Rango de precios estimado para Greemko (según datos públicos)
¿Qué es Greemko y por qué está ganando popularidad?
Factores que influyen en el coste de Greemko
4 claves para evaluar si una herramienta ESG vale lo que cuesta
Qué tener en cuenta al comparar precios de soluciones ESG
Por qué Dcycle es la solución ESG que se adapta a cualquier caso de uso
Preguntas Frecuentes (FAQs)
Cuando hablamos de los precios de Greemko, la información sigue siendo difusa. No hay tarifas oficiales publicadas en su web ni en plataformas especializadas. Todo indica que la contratación se hace a medida, y que cada cliente recibe una propuesta personalizada.
Lo único que se ha hecho público es que una pyme puede pagar unos 390 € al año, con el cálculo de la huella de carbono de Alcance 1 y 2 incluido. Eso sí, es un dato de 2022, por lo que puede haber cambiado.
Para empresas más grandes, el coste sube bastante. Dependiendo del tipo de actividad, los indicadores que se midan y el número de usuarios, puede alcanzar hasta los 30.000 €.
En este artículo vamos a repasar qué sabemos realmente sobre sus precios, qué incluye cada tipo de plan y qué hay que tener en cuenta si estás pensando en contratar esta solución.
Hablar de precios en Greemko no es tan simple como revisar una tabla. No hay tarifas oficiales publicadas y casi toda la información disponible proviene de fuentes secundarias o prensa especializada.
Lo que sí podemos hacer es trazar un rango orientativo a partir de lo que se ha filtrado o comunicado anteriormente.
Para pequeñas y medianas empresas, el precio más citado ronda los 390 € al año. Este importe cubriría el cálculo de la huella de carbono para Alcance 1 y 2. Es decir, las emisiones directas e indirectas asociadas al consumo de energía y procesos internos.
Este dato fue publicado hace tiempo, así que puede que ya no esté vigente. Aun así, sirve como referencia para saber que la entrada a este tipo de soluciones puede ser asequible para estructuras operativas más simples.
En el otro extremo están las empresas grandes o con operaciones más complejas. Aquí los precios cambian por completo.
Hay estimaciones que hablan de costes que pueden alcanzar hasta los 30.000 € al año, dependiendo de los indicadores ESG que se quieran medir, el número de usuarios o la necesidad de personalización.
Esto no se refiere solo al acceso a la plataforma, sino al conjunto del servicio: soporte, adaptaciones, integraciones y análisis a medida. Es un enfoque completamente personalizado, que responde a las necesidades de cumplimiento más exigentes.
La mayoría de portales especializados coinciden en algo: Greemko no publica precios en su web. Y para saber cuánto cuesta, hay que pasar por una demo o contactar directamente con el equipo comercial. No hay paquetes estandarizados que podamos comparar fácilmente.
Por eso, si estamos valorando esta solución, conviene tener claro qué necesitamos medir, cómo están estructurados nuestros datos ESG y qué tipo de informes queremos generar. Todo eso impacta directamente en el presupuesto final y en la adaptación a criterios ESG.
Greemko es una solución enfocada en la medición de huella de carbono, especialmente útil para empresas que buscan cumplir con normativas ambientales sin complicarse con cálculos manuales.
Su propuesta se centra en automatizar la recogida de datos, facilitando informes que pueden servir como base para Alcance 1, 2 y en algunos casos, Alcance 3. Esto ha hecho que muchas organizaciones empiecen a considerarla como una opción viable.
¿Por qué está sonando más últimamente? Porque cada vez más empresas están empezando a medir su impacto. Y si no lo haces, te quedas fuera. No vas a poder competir ni cumplir con lo que te piden clientes, normativas o inversores.
En un mercado que va de lleno hacia la trazabilidad y el dato ESG, tener una herramienta que conecte con lo que necesitas reportar deja de ser opcional. Por eso plataformas como Greemko están entrando en el radar.
El perfil de tu empresa es clave en el precio final. No hablamos solo del número de empleados o sedes, sino del tipo de actividad que desarrollas.
Por ejemplo, si operamos en sectores intensivos en datos ESG como industria pesada, logística o construcción, la complejidad para recopilar y reportar información se multiplica. Y eso exige más funcionalidades, más control y, en consecuencia, una tarifa más alta.
Además, algunas normativas específicas del sector pueden obligarnos a incluir ciertos indicadores, lo que también condiciona el coste.
No se trata solo de cuántas variables medimos, sino de la trazabilidad que se necesita. Si nuestro modelo de negocio incluye muchos centros de trabajo, productos, países o proveedores, la cantidad de datos crece de forma exponencial.
Esa complejidad implica más trabajo en limpieza de datos, más integraciones y más esfuerzo en la generación de informes útiles para los distintos marcos regulatorios.
Por eso, el precio no depende únicamente del acceso a la plataforma, sino de lo que necesitamos hacer con esos datos.
Greemko puede incluir distintos niveles de servicio según el plan que elijas. Desde soporte técnico básico hasta análisis específicos, formación para equipos o acompañamiento en el uso de los datos para presentar informes normativos.
Muchos de estos servicios no están visibles en la web y se ofrecen según necesidad. Así que lo que contrates no se limita a lo que ves, sino a lo que tu operación requiere para que la solución sea realmente útil.
Esto puede suponer una diferencia notable en el precio, sobre todo si estás en una fase inicial o necesitas ayuda para alinear tus datos con marcos como CSRD, ISOs o taxonomía.
Una solución estándar puede quedarse corta si tienes necesidades específicas. Cuando hablamos de ESG, cada empresa tiene una arquitectura de datos distinta, con fuentes internas y externas que deben integrarse bien.
Aquí es donde entra la personalización: adaptar paneles, informes, flujos de datos y permisos según cómo trabajamos. Esto puede requerir desarrollos propios o integraciones con otros sistemas de gestión internos.
Todo ese trabajo adicional tiene un coste, porque deja de ser una herramienta genérica y se convierte en una solución hecha a medida para tu caso de uso ESG.
Si una solución no te permite cumplir con las normativas que tienes que cubrir, no sirve. Da igual lo bonita que sea o lo bien que se venda: si no puedes generar salidas alineadas con CSRD, EINF, Taxonomía, ISOs o SBTi, es solo un gasto más.
Cumplir no puede depender de “a ver cómo lo adaptamos luego”. La herramienta tiene que estar pensada desde el principio para traducir tus datos ESG en los informes que el mercado y los reguladores te exigen.
Y aquí no hay margen para el error: una mala entrega te deja fuera de licitaciones, auditorías o acceso a financiación.
Un buen sistema ESG te tiene que quitar trabajo, no darte más. Si cada vez que necesitas generar un informe tienes que volver a perseguir departamentos, unir excels y rehacer tablas, la herramienta no está cumpliendo su función.
El valor está en automatizar. Poder sacar informes auditables en minutos, con datos trazables, sin errores ni dependencias externas, es lo que marca la diferencia.
Las plataformas que no priorizan esto suelen salir caras en tiempo y frustración. Y ese coste no se ve en la factura, pero lo pagamos igual.
Una herramienta ESG que te obliga a contratar más personal o montar un proceso paralelo no es una solución. Es una carga.
Necesitamos plataformas que se integren en lo que ya tenemos. Que automaticen tareas repetitivas, estructuren la información y nos permitan actuar con claridad.
Cuanto menos tiempo dedica nuestro equipo a procesar datos, más tiempo podemos dedicar a tomar decisiones. Esa es la diferencia entre cumplir y avanzar.
Lo que hoy necesitas puede no ser lo mismo que lo que te pidan el año que viene. Una herramienta ESG tiene que acompañar ese crecimiento.
Si mañana necesitas incluir datos sociales, de cadena de suministro o nuevos indicadores financieros, la solución no puede quedarse corta.
La flexibilidad y capacidad de adaptación son claves. Si cada cambio de normativa implica cambiar de sistema, ya sabemos que ese coste lo vamos a pagar muchas veces.
El precio que ves en la web casi nunca es el total. Muchas soluciones empiezan con una tarifa base, pero luego suman extras por informes, soporte, integraciones o módulos nuevos.
El verdadero coste está en lo que no te dicen:
Una solución ESG que no automatiza, no escala y no genera valor real, siempre termina saliendo cara.
Por muy atractiva que parezca al principio. La clave es elegir algo que funcione desde el día uno… y también el día que cambie la normativa o crezca tu empresa.
Comparar precios sin contexto es una de las formas más rápidas de equivocarse. No se trata solo de cuánto cuesta entrar, sino de qué resuelve, qué automatiza y cuánto te va a costar operar con esa plataforma durante los próximos meses o años.
Lo barato puede salir caro si la herramienta no escala contigo, no automatiza procesos clave o no cumple con las normativas que te exigen. Y lo “caro” puede ser una inversión que recuperas en tiempo, control y acceso a oportunidades de mercado.
Antes de decidir, hay que mirar con lupa:
Fijarse solo en la cifra de entrada es un error clásico. Lo que parece económico al principio puede multiplicarse después con extras, soporte o procesos mal automatizados que acaban haciendo perder tiempo a todo el equipo.
Hay que mirar más allá de lo que cuesta “empezar”. Lo importante es lo que vas a conseguir con esa herramienta en 3, 6 o 12 meses.
Muchas plataformas están pensadas para cumplir con un objetivo concreto y ya. Pero si mañana cambian las normativas, o necesitas incorporar nuevos indicadores, te toca empezar de cero.
Escoger una herramienta que no se adapta te obliga a rehacer procesos enteros. Y eso sale caro, incluso si el primer contrato parecía barato.
Hay soluciones que parecen fáciles, pero requieren demasiada intervención manual. Si cada informe implica perseguir datos por correo, pedir excels o limpiar información a mano, no estás resolviendo nada.
El tiempo del equipo tiene un coste. Y muchas veces, no se incluye en el análisis de precio. Pero lo acabamos pagando igual.
No todas las empresas están en el mismo punto de madurez ESG. Hay herramientas pensadas para empezar y otras para escalar. Mezclar esto puede darte problemas.
Si contratas una solución demasiado técnica antes de tiempo, no vas a aprovechar ni el 20 %. Y si eliges algo limitado, vas a tener que reemplazarlo muy pronto.
No todo lo que se presenta como “solución ESG” es comparable. Algunas solo calculan huella, otras solo presentan dashboards, y muy pocas conectan todo el proceso desde los datos hasta los informes normativos.
Comparar sin entender el alcance funcional lleva a decisiones erróneas. No se trata de tener otra plataforma más, se trata de tener la que de verdad te ayuda a tomar decisiones, cumplir y competir.
Y eso vale más que cualquier tarifa con descuento.
Las nuevas normativas están cambiando el ritmo del mercado. No se trata solo de cumplir con lo que exige hoy la CSRD, sino de estar preparado para lo que viene detrás: nuevas taxonomías, ampliaciones de alcance, validaciones externas o auditorías cada vez más detalladas.
Cuanto más tarde reaccionemos, más caro será ponernos al día. Porque adaptar procesos a última hora cuesta el doble. Y porque los errores, omisiones o incumplimientos no solo implican sanciones, sino pérdida de competitividad frente a quienes sí están listos.
Invertir en una solución ESG sólida ya no es una opción, es una necesidad operativa. No es gasto: es defensa y posicionamiento.
Ya no basta con mostrar buenas intenciones o rellenar cuestionarios básicos. Los informes ESG se han convertido en documentos clave para decisiones de inversión, licitaciones, alianzas comerciales y acceso a financiación.
Eso implica trazabilidad, consistencia de datos y alineación con marcos reconocidos. Y quien no lo tenga cubierto, tendrá que pagar por informes externos, validaciones de urgencia o correcciones constantes.
Una plataforma que te dé todo eso desde dentro te ahorra más de lo que cuesta. Porque evita depender de terceros y permite responder con agilidad a cualquier requerimiento, interno o externo.
Cada vez más empresas están dejando de ver la sostenibilidad como un “tema de RSC” para integrarla como parte de su negocio. Y esto lo cambia todo.
Ahora compites con empresas que ya tienen sus datos ESG bajo control. Que presentan informes impecables, que entienden sus riesgos no financieros y que pueden demostrar impacto con indicadores claros.
Y eso se traduce en acceso a mejores contratos, más financiación, talento más cualificado y reputación real en el mercado. Si no estamos en ese grupo, estamos quedando fuera.
El coste de no actuar es, simplemente, perder ventaja. Y la diferencia entre estar dentro o fuera del juego ESG no la marcan las intenciones, sino los datos y cómo los gestionamos.
Por eso, el impacto económico de una buena solución ESG va mucho más allá de lo que pone en la factura.
La mayoría de empresas ya están generando datos ESG, pero pocas los están utilizando bien. Dcycle no solo los recopila: los organiza, los estructura y los convierte en salidas listas para usar.
No tenemos que perseguir a cada departamento ni pelear con excels desactualizados. La plataforma automatiza todo el flujo de datos, desde la entrada hasta el informe final.
Y con eso ganamos trazabilidad, control y agilidad real para tomar decisiones.
El objetivo no es tener más información, es tener información útil. Por eso trabajamos para que cada dato tenga un sentido claro dentro de tu estrategia ESG.
No importa cuál sea el marco regulatorio: la clave es tener los datos bien armados. En Dcycle conectamos la información con todos los estándares que puedas necesitar hoy, y con los que vendrán mañana.
No necesitas rehacer el trabajo cada vez que cambien las reglas. Si tus datos están organizados, cumplir con cualquier normativa deja de ser una pesadilla para pasar a ser una tarea más.
Todo parte de una base común: saber qué estás midiendo y para qué. Desde ahí, generamos informes alineados con lo que exige el mercado y evitamos tener que adaptar la información a posteriori.
Dcycle no es una consultoría digitalizada ni un Excel disfrazado de solución. Es una plataforma real que automatiza todo lo que se puede automatizar, sin generar más tareas ni necesidad de apoyo externo.
Centralizamos toda tu gestión ESG en un solo sistema. Desde la recopilación hasta el reporting, pasando por análisis, visualizaciones y control interno.
Sin duplicaciones, sin fricción y sin dependencia de terceros. Porque el objetivo es que puedas hacer más, con menos esfuerzo, y con resultados que realmente aporten al negocio.
Sabemos cómo funcionan los equipos en la práctica: poco tiempo, muchas exigencias y recursos limitados. Por eso diseñamos Dcycle para que no necesites ser experto en sostenibilidad ni montar un equipo técnico.
Todo está pensado para que puedas usarlo desde el día uno. Interfaz clara, automatización integrada y lógica de negocio alineada con lo que realmente tienes que entregar.
Si no puedes usar tus datos para tomar decisiones o para cumplir, no tienes una solución, tienes un problema. En Dcycle nos encargamos de que la información ESG trabaje para ti, no al revés.
Y lo hacemos sin añadir ruido, sin complicaciones y sin convertir la sostenibilidad en un proyecto eterno. Solo resultados que puedas usar, escalar y demostrar. Así es como entendemos la gestión ESG.
Y por eso somos la solución que se adapta a cualquier caso de uso.
La única cifra pública disponible es de 390 € al año, publicada en 2022. Este precio estaría asociado al cálculo de emisiones de Alcance 1 y 2, sin incluir funcionalidades avanzadas ni personalización.
Es importante tener en cuenta que esa cifra puede haber cambiado y no necesariamente refleja el coste final si hay más necesidades o requisitos específicos.
No ofrece precios visibles en su web ni en plataformas especializadas. La contratación se realiza siempre mediante contacto directo y cotización personalizada.
Esto hace que no sea fácil comparar o anticipar el presupuesto total, especialmente si hablamos de empresas grandes o con operaciones complejas.
El tipo de empresa, el número de usuarios y los indicadores ESG que quieras medir son tres variables que impactan directamente en el precio.
También influye el nivel de servicio requerido, la integración con sistemas internos y la complejidad de los datos. En algunos casos, los costes pueden alcanzar los 30.000 €/año.
Depende del plan contratado. Algunas funcionalidades requieren intervención manual, especialmente en procesos de recopilación y validación de datos.
Si no se integra bien con tus sistemas, puedes terminar haciendo buena parte del trabajo tú mismo o con apoyo externo. Y eso es tiempo y dinero que no se ven en la factura, pero que se sienten en el día a día.
Dcycle no es un servicio puntual, es una solución que automatiza toda tu gestión ESG. No vendemos informes sueltos ni requerimos consultores externos.
Reunimos todos tus datos ESG, los estructuramos y los conectamos directamente con CSRD, SBTi, Taxonomía, ISOs o lo que necesites. Lo hacemos con una plataforma integral y diseñada para que escales sin rehacer el trabajo cada vez.
La rentabilidad no está solo en el precio, sino en todo lo que dejamos de perder: tiempo, esfuerzo, errores, validaciones innecesarias y oportunidades de negocio.
Por eso decimos que Dcycle es más que rentable: es estratégico.
Carbon footprint calculation analyzes all emissions generated throughout a product’s life cycle, including raw material extraction, production, transportation, usage, and disposal.
The most recognized methodologies are:
Digital tools like Dcycle simplify the process, providing accurate and actionable insights.
Some strategies require initial investment, but long-term benefits outweigh costs.
Investing in carbon reduction is not just an environmental action, it’s a smart business strategy.