¿Cuánto cuesta Sweep según los planes disponibles?
¿Por qué el precio de Sweep varía tanto entre empresas?
4 claves para evaluar si Sweep vale lo que cuesta como plataforma de gestión ESG
3 tendencias que están influyendo en el precio de herramientas como Sweep
Qué tener en cuenta antes de contratar Sweep o una plataforma ESG similar
Por qué Dcycle es la solución ESG que se adapta a cualquier caso de uso
Preguntas Frecuentes (FAQs)
Cuando empezamos a buscar plataformas para gestionar datos ESG, tarde o temprano surge la pregunta clave: ¿cuánto cuesta todo esto? Los precios de Sweep no están siempre claros a primera vista, pero entender cómo funciona su modelo es fundamental si estamos valorando esta solución para organizar nuestras métricas de sostenibilidad.
Sweep está diseñada para empresas que quieren automatizar la recolección de datos, cumplir con normativas complejas y tenerlo todo listo para reportar. Pero ese nivel de estructura no es gratis, ni mucho menos estándar.
Aquí vamos a ver qué se sabe realmente sobre sus precios, qué incluyen los planes y hasta dónde llegan.
Nada de suposiciones, ni marketing enredado. Vamos al grano.
Hablar de los precios de Sweep es hablar de rangos amplios y planes escalables. No es una plataforma de precio único, y eso tiene sentido: no todas las empresas necesitan lo mismo cuando hablamos de ESG.
Al evaluar el coste de una solución como Sweep, también es importante entender cómo se alinean sus funcionalidades con los criterios ESG.
Estos criterios,ambientales, sociales y de gobernanza, son la base para medir el impacto y el cumplimiento normativo, y pueden influir directamente en la complejidad del reporting que tu empresa necesita cubrir.
Dos factores clave determinan cuánto vas a pagar:
Cuanto más volumen de datos, más áreas involucradas y más marcos regulatorios a los que responder, más sube el coste. Y eso es lo lógico.
Según fuentes públicas, los precios de Sweep empiezan en torno a los 250 $ al mes. Este tipo de plan básico suele incluir:
No esperemos personalización, conexión con sistemas internos ni automatización de procesos.
Es una entrada al mundo ESG, pero no una solución integral.
Por otro lado, los planes más avanzados superan los 800 $ mensuales, y pueden llegar a los 3 600 $ anuales en plataformas como AWS Marketplace. A partir de aquí, ya se incluyen funcionalidades como:
Muchos planes no contemplan acompañamiento técnico o soporte estratégico. Si queremos adaptar la plataforma a nuestras operaciones, conectar fuentes de datos en tiempo real o distribuir información entre equipos, eso puede implicar servicios adicionales.
También hay que tener claro que no todos los planes permiten escalar sin fricción.
Algunas funciones pueden estar bloqueadas hasta subir de nivel, lo que implica renegociar el coste o cambiar de suscripción antes de lo previsto.
No se trata solo de pagar por una herramienta que genere informes. Estamos pagando por la posibilidad de estructurar nuestros datos ESG, automatizar su uso y darles salida directa hacia las normativas que tenemos que cumplir hoy (y las que vendrán).
Si ese sistema no se adapta a nuestro ritmo o nos hace depender de procesos manuales, el precio no importa, porque el coste real será el tiempo perdido y los errores que arrastramos.
Contratar una solución como Sweep no es simplemente “pagar por un software”. Es comprometerse con una forma concreta de gestionar y estructurar tu información ESG.
Antes de tomar una decisión, hay que entender bien qué cubre y qué no, y sobre todo, cómo se ajusta a la realidad de nuestra empresa.
Sweep se presenta como una plataforma que ayuda a organizar, medir y reportar datos ESG.
No es un servicio de consultoría ni un proveedor de auditoría, sino una solución digital pensada para que centralicemos toda la información y la pongamos en valor dentro de los marcos regulatorios actuales.
Entre sus funcionalidades más destacadas están:
Todo esto suena bien, pero el valor real depende de cómo lo integremos en el flujo de trabajo actual y de si el nivel de automatización es suficiente para no acabar dependiendo de procesos manuales o externos.
Cuanto más queremos automatizar la recopilación, limpieza y análisis de datos, más alto es el coste.
No es lo mismo subir Excel manuales una vez al trimestre, que conectar APIs o bases de datos internas para tener informes automáticos en tiempo real.
Además, si buscamos dashboards personalizables o cuadros de mando adaptados a nuestra estructura, también afecta al precio final.
Aquí está uno de los puntos críticos. Muchas empresas quieren cubrir los tres alcances de emisiones, pero el Scope 3 es el que más complica y más encarece todo.
¿Por qué? Porque implica datos externos de proveedores, transporte, uso del producto, etc. Y recopilar esa información requiere más esfuerzo, más integración y muchas veces más dinero.
Cuanto más amplio sea el alcance que queremos cubrir, más funcionalidades necesitaremos y más subirá el coste del plan.
No es lo mismo usar la plataforma en un único equipo que desplegarla en toda la organización.
El precio se ajusta según cuántas personas tengan acceso, cuántas entidades estén registradas (por ejemplo, filiales o sedes en otros países), y cuántos equipos trabajen con los datos ESG.
Si buscamos colaboración transversal y multiárea, el coste base probablemente se quedará corto.
Una cosa es tener una plataforma que genera informes bonitos. Otra muy distinta es tener una solución que se conecte con nuestros sistemas existentes, sin necesidad de exportar e importar manualmente cada dato.
Sweep permite algunas integraciones, pero muchas veces se cobran aparte o requieren soporte técnico extra. Y ahí es donde los costes suben sin que lo veamos venir.
Si dependemos de ERP, BI, contabilidad o herramientas financieras ya activas en la empresa, hay que asegurarse de que Sweep puede integrarse sin romper nada. Y eso suele estar fuera del precio base.
Responder estas preguntas antes de contratar cualquier solución ESG es lo que marca la diferencia entre un gasto puntual y una inversión útil.
Sweep puede ser una opción válida si ya sabes lo que necesitas, cómo lo vas a usar y qué te ofrece cada plan.
Si no tienes eso claro, el problema no es la herramienta, es el enfoque.
No hay dos empresas iguales. Y cuando hablamos de soluciones ESG, cada estructura, cada necesidad y cada nivel de avance marca la diferencia en el coste. Por eso no existe un “precio fijo” para Sweep.
Todo depende de lo que quieras hacer con la herramienta.
No es lo mismo una empresa que está empezando a medir emisiones que otra que ya tiene indicadores ESG en marcha y procesos definidos.
Cuanto más maduro esté el modelo de gestión, más funciones específicas necesitarás y más datos habrá que conectar.
Eso se traduce directamente en una plataforma más compleja y, por tanto, más cara.
No todos los informes requieren el mismo nivel de profundidad ni datos.
Generar un EINF no es lo mismo que preparar un informe completo para la CSRD, ni cumplir con la Taxonomía o con SBTi.
Cada marco tiene su estructura, su forma de medir y sus tiempos.
Cuantos más marcos debas cubrir, más exigente será el modelo de datos y mayor será la carga operativa que la herramienta debe asumir.
Cuantos más centros de trabajo, productos, proveedores o países tengas, más datos habrá que gestionar.
Y si además necesitas informes frecuentes (mensuales o trimestrales en lugar de uno anual), la plataforma tiene que soportar actualizaciones constantes.
Eso requiere mayor capacidad, más automatización y mejores integraciones.
Y todo eso cuesta.
Algunas plataformas, incluido Sweep, ofrecen módulos avanzados para hacer simulaciones de reducción de emisiones.
Estas funciones permiten probar escenarios hipotéticos: “¿qué pasaría si cambiamos este proveedor?”, “¿y si reducimos estos consumos?”
Son útiles, pero no vienen de serie en todos los planes.
Si queremos jugar con escenarios futuros, eso suele implicar un coste adicional.
Una solución ESG útil no solo centraliza los datos. Debe permitir ver qué áreas están aportando más o menos impacto, sin necesidad de ser expertos en datos.
Si la herramienta ofrece una visualización clara, sencilla y útil por equipo o unidad de negocio, estamos ante algo que sí suma.
Medir está bien, pero poder tomar decisiones con base en escenarios concretos es otro nivel.
Si la plataforma nos deja ver cómo cambiarían los indicadores con distintas acciones, eso se traduce en valor directo para la estrategia.
No todas las herramientas aguantan bien cuando hay diferentes entidades legales, equipos en varios países o jerarquías de reporting internas.
Si tu empresa tiene esta complejidad, necesitas una plataforma que lo soporte sin tener que contratar servicios paralelos o duplicar trabajo.
La gestión ESG no puede vivir aislada.
Si la plataforma no se conecta bien con lo que ya estás usando (desde hojas de cálculo hasta ERPs o CRMs), estarás multiplicando tareas.
Las soluciones que realmente aportan valor son las que se integran con tus sistemas existentes y permiten que los datos fluyan sin fricciones.
Los precios de plataformas ESG como Sweep no se disparan por casualidad. Están respondiendo a cambios reales en el mercado, impulsados por nuevas exigencias regulatorias, operativas y tecnológicas. Si queremos entender por qué estas soluciones cuestan lo que cuestan, hay que mirar el contexto en el que están creciendo.
Antes bastaba con entregar un informe anual y poco más. Hoy, las normativas piden datos más frecuentes, comparables y auditables.
Y no hablamos solo de Europa, esta presión está escalando a nivel global.
Cumplir con marcos como CSRD o la Taxonomía implica tener información actualizada, trazable y lista para presentar en cualquier momento.
Y eso solo se puede hacer con plataformas que estructuren datos en tiempo real, no con soluciones estáticas ni reporting manual.
Cada vez más empresas están distribuyendo la responsabilidad ESG entre diferentes áreas. Ya no es un tema que se quede solo en sostenibilidad o en cumplimiento.
Finanzas, compras, operaciones y comunicación también participan, y eso exige herramientas que soporten colaboración en tiempo real, permisos diferenciados y seguimiento por equipo o unidad.
Este cambio está obligando a las plataformas a escalar en diseño y funcionalidad. Y sí, también en precio.
Hoy no basta con ver qué ha pasado. Lo que se busca es poder anticipar.
¿Qué pasa si cambiamos de proveedor? ¿Y si mejoramos la eficiencia en transporte? Queremos saber el impacto antes de actuar.
Eso solo lo ofrecen las plataformas que ya han pasado de ser un repositorio de datos a ser herramientas de análisis predictivo.
Y toda esa capa de simulación e inteligencia tiene coste.
Antes de tomar una decisión, no basta con mirar la web o el plan de precios. Hay que tener claridad sobre qué problema queremos resolver y con qué recursos contamos. Aquí van algunos puntos clave.
En resumen, no se trata de elegir la solución más barata. Se trata de elegir la que nos permite estructurar el dato, cumplir con las normas y tomar decisiones con base en información real.
Y si eso no está garantizado, da igual cuánto cueste: no es una opción viable.
Adoptar una plataforma ESG sin tener claros nuestros objetivos es como contratar un ERP sin saber qué procesos queremos automatizar.
Con Sweep pasa lo mismo. Si no tenemos bien definidos los usos, los equipos implicados y el nivel de madurez de los datos, acabamos pagando por funciones que no aprovechamos o dejando fuera las que sí necesitamos.
Uno de los errores más comunes es asumir que una plataforma orientada a carbono cubre automáticamente lo social y lo de gobernanza.
Sweep se especializa en la parte ambiental, especialmente en cálculo de emisiones. Pero si necesitamos trabajar aspectos de gobierno corporativo, políticas sociales o indicadores más allá del CO₂, tenemos que saber que esa capa no viene de serie.
Una plataforma puede ser técnicamente buena, pero si el equipo no sabe cómo usarla, se convierte en un coste hundido.
Sweep requiere formación técnica para su uso eficiente. Y aunque algunas funcionalidades son intuitivas, la parte de carga de datos, estructuras y reporting necesita tiempo y recursos internos.
Esto suele estar fuera del coste visible y no siempre se considera en la decisión.
Otro clásico es firmar sin comprobar si la herramienta se integra con nuestro ERP, sistema de compras o gestión financiera.
Y luego nos toca duplicar tareas o hacer cargas manuales que consumen tiempo y generan errores.
Antes de contratar, hay que validar si la herramienta puede integrarse sin fricción.
Si no, lo que estamos comprando es una isla digital que va a generar más problemas que soluciones.
El precio de lista es solo el punto de entrada. El coste real aparece cuando empezamos a usar la plataforma de verdad.
Cada integración, cada formación adicional, cada necesidad no cubierta por el plan base… suma.
Y si no lo hemos contemplado desde el principio, el presupuesto se dispara en el mes tres.
También hay que tener en cuenta que muchas funcionalidades vienen bloqueadas en los planes básicos.
Para acceder a paneles avanzados, reportes personalizables o automatizaciones reales, hay que escalar de plan. Y ese salto no siempre es barato.
Si queremos que la herramienta funcione como solución integral y no como un parche más, tenemos que entrar sabiendo qué incluye, qué no y qué tan bien se adapta a nuestro ecosistema operativo.
Porque no se trata solo de contratar una plataforma. Se trata de asegurarnos de que nos ayuda a estructurar datos, distribuirlos y usarlos estratégicamente en los casos que realmente importan.
Y si eso no está alineado desde el minuto uno, el problema no es Sweep. Es cómo lo estamos usando.
En un mercado donde muchas plataformas se enfocan solo en emisiones o en informes cerrados, nosotros hacemos justo lo contrario. En Dcycle no somos auditores ni consultores.
Somos una solución para empresas que necesitan tener el control real de sus datos ESG, sin depender de terceros ni perder tiempo en procesos manuales.
Nuestro enfoque es simple: conectamos todos los datos ESG de tu empresa, desde lo ambiental hasta lo social y de gobernanza, y los estructuramos para que puedas usarlos en cualquier caso de uso.
No importa si lo que necesitas es preparar un EINF, cumplir con la CSRD, presentar datos para SBTi, reportar a tu consejo, o responder a una auditoría externa.
Todo parte del mismo dato, bien estructurado, cargado una vez, y reutilizable en todos los marcos que exija tu realidad regulatoria o estratégica. No hay duplicidades, no hay silos, no hay excusas.
Además, lo hacemos sin fricciones. Nos integramos con tus sistemas internos, automatizamos la recopilación y ponemos en tus manos pantallas claras con los indicadores que importan.
Si necesitas un informe, lo tienes. Si quieres hacer seguimiento por equipos o unidades de negocio, lo tienes. Si te interesa simular escenarios de reducción o preparar una revisión interna, lo tienes.
Dcycle está pensado para crecer con tu empresa. Desde quien empieza a medir hasta quien ya reporta en cinco marcos diferentes. No se trata de comprar un software. Se trata de tener una solución que acompaña el proceso, sin quedarse corta ni sobredimensionada.
Y lo más importante: no vendemos humo. Te decimos qué puedes hacer, qué no y por dónde empezar. Porque si el dato no sirve para tomar decisiones o para cumplir con las normativas que te piden hoy (o te van a pedir mañana), entonces no sirve para nada.
Dcycle es eso: una solución ESG real, diseñada para que no te quedes atrás.
Y si estás en el punto en el que ya sabes que tienes que medir para poder competir, estamos aquí para ayudarte a hacerlo sin complicarte la vida.
Los planes más básicos de Sweep rondan los 250 $ al mes, según plataformas externas.
Esto suele cubrir funciones muy limitadas: carga de datos manual, paneles predefinidos y reporting general.
No incluye automatizaciones, integraciones avanzadas ni soporte técnico personalizado.
Es una opción de entrada, pero si buscamos estructurar bien la gestión ESG, puede quedarse corta muy rápido.
Sweep tiene planes escalables, pero en la práctica, está más orientado a medianas y grandes empresas.
El coste y la complejidad de uso hacen que, para una pyme sin equipo interno dedicado a sostenibilidad, la curva de entrada pueda ser alta, tanto en dinero como en esfuerzo operativo.
Todo lo que implique mayor personalización, conectividad o análisis predictivo suele ir fuera del plan base.
Por ejemplo:
Conviene revisar bien qué incluye el plan contratado y qué se considera un módulo adicional.
Sí, pero con matices. Sweep ayuda a recopilar datos y preparar información útil para marcos como CSRD, EINF o SBTi, pero eso depende de cómo estructures tus datos, el plan contratado y los módulos activos.
No es una solución “plug & play” que te garantice cumplimiento sin esfuerzo.
Necesita configuración, carga adecuada de datos y, muchas veces, trabajo manual previo.
Sí, si lo que buscas es una solución adaptable a cualquier caso de uso ESG, sin sorpresas de precio ni limitaciones funcionales.
En Dcycle no somos consultores ni auditores. Somos una solución ESG para empresas que quieren medir, gestionar y usar sus datos en normativas reales. Desde la CSRD hasta Taxonomía, pasando por indicadores sociales y de gobernanza.
Trabajamos con una lógica clara: cargas una vez, usas donde lo necesites.
Sin dependencias externas, sin bloqueos por plan, sin perder tiempo duplicando trabajo.
Si quieres dejar de improvisar con el ESG y empezar a tratarlo como una palanca estratégica, Dcycle te da las herramientas para hacerlo desde hoy. Sin liarte y sin pagar de más por funcionalidades básicas.
Carbon footprint calculation analyzes all emissions generated throughout a product’s life cycle, including raw material extraction, production, transportation, usage, and disposal.
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Some strategies require initial investment, but long-term benefits outweigh costs.
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