs reales de bienestar.
Operaciones ajusta procesos para reducir consumo sin perder eficiencia.

La sostenibilidad deja de ser un documento. Se convierte en decisiones.

Ese es el paso que separa a las empresas que solo cumplen de las que lideran.

Estás listo para lo que venga

El mercado cambia. Las normas evolucionan. Las exigencias no paran. Pero si ya integraste el CSRD, ya tienes músculo interno para adaptarte.

No vas a improvisar si llega una auditoría. No vas a correr si un cliente te pide un informe. Ya tienes un sistema.

Y ese sistema te da agilidad, control y ventaja competitiva.

Entonces, ¿qué sigue?

Después de entregar tu primer informe, el foco debe estar en:

  1. Operacionalizar los datos: mantenerlos vivos durante todo el año.
  2. Medir tu avance: usar tu propio informe como base para mejorar.
  3. Comunicar: no escondas tu informe. Compártelo. Explica qué hiciste y qué vas a mejorar.
  4. Mejorar: elige 2-3 indicadores clave y trabaja para reducirlos o gestionarlos mejor.
  5. Ampliar el uso: usa tus datos ESG para mejorar procesos, innovar o cerrar nuevos negocios.

Esto no es más trabajo. Es sacarle partido al trabajo que ya hiciste.

¿Y después del primer informe CSRD, qué? Cómo convertir el cumplimiento en una ventaja competitiva a largo plazo

Has recopilado los datos, alineado equipos, aplicado los criterios ESRS y enviado tu primer informe conforme a la CSRD. Buen trabajo.

Pero, seamos claros: esto no ha hecho más que empezar.

La CSRD no es solo una obligación anual. Es una palanca para mejorar cómo opera tu empresa. Y quienes entienden eso, sacan ventaja muy rápido.

El informe no es el final, es el principio

Muchos tratan la sostenibilidad como un trámite. Entregar el informe y olvidarse. Error.

La CSRD está diseñada como un ciclo continuo: recopilas → analizas → informas → mejoras → y vuelta a empezar.

Después del primer informe, ya tienes algo valioso: procesos internos, datos verificados, personas implicadas y una estructura que puedes mantener. Y el segundo informe será mucho más fácil (y barato).

Las empresas que hacen esto bien no esperan al último trimestre. Lo integran en su operativa y van siempre un paso por delante.

El mismo dato sirve para muchas cosas

Una vez que tienes tus datos ESG organizados, puedes usarlos en mil contextos:

  • Responder a inversores, bancos o clientes.
  • Solicitar financiación vinculada a sostenibilidad.
  • Cumplir con otros marcos como la Taxonomía, SBTi o ISO 14001.
  • Preparar ofertas en licitaciones públicas o privadas.

No estás duplicando esfuerzos, estás aprovechando mejor lo que ya has hecho.

Por eso empezar bien desde el principio no es solo cumplir: es construir una ventaja estratégica.

La sostenibilidad como inteligencia operativa

El error más común: pensar que los datos ESG son solo para informes. Nada más lejos.

Cuando los usas de forma inteligente, te ayudan a tomar mejores decisiones:

  • Si tus emisiones son altas en una zona, toca revisar logística o proveedores.
  • Si tus indicadores sociales están estancados, hay un problema interno que resolver.
  • Si el consumo energético no baja, hay margen para reducir costes y emisiones.

Integrar esta información en finanzas, compras, producción o estrategia es lo que transforma el informe en impacto real.

Deja de reportar en silos: crea cultura

Cuando el ESG deja de ser un informe externo y se convierte en una forma de trabajar, todo cambia.

Finanzas empieza a medir emisiones igual que mide márgenes.
Operaciones prioriza la eficiencia energética.
Compras busca proveedores con datos verificables.
Y sostenibilidad ya no va sola, trabaja con todos.

Ese es el cambio de chip. Y ahí es donde empieza la transformación real.

Mide, mejora y demuestra

La CSRD no es solo decir “esto es lo que hemos hecho”. Es mostrar cómo vas a mejorar.

No hace falta ser perfectos. Pero sí tener objetivos claros:

  • Reducir un X% las emisiones en dos años.
  • Aumentar la diversidad en puestos directivos.
  • Optimizar la logística para reducir la huella de transporte.

Medir sin actuar no sirve. Y actuar sin medir no escala. Si quieres credibilidad, necesitas ambos.

Estás más preparado para lo que viene

La CSRD no será la última norma. Vendrán más. Más exigencias, más auditorías, más detalles.

Pero si ya tienes datos organizados, equipos coordinados y procesos claros, te adaptas sin drama.

Y no solo a normativas:

  • Respondes más rápido a clientes grandes.
  • Te adelantas a requisitos de financiación.
  • Atraes talento que busca empresas serias y no improvisadas.

Estás listo para competir en serio.

¿Y el coste?

Mucha gente dice que reportar ESG es caro. Y sí, hacerlo a mano es una pesadilla.

Pero si digitalizas el proceso desde el principio, el coste baja. Mucho:

  • No persigues excels ni correos.
  • No repites informes cada vez.
  • No dependes de una sola persona que sabe dónde están los datos.

Lo automatizas, lo integras y lo usas bien. Eso ahorra tiempo y dinero.

Comunica con datos, no con eslóganes

Cuando tienes información clara y verificada, puedes contar una historia que sí vale:

  • A los inversores, cómo gestionas riesgos reales.
  • A los clientes, cómo trabajas con tu cadena de valor.
  • A las personas, por qué tu empresa sí apuesta por el futuro.

No hace falta adornar. Basta con mostrar el dato, el impacto y la mejora. Eso es lo que genera confianza. Y la confianza vende.

Por qué Dcycle es tu aliado ESG para cumplir con la CSRD (y más)

Dcycle cierra una ronda Serie A de €6M liderada por Samaipata. Participan  Ship2B, Sabadell VC, Draper B1, Decelera y Angels - Webcapitalriesgo

En Dcycle no somos auditores ni consultores. Somos una solución para empresas que necesitan orden y claridad en todo lo que tiene que ver con sus datos ESG.

Nos encargamos de capturar, organizar y conectar tu información para que cumplas con la CSRD sin perder tiempo ni energía.

Una plataforma todo en uno para capturar y organizar tus datos ESG

Conectamos con tus sistemas y recogemos automáticamente los datos relevantes. Todo queda centralizado, validado y listo para usarse.

Nada de perseguir excels ni pedir datos a cada departamento. Todo está en un solo sitio y actualizado.

Multiplica el valor de tu información: úsala para EINF, SBTi, Taxonomía, CSRD o ISOs

Una vez que tienes tus datos en orden, puedes usarlos para todos tus casos de uso ESG. No solo para cumplir, sino para tomar mejores decisiones.

Tu esfuerzo se multiplica: un único sistema que sirve para todo lo que el mercado y las normativas te exigen.

Ahorra tiempo, reduce errores y cumple con tranquilidad

Automatizar la recopilación y el reporte no solo reduce el margen de error, también te libera de tareas repetitivas y te da control total sobre el proceso.

Con Dcycle tienes datos fiables, listos para auditorías y para demostrar tu impacto de forma clara. ¿Podemos relajarnos? Bastante más que antes.

Preguntas Frecuentes (FAQs)

¿Cuándo entra en vigor la CSRD y a qué empresas afecta primero?

La CSRD ya está en vigor desde enero de 2023. Las primeras obligadas son las empresas que ya estaban bajo la antigua NFRD. 

En 2025 y 2026 se suman más grupos, incluidas grandes no cotizadas y pymes cotizadas.

¿Qué diferencia hay entre la CSRD y la NFRD?

La CSRD sustituye a la NFRD, ampliando el número de empresas obligadas y exigiendo un nivel de detalle mucho mayor. 

Ya no vale con declaraciones genéricas: hay que presentar datos verificados y estructurados.

¿Qué pasa si mi empresa no publica el informe exigido por la CSRD?

Las consecuencias pueden ser serias: multas, pérdida de acceso a financiación, exclusión de licitaciones o pérdida de contratos. No es una opción, es una obligación legal con impacto directo en el negocio.

¿Qué son los ESRS y cómo se relacionan con la CSRD?

Los ESRS (Estándares Europeos de Reporte de Sostenibilidad) son el marco técnico que define cómo se debe reportar bajo CSRD. Te dicen qué indicadores tienes que presentar y cómo estructurar tu información ESG.

¿Cómo saber si mi empresa está obligada a reportar según la CSRD?

Si cumples al menos dos de estos tres criterios, estás dentro: más de 250 empleados, más de 25 millones en activos o más de 50 millones en ingresos anuales. 

También si facturas más de 150 millones en la UE y tienes una filial aquí. ¿Cumples alguno? Entonces ya toca prepararse.

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Cristina Alcalá-Zamora
CSRD Specialist | Content Creator

¿Tienes alguna pregunta?

¿Cuáles son los beneficios de tomar control de tu sostenibilidad?

Carbon footprint calculation analyzes all emissions generated throughout a product’s life cycle, including raw material extraction, production, transportation, usage, and disposal.

The most recognized methodologies are:

  • Life Cycle Assessment (LCA)
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¿Cuánto tiempo tarda en realizarse el análisis?
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  • Use recycled or low-emission materials.
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