Rangos de precios de Benchmark ESG
Qué es Benchmark ESG y cómo se posiciona en el mercado
4 claves para decidir si Benchmark ESG vale la inversión
Tendencias que afectan al coste de plataformas ESG
Recomendaciones antes de solicitar presupuesto a Benchmark ESG
Por qué Dcycle es la alternativa integral a Benchmark ESG
Preguntas Frecuentes (FAQs)

Hablar de Precios de Benchmark ESG es hablar de cómo las empresas comparan su desempeño en sostenibilidad frente al mercado. No se trata solo de números, sino de entender dónde estamos parados, cuánto nos cuesta y qué tan competitivos somos frente a otros.
Hoy las compañías que no miden su impacto ambiental, social y de gobernanza corren el riesgo de quedarse atrás. Cada vez hay más normativas, más presión de inversores y más exigencia de clientes que piden datos claros y verificables.
Medir y analizar estos precios no es un tema secundario, es un paso clave para ahorrar dinero, evitar sanciones y mejorar la posición competitiva en el mercado.
En este artículo vamos a explicar qué significan los Precios de Benchmark ESG, por qué importan y cómo pueden convertirse en una palanca estratégica para cualquier empresa que quiera estar preparada para lo que viene.
Los Precios de Benchmark ESG no siguen un modelo único, sino que varían según la solución y el tipo de organización.
En el caso de ESG Benchmark, los costes están claramente definidos y dependen del número de empleados.
Las tarifas empiezan en £850 para empresas de 0 a 10 empleados, suben a £1.450 para 11 a 25 empleados, £1.950 para 26 a 50 empleados, £2.450 para 51 a 100 empleados y llegan a £2.950 para 101 a 250 empleados.
En todos los casos, el precio cubre hasta dos sedes, y cada sede adicional cuesta £85. Si la organización supera los 250 empleados, es necesario solicitar presupuesto a medida.
Por otro lado, Benchmark Gensuite ESG no publica precios fijos.
Su modelo se basa en cotizaciones personalizadas, adaptadas a cada empresa según la complejidad de sus operaciones, el volumen de datos y las integraciones necesarias.
Algunas fuentes mencionan versiones de prueba, pero no existen cifras oficiales disponibles.
Este contraste refleja dos enfoques distintos: uno con costes claros y escalonados, y otro donde la personalización marca el precio final.
En ambos casos, entender bien los rangos y condiciones es clave para valorar la inversión y anticipar el coste real de la solución.
El precio cambia según la cantidad de datos que manejemos.
No es igual un reporting con indicadores básicos que uno con granularidad, frecuencia alta y trazabilidad de evidencias en cada paso.
Otro factor clave es el nivel de soporte que contratemos. Si se incluye formación, SLAs específicos o acompañamiento especializado, el coste crece.
Las empresas que necesitan automatizar workflows, procesos de auditoría o validaciones internas también verán reflejado ese nivel de complejidad en la factura.
No es lo mismo una multinacional con varias sedes que una empresa local con un solo equipo. La estructura organizativa define en gran parte la escala de la solución y, por tanto, su precio.
En resumen, el coste de Benchmark ESG se mueve en función de la profundidad del uso y la complejidad del entorno. Saber identificar estas variables es clave para calcular el presupuesto real y valorar si se ajusta a lo que nuestra organización necesita.
Benchmark ESG es una solución enfocada en la gestión de métricas ambientales, sociales y de gobernanza.
Su propuesta se centra en dar a las empresas una plataforma con la que puedan medir, reportar y gestionar datos clave para cumplir con las exigencias del mercado.
Sus principales áreas de trabajo incluyen el reporting regulatorio, el seguimiento de indicadores ESG y la gestión de cumplimiento frente a normativas.
En la práctica, esto significa que permite organizar toda la información ESG y adaptarla a distintos marcos según las necesidades de cada empresa.
Los casos de uso más habituales suelen estar ligados a la preparación de informes para reguladores, la comparación de métricas frente a competidores y la sistematización de datos ESG en distintos niveles de la organización.
En cuanto a su propuesta de valor, lo que promete es centralizar la información, reducir el trabajo manual y dar trazabilidad a los datos.
Sobre el coste, no existe una tarifa única: los precios dependen de factores como el tamaño de la organización, el número de usuarios o la complejidad del reporting que se quiera cubrir.
Además, la adopción de criterios ESG se ha convertido en un requisito indispensable para que las empresas puedan acceder a financiación, atraer inversores responsables y mantener la confianza de los grupos de interés.
El precio cambia según los estándares y normativas que necesitemos cubrir.
No es lo mismo preparar datos para csrd que integrar además einf, Taxonomía, SBTi o ISO.
A mayor variedad de marcos, más amplia será la carga de datos y con ello, el coste.
El segundo factor clave es cuántas personas y equipos van a usar la solución. Si hablamos de un solo equipo local, el precio es menor.
Pero si se suman sedes internacionales, diferentes roles y permisos de colaboración, la tarifa aumenta.
Los precios también dependen del nivel de detalle del reporting.
Usar indicadores estándar es más económico, pero si queremos métricas avanzadas o personalizadas para sectores específicos, el coste será mayor.
Por último, la integración tecnológica juega un papel decisivo.
Si la solución debe conectarse con ERP, sistemas de compras, RRHH, data lakes o automatizaciones, la inversión será más alta que en un uso aislado sin conexiones externas.
En resumen, los Precios de Benchmark ESG no son fijos porque responden a múltiples variables.
Entender estos factores nos ayuda a evaluar si su propuesta se ajusta al nivel de reporting y gestión que necesitamos, y a comparar su valor frente a otras alternativas del mercado.
Una de las razones principales para valorar la inversión es el cumplimiento de normativas.
Si la solución permite cubrir marcos como CSRD, EINF, Taxonomía, SBTi o ISOs sin añadir capas de complejidad, el retorno es claro.
Otra clave es la eficiencia en el reporting.
Si logramos reducir horas de trabajo y evitar duplicar esfuerzos, estamos ahorrando tiempo y dinero que de otro modo se perderían en tareas manuales.
Un valor añadido está en la trazabilidad y validación de evidencias.
Contar con datos organizados y auditables facilita cualquier revisión y evita correcciones de última hora que suelen generar costes extra.
La inversión también se justifica si la solución puede crecer con nosotros.
Es decir, que sea flexible para incorporar nuevas normativas o mercados sin tener que migrar toda la información ESG a otra plataforma.
Uno de los retos más comunes es la falta de transparencia en los precios.
No siempre resulta sencillo comparar Benchmark ESG con otras soluciones, porque cada proveedor estructura los costes de forma distinta.
Otro punto crítico es evitar pagar por funciones que no usamos.
Muchas veces se contratan módulos pensando en necesidades futuras que nunca llegan a aprovecharse, lo que eleva el gasto sin aportar valor real.
El último reto está en los costes adicionales. Integraciones con sistemas internos, soporte extendido o formación especializada pueden inflar la factura final si no se negocian desde el inicio.
En definitiva, la decisión sobre si Benchmark ESG vale la inversión pasa por entender bien lo que necesitamos hoy y lo que nos pedirá el mercado mañana.
Solo así podremos ajustar el precio a un uso real y estratégico de la solución.
La primera tendencia que impacta directamente en el precio es la mayor presión normativa. Cada vez se piden más datos y con mayor nivel de detalle.
Esto obliga a que las plataformas estén en constante actualización para responder a marcos como CSRD, EINF, Taxonomía, SBTi o ISOs.
Otra tendencia clave es la demanda de interoperabilidad. Las empresas ya no buscan soluciones aisladas, sino sistemas que se conecten con sus herramientas de finanzas, compras o supply chain.
Esa integración añade valor, pero también puede aumentar el coste.
La tercera tendencia es el incremento de la necesidad de trazabilidad y transparencia.
Ya no basta con entregar un informe. Ahora se exige contar con datos verificables, auditables y con evidencias claras en cada fase del reporting.
Lo primero es definir bien el alcance regulatorio y las métricas que queremos cubrir.
Cuanto más claro tengamos qué marcos debemos cumplir, más fácil será ajustar el presupuesto.
Después debemos establecer el número de usuarios y equipos que participarán. No es lo mismo un solo departamento que varios con distintos roles y permisos.
Otro punto importante es identificar las integraciones críticas.
Si necesitamos conectar la plataforma con ERP, RRHH o data lakes, conviene anticiparlo para no llevarnos sorpresas en el coste final.
Por último, es clave calcular el coste total de propiedad (TCO).
No se trata solo de licencias, también hay que sumar soporte, formación y puesta en marcha. Solo así tendremos una visión realista de lo que supone invertir en Benchmark ESG.
Otro aspecto relevante es la medición de la huella de carbono, que se ha consolidado como una de las métricas más exigidas en los informes de sostenibilidad.
Incluir este indicador no solo responde a las demandas regulatorias, sino también a la creciente presión social y de clientes que buscan transparencia en el impacto ambiental de las empresas.
En Dcycle no somos auditores ni consultores, somos una Solución para empresas.
Nuestro enfoque es sencillo: recopilamos toda tu información ESG y la distribuimos en cualquier marco que necesites, ya sea CSRD, Taxonomía, SBTi, ISOs o EINF.
No importa cuál sea el caso de uso, adaptamos los datos para que siempre estén listos.
Nuestro pricing es claro y predecible, sin costes ocultos ni sorpresas de última hora. Sabemos que la transparencia en el coste es tan importante como la calidad de la solución, por eso eliminamos la incertidumbre que suele acompañar a otras plataformas.
Hemos diseñado una plataforma integral que reduce tiempos y complejidad.
En lugar de lidiar con cálculos manuales o procesos dispersos, centralizamos toda la información en un solo espacio, lo que hace que gestionar métricas ESG sea mucho más ágil.
Pero no nos quedamos en el reporting.
Creemos que la sostenibilidad es una palanca estratégica, y por eso ayudamos a que los datos ESG se conviertan en ventaja competitiva.
Medir bien no es solo cumplir con una norma, es posicionar a la empresa en el mercado y ganar eficiencia frente a la competencia.
El precio base normalmente cubre el acceso a la plataforma y funciones estándar de reporting.
Lo que se cobra aparte suelen ser las integraciones con sistemas internos, la formación avanzada, el soporte especializado o los módulos adicionales para cubrir marcos regulatorios específicos.
El coste no depende solo de la licencia general, sino también de cuántos usuarios y equipos participan.
A mayor número de personas, roles o sedes internacionales, más alto será el precio.
Conviene tener claros tres puntos: qué normativas cubrir, qué equipos estarán involucrados y qué sistemas internos deberán integrarse.
Con esta información, el presupuesto será más preciso y realista.
La comparación es compleja porque no todos publican precios transparentes. Lo ideal es revisar el alcance regulatorio, el nivel de automatización y los costes ocultos en soporte o integraciones.
De esta forma podemos valorar el coste real frente al retorno que esperamos.
En Dcycle no somos auditores ni consultores, somos una Solución para empresas.
Ofrecemos un pricing claro y predecible, sin costes ocultos, y recopilamos toda tu información ESG para adaptarla a cualquier marco que necesites: CSRD, SBTi, EINF, Taxonomía o ISOs.
Así simplificamos la gestión y transformamos los datos ESG en una palanca estratégica para tu competitividad.
El cálculo de la huella de carbono analiza todas las emisiones generadas a lo largo del ciclo de vida de un producto, incluyendo la extracción de materias primas, la producción, el transporte, el uso y la disposición.
Las metodologías más reconocidas son:.
The most recognized methodologies are:
Algunas estrategias requieren una inversión inicial, pero los beneficios a largo plazo superan los costos.