Estas son las 10 mejores herramientas para implementar la Norma Corporativa del Protocolo de GHG
¿Qué es la Norma Corporativa del Protocolo de GHG?
Objetivos de la Norma Corporativa del Protocolo de GHG
4 Herramientas complementarias y guías del GHG Protocol
5 Beneficios de implementar la Norma GHG en la estrategia ESG
Dcycle: tu aliado para cumplir con la Norma Corporativa del Protocolo de GHG
Preguntas Frecuentes (FAQs)
Estas son las 10 mejores herramientas para implementar la Norma Corporativa del Protocolo de GHG:
El Protocolo de GHG corporativo se ha convertido en la referencia global para medir y gestionar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) dentro de las empresas.
Más que una guía técnica, es una herramienta que permite tomar decisiones estratégicas basadas en datos reales sobre el impacto que generamos como organización.
A través de este estándar, las empresas pueden cuantificar sus emisiones, detectar los puntos críticos de su operación y definir planes de reducción efectivos. Todo bajo un marco común que mejora la transparencia y la coherencia en la información que compartimos con clientes, inversores o reguladores.
Adoptar este enfoque significa entender la sostenibilidad como una ventaja competitiva, no como una obligación.
Las compañías que miden su impacto son las que están preparadas para adaptarse a normativas exigentes, entrar en nuevos mercados y optimizar sus recursos.
En este artículo vamos a explicar qué es el Protocolo de GHG corporativo, cómo funciona, y por qué es clave integrarlo en la estrategia criterios ESG de cualquier empresa que quiera mantenerse competitiva en el contexto actual.
Dcycle es una solución tecnológica creada para centralizar y gestionar toda la información ESG de una empresa.
No somos auditores ni consultores; somos una plataforma que recopila, analiza y distribuye tus datos de sostenibilidad para cualquier uso que necesites: EINF, CSRD, SBTi, Taxonomía Europea, ISOs o cualquier otro marco con el que trabajes.
Nuestro enfoque es claro: simplificar la gestión del Protocolo de GHG corporativo y facilitar que las empresas midan sus emisiones de forma precisa, rápida y sin procesos manuales.
Todo lo que antes requería hojas de cálculo, validaciones interminables o equipos externos, ahora puede hacerse desde un mismo entorno, con datos trazables y listos para reportar.
Dcycle transforma los datos en decisiones. La plataforma permite automatizar cálculos, generar informes personalizados y compartir resultados con los equipos clave sin perder control ni tiempo. Además, ofrece una visión global que ayuda a entender cómo evoluciona el desempeño ESG de la empresa a lo largo del tiempo.
Lo que conseguimos con Dcycle:
En un contexto donde la sostenibilidad ya no es opcional, medir y gestionar bien los datos ESG se ha convertido en un factor clave para competir.
Dcycle permite hacerlo sin fricciones, conectando la estrategia con los resultados y ayudando a las empresas a cumplir —y avanzar— con claridad y eficacia.
Sphera es una plataforma orientada a grandes organizaciones que necesitan gestionar inventarios de emisiones complejos bajo la Norma Corporativa del Protocolo de GHG. Su punto fuerte está en la integración con sistemas internos de gestión y la posibilidad de consolidar datos de diferentes filiales o unidades de negocio en un solo reporte.
Ofrece modelos de cálculo avanzados y bibliotecas de factores de emisión actualizadas, lo que permite tener resultados consistentes con los principales estándares internacionales.
También facilita la exportación de datos para informes CSRD o CDP, algo clave para empresas con obligaciones de reporte público.
Destacamos de Sphera:
Persefoni se presenta como una herramienta en la nube que ayuda a calcular, analizar y reportar la huella de carbono corporativa de acuerdo con el Protocolo de GHG corporativo.
Su interfaz es clara y su enfoque está en la transparencia de datos y la trazabilidad de cada cálculo.
Permite colaborar entre equipos internos y externos, lo que agiliza la recopilación de información y la revisión de resultados. Además, ofrece dashboards dinámicos para seguir la evolución de las emisiones y compararlas con objetivos de reducción alineados con SBTi.
Ventajas principales de Persefoni:
Envizi, desarrollada por IBM, destaca por su capacidad para unir la gestión de datos ESG con el rendimiento operativo del negocio.
Su ventaja es que integra la medición del Protocolo de GHG corporativo con otras métricas de sostenibilidad, como consumo energético, agua o residuos, en una misma plataforma.
Está pensada para empresas que buscan automatizar la recopilación de datos y generar reportes personalizados, reduciendo los errores humanos. También cuenta con análisis predictivos que ayudan a identificar oportunidades de mejora y optimización de recursos.
Por qué funciona Envizi:
Simapro es una herramienta ampliamente utilizada para realizar Análisis de Ciclo de Vida (ACV), un elemento esencial en la medición de emisiones bajo el Protocolo de GHG corporativo.
Aunque requiere cierto conocimiento técnico, ofrece una precisión muy alta en el cálculo de impactos ambientales.
Su fortaleza está en la profundidad del análisis: permite desglosar las emisiones en cada etapa del ciclo de vida del producto o servicio, desde la extracción de materias primas hasta el final de su uso.
Por eso, es ideal para empresas que buscan ir más allá del nivel corporativo y evaluar también productos o procesos específicos.
Aspectos más útiles de Simapro:
Cority es una plataforma de gestión ambiental y ESG enfocada en organizaciones que buscan automatizar el cumplimiento normativo y gestionar inventarios de emisiones corporativas.
Su integración con el Protocolo de GHG corporativo permite estructurar los datos desde la captura inicial hasta el reporte final, sin duplicar esfuerzos.
Está pensada para compañías con operaciones distribuidas o con múltiples sedes, ofreciendo flujos de trabajo personalizables y trazabilidad completa de datos. Esto facilita la validación de información y el seguimiento de indicadores clave.
Puntos fuertes de Cority:
Normative es una solución de cálculo de huella de carbono que trabaja directamente con el marco del Protocolo de GHG corporativo y las metodologías ISO.
Su enfoque es hacer accesible la medición de emisiones a empresas de cualquier tamaño, especialmente a aquellas que comienzan su recorrido en sostenibilidad.
Utiliza bases de datos actualizadas y algoritmos propios para asignar factores de emisión precisos a los datos financieros o operativos de la empresa.
De esta forma, el cálculo de emisiones se vuelve más rápido y con menos carga administrativa.
Lo más destacado de Normative:
FigBytes ofrece una plataforma integral de gestión ESG que combina datos operativos, estratégicos y de reporte en un solo entorno.
Está alineada con el Protocolo de GHG corporativo, lo que permite integrar la medición de emisiones con otras métricas ESG sin necesidad de soluciones adicionales.
Su mayor ventaja es la visualización en tiempo real de los indicadores, lo que facilita la toma de decisiones basada en evidencias.
Además, permite vincular los datos a objetivos y compromisos corporativos de forma clara y trazable.
Ventajas de FigBytes:
SimaPro Flow es una versión más automatizada y colaborativa del clásico Simapro, pensada para equipos que necesitan trabajar en proyectos de análisis de ciclo de vida (ACV) dentro del marco del Protocolo de GHG corporativo.
Permite integrar datos desde distintos departamentos, simplificando la comunicación y reduciendo errores en los cálculos. Además, ofrece una estructura modular que se adapta a distintos sectores y tipos de producto.
Por qué considerar SimaPro Flow:
Carbon Analytics es una herramienta en la nube enfocada en empresas que buscan medir y reportar su huella de carbono corporativa de forma ágil y sencilla.
Está totalmente alineada con el Protocolo de GHG corporativo y facilita la recopilación de datos a partir de registros financieros o de consumo energético.
Su principal valor está en la rapidez de configuración y la facilidad de uso, sin requerir conocimientos técnicos avanzados.
Es una opción práctica para organizaciones que quieren empezar a medir sus emisiones y cumplir con normativas sin grandes inversiones.
Lo que aporta Carbon Analytics:
La Norma Corporativa del Protocolo de GHG es el estándar internacional más utilizado para medir y reportar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Su propósito es claro: establecer una forma común y verificable de cuantificar las emisiones que genera una empresa en todas sus operaciones.
Este protocolo fue desarrollado por el World Resources Institute (WRI) y el World Business Council for Sustainable Development (WBCSD), con el objetivo de crear un marco global que dé coherencia a la medición y comunicación del impacto climático empresarial.
Gracias a su adopción masiva, hoy actúa como una referencia universal para gobiernos, inversores y compañías que buscan trabajar con datos comparables y fiables.
La norma define cómo elaborar un inventario de emisiones corporativas de forma transparente, consistente y verificable.
Esto incluye establecer los límites de la organización, clasificar las emisiones en alcances (Scope 1, 2 y 3) y aplicar metodologías estandarizadas que permitan reportar resultados sin ambigüedades.
En la práctica, el Protocolo de GHG corporativo sirve como base para otras normativas y marcos ESG, como la CSRD, la Taxonomía Europea o los objetivos SBTi, entre otros.
Su estructura facilita que las empresas consoliden sus datos ambientales y sociales en un único sistema, lo que reduce duplicidades y mejora la eficiencia del proceso de reporte.
Adoptar este estándar no es solo una cuestión de cumplimiento. Es una forma de entender la sostenibilidad como una palanca estratégica.
Las empresas que miden sus emisiones con criterios claros y verificables toman mejores decisiones, optimizan recursos y fortalecen su posición en el mercado.
La Norma Corporativa del Protocolo de GHG nos marca el punto de partida: sin medición, no hay gestión posible.
Por eso, cada vez más compañías están apostando por integrarla como el núcleo de su estrategia ESG, garantizando que cada dato sirva para avanzar, cumplir y competir con una base sólida.
La Norma Corporativa del Protocolo de GHG divide las emisiones en tres categorías —Scope 1, 2 y 3— para que las empresas puedan medir de forma estructurada y comparable todo su impacto climático.
Esta clasificación permite identificar qué emisiones controlamos directamente y cuáles dependen de terceros, algo clave para definir estrategias realistas de reducción.
El Scope 1 incluye las emisiones directas que provienen de fuentes que son propiedad o están bajo el control de la empresa.
Aquí entran, por ejemplo, las emisiones de combustión en calderas, vehículos propios o procesos industriales.
Son las que tenemos más capacidad de gestionar internamente porque dependen de nuestras operaciones y decisiones diarias.
Medir correctamente este alcance nos ayuda a entender el impacto inmediato de nuestras actividades y a planificar mejoras en eficiencia energética o en el uso de combustibles.
Es el punto de partida para construir un inventario de emisiones sólido.
El Scope 2 recoge las emisiones indirectas derivadas del consumo de electricidad, calor o vapor que compramos a terceros.
Aunque no las generamos directamente, forman parte de nuestro consumo energético total y representan una parte significativa de la huella de carbono corporativa.
Controlar este alcance implica gestionar cómo y de dónde obtenemos la energía, mejorar la eficiencia en los consumos y garantizar la trazabilidad de los datos.
Con ello, podemos alinear nuestras operaciones con los criterios del Protocolo de GHG corporativo y preparar reportes coherentes con los requisitos de normativas como la CSRD o la Taxonomía Europea.
El Scope 3 abarca todas las emisiones indirectas que ocurren a lo largo de la cadena de valor, tanto aguas arriba (proveedores, transporte, materias primas) como aguas abajo (distribución, uso y fin de vida de los productos).
Es el alcance más amplio y, en la mayoría de los casos, el que representa la mayor parte del impacto total de una empresa.
Aquí el reto está en la recopilación y consolidación de datos de diferentes actores externos, lo que suele requerir un alto nivel de coordinación y trazabilidad.
Por eso, contar con una solución capaz de centralizar y estructurar esta información es fundamental para evitar duplicidades y asegurar consistencia.
Medir el Scope 3 nos permite ver más allá de nuestras fronteras operativas y entender cómo nuestras decisiones influyen en toda la cadena de valor.
Es un paso clave para construir una estrategia ESG completa y para competir en un mercado donde la transparencia y los datos verificables ya son una exigencia.
La Norma Corporativa del Protocolo de GHG tiene un propósito claro: ayudar a las empresas a medir, gestionar y reportar sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) con rigor y coherencia.
No se trata solo de cumplir con una exigencia técnica, sino de construir una base sólida de datos que permita tomar decisiones estratégicas dentro de la organización.
Uno de los principales objetivos de la norma es garantizar inventarios de emisiones precisos y comparables.
Para lograrlo, el protocolo define una metodología común que estandariza la medición de emisiones bajo criterios uniformes, independientemente del sector o tamaño de la empresa.
Gracias a este enfoque, los resultados pueden analizarse con fiabilidad y utilizarse como referencia para establecer metas de reducción claras y alcanzables.
Esta coherencia metodológica facilita la comunicación de resultados ante cualquier parte interesada.
Otro punto clave es reducir los costes y la complejidad del proceso de medición.
Al unificar los criterios y formatos de cálculo, la norma evita duplicidades, simplifica la recopilación de datos y agiliza el análisis.
Esto permite integrar fácilmente la información en plataformas de gestión ESG y reducir el esfuerzo operativo, liberando recursos que pueden destinarse a acciones de mejora y planificación.
El Protocolo de GHG también busca alinear las estrategias corporativas con los objetivos climáticos globales.
Al medir nuestras emisiones bajo un estándar internacional, podemos conectar nuestros resultados con compromisos de descarbonización a largo plazo y con los requisitos regulatorios que ya marcan el rumbo del mercado.
De este modo, los datos dejan de ser un simple indicador técnico para convertirse en una herramienta de gestión estratégica, útil para anticipar riesgos, mejorar procesos y reforzar la competitividad.
Finalmente, la norma promueve la transparencia y la credibilidad ante inversores, clientes y reguladores.
Al aplicar criterios reconocidos globalmente, las empresas demuestran que sus resultados están respaldados por datos verificables y consistentes, fortaleciendo así su reputación y confianza en el mercado.
En definitiva, el Protocolo de GHG corporativo es mucho más que una guía técnica: es una herramienta que transforma la medición en una ventaja competitiva real.
Nos permite operar con mayor eficiencia, anticiparnos a las normativas y demostrar con datos que la sostenibilidad puede —y debe— ser una palanca estratégica para cualquier empresa.
La Norma Corporativa del Protocolo de GHG está pensada para cualquier organización que necesite medir y gestionar sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Su enfoque es amplio porque entiende que el impacto climático no es exclusivo de un sector o tamaño de empresa.
Pueden aplicarla empresas privadas, ONG, entidades gubernamentales y universidades, siempre que tengan operaciones que generen emisiones directas o indirectas.
Su estructura flexible permite adaptarla tanto a organizaciones con estructuras complejas como a aquellas que están empezando a gestionar su información ESG.
El objetivo es que todas las organizaciones puedan construir inventarios de emisiones precisos, comparables y verificables, sin necesidad de desarrollar metodologías propias. De esta forma, se garantiza la coherencia entre sectores y países, lo que facilita la comunicación de resultados ante inversores, clientes o reguladores.
Es importante entender que esta norma no está diseñada para calcular proyectos de compensación o créditos de carbono.
Su función es crear un inventario corporativo completo y transparente, que sirva como base para la planificación y seguimiento de estrategias de reducción.
En la práctica, esto significa que podemos utilizar el Protocolo de GHG corporativo como una herramienta transversal, aplicable a cualquier organización que quiera centralizar sus datos ESG y conectarlos con otros marcos como la CSRD, la Taxonomía Europea, SBTi o las normas ISO.
El resultado es una visión clara y estructurada del impacto real de la empresa, que nos permite alinear objetivos, mejorar la eficiencia y mantenernos competitivos en un entorno donde medir bien ya no es opcional, sino una condición para avanzar.
El Protocolo de GHG corporativo no se limita a la medición de emisiones a nivel organizacional. También ofrece una serie de guías y herramientas complementarias que ayudan a profundizar en áreas específicas, como la energía, la cadena de valor o sectores con características propias.
Estas herramientas hacen que la medición sea más precisa y útil para la gestión estratégica de los datos ESG.
La Scope 2 Guidance explica cómo medir y reportar las emisiones indirectas derivadas de la electricidad, el calor o el vapor adquiridos por la empresa.
Este documento aclara cómo distinguir entre los enfoques de ubicación (location-based) y mercado (market-based), permitiendo reportar con mayor transparencia el impacto energético real de la organización.
Con esta guía, podemos comparar el consumo energético de diferentes instalaciones, evaluar contratos de suministro y definir estrategias de eficiencia sin perder coherencia con la metodología del Protocolo de GHG corporativo.
El Scope 3 Standard se centra en las emisiones indirectas que ocurren fuera de nuestras operaciones directas, desde proveedores hasta el uso y fin de vida de los productos.
Esta guía ofrece un marco claro para identificar, clasificar y priorizar las fuentes de emisión a lo largo de la cadena de valor.
Con su aplicación, podemos tener una visión completa del impacto total de la empresa y detectar las áreas con mayor potencial de mejora.
Además, esta información es clave para conectar con otros marcos ESG como SBTi, CSRD o la Taxonomía Europea, asegurando que los datos sean consistentes en todos los reportes.
Las Calculation Tools del GHG Protocol son plantillas y hojas electrónicas sectoriales diseñadas para facilitar el cálculo de emisiones de GEI en distintas actividades empresariales.
Incluyen factores de emisión actualizados, guías paso a paso y formatos de registro estandarizados.
Estas herramientas son especialmente útiles para automatizar cálculos, reducir errores y mantener la trazabilidad de los datos.
Integrarlas en nuestra gestión ESG nos permite ahorrar tiempo, mejorar la precisión y estandarizar procesos en todas las áreas del negocio.
La Agriculture Guidance es un suplemento específico para empresas con operaciones agrícolas, ganaderas o forestales.
Este documento amplía el alcance del Protocolo de GHG corporativo y define cómo contabilizar las emisiones y remociones asociadas al uso del suelo, la producción de alimentos y la gestión de biomasa.
Su valor está en que ofrece metodologías adaptadas a la realidad del sector primario, manteniendo la compatibilidad con los estándares globales.
Gracias a esta guía, las organizaciones pueden medir con mayor exactitud su impacto en el entorno rural y forestal, integrando los resultados en su estrategia ESG global.
En conjunto, estas guías complementarias convierten al GHG Protocol en una estructura completa y flexible para cualquier tipo de organización. No importa el sector ni el tamaño: si medimos bien, gestionamos mejor.
Y en un mercado donde la sostenibilidad es ya una palanca de competitividad, tener datos ESG sólidos y bien estructurados es lo que marca la diferencia.
Aplicar la Norma Corporativa del Protocolo de GHG en nuestra empresa no es solo una cuestión técnica, es una forma de organizar la información ESG de manera estructurada y útil para la toma de decisiones.
El proceso implica seguir pasos claros que aseguren que los datos sean precisos, trazables y válidos ante cualquier auditoría o requerimiento regulatorio.
El primer paso es definir los límites del inventario de emisiones.
Esto significa determinar qué operaciones, filiales o centros de actividad se incluyen en el cálculo y hasta dónde llega nuestra responsabilidad en las emisiones.
También debemos diferenciar entre límites organizativos (qué partes del grupo empresarial están dentro del alcance) y límites operativos (qué fuentes de emisión controlamos o influimos).
Esta definición es clave para garantizar la consistencia de los datos a lo largo del tiempo.
Una vez definidos los límites, debemos identificar todas las fuentes de emisión, tanto directas (Scope 1) como indirectas (Scope 2 y 3).
Aquí es fundamental recopilar datos precisos de energía, transporte, procesos industriales o cadena de suministro, dependiendo del tipo de actividad que realicemos.
La calidad del inventario depende directamente de la fiabilidad de los datos recopilados. Por eso, conviene establecer procedimientos claros y asignar responsabilidades internas para asegurar que toda la información sea consistente y verificable.
El siguiente paso consiste en elegir los factores de emisión adecuados y las metodologías de cálculo que mejor se adapten al sector y al tipo de operación.
El Protocolo de GHG corporativo proporciona una base común, pero también permite utilizar datos específicos de cada país o fuente energética cuando estén disponibles.
Lo importante es mantener la coherencia metodológica: si cambiamos una fórmula o fuente de datos, debemos justificarlo y documentarlo. Esto garantiza la comparabilidad entre periodos y facilita la revisión por parte de terceros.
Una vez completados los cálculos, debemos consolidar todos los resultados en un informe estructurado.
Este documento debe mostrar el detalle de las emisiones por tipo, alcance y fuente, y debe incluir la información necesaria para su verificación.
El objetivo es que el reporte sea claro, consistente y fácilmente auditable, permitiendo a cualquier parte interesada entender cómo se ha elaborado el inventario y qué medidas se están tomando para mejorar los resultados.
En este punto, la automatización se convierte en una aliada estratégica. Plataformas como Dcycle permiten centralizar todos los datos ESG en un mismo entorno, eliminando errores manuales y acelerando el proceso de cálculo y reporte.
No somos auditores ni consultores; somos una solución tecnológica que recopila, organiza y distribuye la información ESG de tu empresa en todos los marcos que necesites: EINF, CSRD, SBTi, Taxonomía o normas ISO.
Con una gestión digital y automatizada, aplicar la Norma Corporativa del Protocolo de GHG deja de ser un proceso complejo.
Se convierte en una herramienta práctica para tomar decisiones basadas en datos, mejorar la eficiencia y mantenernos competitivos en un mercado donde medir bien ya no es opcional, sino esencial.
Aplicar la Norma Corporativa del Protocolo de GHG dentro de nuestra estrategia ESG no es un ejercicio burocrático, es una decisión estratégica que mejora la forma en que gestionamos el negocio.
Nos permite conectar los datos de emisiones con objetivos claros y demostrar con hechos que estamos preparados para competir en un entorno regulado y cada vez más exigente.
Cuando medimos nuestras emisiones con una metodología reconocida como la del Protocolo de GHG, trabajamos con datos precisos y comparables.
Esto nos da una visión clara de dónde estamos generando mayor impacto y dónde podemos mejorar la eficiencia.
Contar con información fiable significa poder planificar inversiones y acciones con base en evidencia, no en estimaciones. Es el paso necesario para pasar de la intuición a la estrategia.
Las exigencias regulatorias no paran de crecer. Implementar el Protocolo de GHG nos permite alinear nuestra medición con marcos como la CSRD, la Taxonomía Europea, SBTi o las normas ISO, evitando tener que rehacer el trabajo cada vez que cambian los requisitos.
De esta forma, una sola base de datos bien estructurada sirve para múltiples reportes, reduciendo costes, tiempo y errores.
Cumplir deja de ser una carga y se convierte en una ventaja operativa.
Medir correctamente nuestras emisiones nos ayuda a detectar ineficiencias en procesos, consumo energético o logística.
Con esa información podemos optimizar operaciones y reducir gastos sin comprometer la productividad.
La norma también nos impulsa a establecer un sistema de gestión más riguroso, donde los datos fluyen de forma continua y se actualizan sin depender de hojas de cálculo o procesos manuales.
Implementar esta norma aumenta la credibilidad ante inversores, clientes y empleados.
Un inventario de emisiones transparente y verificable demuestra que nuestra estrategia ESG se apoya en datos reales y no en declaraciones vacías.
La confianza se gana mostrando resultados y coherencia, y el Protocolo de GHG nos da el marco para hacerlo de forma estructurada y reconocida internacionalmente.
Cada vez más empresas están midiendo su impacto ambiental, social y de gobernanza. Quien no lo haga, simplemente se quedará atrás.
La Norma GHG nos permite transformar la sostenibilidad en una palanca estratégica, con datos que demuestran valor y rendimiento.
En este punto, Dcycle se convierte en un aliado clave.
No somos auditores ni consultores: somos una solución tecnológica que recopila, organiza y distribuye toda tu información ESG para cualquier uso que necesites —EINF, CSRD, SBTi, Taxonomía o ISO—.
Aplicar la Norma GHG con el apoyo de herramientas digitales nos permite ahorrar tiempo, reducir errores y gestionar la sostenibilidad como parte del negocio, no como una obligación externa.
Es la diferencia entre cumplir y liderar.
Aplicar la Norma Corporativa del Protocolo de GHG puede parecer sencillo en teoría, pero en la práctica muchas empresas cometen errores que distorsionan los resultados y complican la gestión ESG.
Identificar estos fallos desde el principio nos permite ahorrar tiempo, mejorar la calidad de los datos y obtener informes realmente útiles para la toma de decisiones.
Uno de los errores más habituales es no establecer correctamente los límites organizativos y operativos.
Si no tenemos claro qué instalaciones, filiales o fuentes de emisión forman parte del inventario, los resultados no serán comparables ni coherentes.
Definir estos límites con precisión es el punto de partida. Nos permite evitar omisiones y asegurar que cada dato refleje realmente la actividad de la empresa.
La calidad del inventario depende directamente de la fiabilidad de los datos recopilados. Muchos equipos se apoyan en estimaciones o registros parciales, lo que genera errores en el cálculo final.
Para aplicar correctamente la Norma GHG, debemos trabajar con datos consistentes, trazables y actualizados, integrando la información de todas las áreas implicadas. Si no lo hacemos, los informes pierden valor y no pueden usarse como base para decisiones estratégicas.
Otro error frecuente es centrarse solo en las emisiones directas (Scope 1) y dejar fuera las indirectas de energía (Scope 2) o cadena de valor (Scope 3).
Esto limita la visión global del impacto de la empresa y reduce la efectividad de cualquier plan de reducción.
Medir los tres alcances es lo que nos da una fotografía completa del impacto real, y además, es un requisito para cumplir con marcos como la CSRD o la Taxonomía Europea.
Modificar factores de emisión o métodos de cálculo sin dejar constancia rompe la coherencia entre ejercicios y puede generar dudas sobre la veracidad de los datos.
Cada ajuste debe estar bien documentado y justificado, explicando por qué se hace y cómo afecta al inventario.
Solo así podremos mantener la trazabilidad y garantizar la transparencia del proceso.
Intentar gestionar todo el proceso de forma manual suele terminar en errores, duplicidades y pérdida de tiempo. La automatización es clave para garantizar precisión y eficiencia.
En este punto, Dcycle marca la diferencia.
No somos auditores ni consultores: somos una Solución para empresas que centraliza toda la información ESG en un único entorno. Recopilamos los datos una sola vez y los distribuimos en todos los marcos que necesites —EINF, CSRD, SBTi, Taxonomía o ISOs—, sin que tengas que rehacer el trabajo.
Evitar estos errores es fundamental para convertir la medición en una ventaja estratégica, no en una carga operativa.
Si medimos bien desde el principio, podemos tomar decisiones basadas en datos y mantenernos competitivos en un entorno donde la transparencia ya no es opcional.
Cumplir con la Norma Corporativa del Protocolo de GHG exige más que medir emisiones: requiere ordenar, conectar y aprovechar los datos ESG de forma inteligente.
Ahí es donde Dcycle se convierte en un aliado estratégico.
No somos auditores ni consultores; somos una Solución para empresas que necesitan gestionar la sostenibilidad de forma práctica, trazable y alineada con las normativas más exigentes.
Con Dcycle, reunimos toda la información ESG en un único entorno digital, eliminando hojas de cálculo y procesos dispersos.
Recopilamos datos de todas las áreas de la empresa —energía, movilidad, proveedores o residuos— y los estructuramos según los criterios del Protocolo de GHG corporativo.
Esto nos permite automatizar cálculos, detectar errores y mantener un control total del inventario de emisiones, desde la fuente hasta el reporte final. Un solo dato, múltiples usos.
Nuestra plataforma aplica las metodologías y factores de emisión del Protocolo de GHG con total trazabilidad.
Cada dato queda registrado, documentado y vinculado a su fuente, de modo que cualquier revisión o auditoría se pueda afrontar con confianza.
Trabajamos para que la gestión de la huella de carbono sea clara, verificable y coherente en el tiempo, sin depender de procesos manuales ni conocimientos técnicos avanzados.
Sabemos que una misma información ESG debe servir para distintos marcos de reporte, y no tiene sentido repetir trabajo.
Por eso, en Dcycle estructuramos los datos una sola vez y los distribuimos automáticamente en todos los formatos que necesites: CSRD, CDP, SBTi, Taxonomía Europea, EINF o normas ISO.
Así, garantizamos coherencia entre todos los informes y reducimos el esfuerzo interno, liberando tiempo para enfocarnos en las decisiones que realmente generan valor.
En un mercado donde medir bien marca la diferencia, el cumplimiento ya no es suficiente: hay que usar los datos para mejorar el negocio.
Con Dcycle, el cumplimiento con la Norma Corporativa del Protocolo de GHG se convierte en una palanca estratégica para optimizar recursos, reducir riesgos y anticiparnos a las nuevas normativas.
Medir no es el fin, es el punto de partida. Cuando los datos están organizados y bien gestionados, dejan de ser una obligación y se convierten en una ventaja competitiva real.
Ese es el enfoque que aplicamos en Dcycle: una solución que simplifica la gestión ESG y te ayuda a mantener a tu empresa un paso por delante.
La Norma Corporativa del Protocolo de GHG incluye los siete gases de efecto invernadero reconocidos por el Protocolo de Kioto: dióxido de carbono (CO₂), metano (CH₄), óxido nitroso (N₂O), hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC), hexafluoruro de azufre (SF₆) y trifluoruro de nitrógeno (NF₃).
Esta clasificación garantiza que todas las fuentes de emisión relevantes se incluyan en el inventario corporativo, permitiendo una visión completa y comparable entre empresas y sectores.
Los alcances definen de dónde provienen las emisiones y el nivel de control que tenemos sobre ellas.
Distinguir correctamente estos alcances es clave para evitar duplicidades y diseñar planes de reducción efectivos.
El GHG Protocol ofrece diferentes recursos según el tipo de actividad o nivel de madurez de la empresa.
Entre ellos destacan las guías complementarias Scope 2 Guidance, Scope 3 Standard, las Calculation Tools y los suplementos sectoriales como el Agriculture Guidance.
Estas herramientas ayudan a estructurar los cálculos, mantener la trazabilidad de los datos y garantizar la coherencia metodológica con los estándares internacionales.
En Dcycle hemos desarrollado una Solución tecnológica que centraliza toda la información ESG en un solo lugar.
No somos auditores ni consultores; somos una plataforma que automatiza la medición, análisis y reporte de emisiones bajo los criterios del Protocolo de GHG corporativo.
Nuestra tecnología permite recopilar los datos una sola vez y distribuirlos automáticamente entre distintos marcos de reporte —EINF, CSRD, SBTi, Taxonomía o ISOs— sin necesidad de rehacer el trabajo.
Con ello, ganamos trazabilidad, eficiencia y precisión en todo el proceso.
Alinear la Norma GHG con la estrategia ESG permite convertir los datos de emisiones en información útil para la toma de decisiones empresariales.
No se trata solo de cumplir con una exigencia regulatoria, sino de utilizar la medición como base para mejorar el rendimiento, reducir riesgos y optimizar recursos.
Cuando los datos de sostenibilidad están bien estructurados y conectados con los objetivos de negocio, la sostenibilidad deja de ser un coste y se convierte en una ventaja competitiva real.
Esa es la lógica que seguimos en Dcycle: transformar la gestión ESG en una palanca de crecimiento para cualquier empresa.
Carbon footprint calculation analyzes all emissions generated throughout a product’s life cycle, including raw material extraction, production, transportation, usage, and disposal.
The most recognized methodologies are:
Digital tools like Dcycle simplify the process, providing accurate and actionable insights.
Some strategies require initial investment, but long-term benefits outweigh costs.
Investing in carbon reduction is not just an environmental action, it’s a smart business strategy.