Estas son las 10 mejores empresas para auditar tu huella de carbono
Cómo Dcycle simplifica tu auditoría de huella de carbono
Estas son las mejores empresas para auditar tu huella de carbono en 2025:
Saber cuántas emisiones genera tu producto o empresa ya no es opcional. Cada vez más compañías están metiendo en su operativa la auditoría huella de carbono, y no porque quede bonito en un informe, sino porque el mercado te lo exige.
Si no mides, no puedes competir. Así de simple. Las normativas se acumulan, los clientes preguntan por tus datos y si no los tienes, te quedas fuera del juego.
Y no hablamos de un futuro lejano, esto está pasando ya.
La sostenibilidad dejó de ser un extra. Hoy es una herramienta para tomar decisiones inteligentes, para optimizar procesos y para que tu empresa tenga algo que decir en su sector.
En este artículo vamos a explicar qué implica medir la huella de carbono, cómo se hace bien y por qué puede ser una ventaja estratégica real para tu negocio.
Encontrar un buen socio para auditar tu huella de carbono no se trata solo de cumplir con normativas.
Se trata de tomar decisiones más inteligentes, identificar ahorros y mantenerse competitivo a medida que crece la presión por informar.
Estas son las empresas que facilitan entender de dónde provienen tus emisiones, para que realmente puedas hacer algo al respecto.
Dejémoslo claro, Dcycle no es un auditor. No redactamos informes por ti.
Lo que hacemos es darte estructura, datos y claridad para afrontar auditorías sin volverte loco.
Somos una solución que ayuda a las empresas a recopilar, gestionar y activar sus datos ESG de forma coherente.
Eso significa insights reales, no solo cifras de carbono lanzadas en un PDF.
Por qué las empresas eligen Dcycle antes de llamar a un auditor:
Eliminamos la incertidumbre. Todos tus datos ESG, huella de carbono, energía, proveedores, lo que sea, están en un solo lugar.
Te dejamos listo para auditorías. Ya sea CSRD, ISO 14067, PAS 2050 o una nueva petición de tu cliente.
Te ahorramos tiempo. Nada de perseguir hojas de cálculo o datos faltantes.
Te damos control. Sabes qué se mide, cómo y por qué.
En resumen: si vas en serio con medir tus emisiones y hacer algo con esos datos, Dcycle es tu punto de partida.
Salesforce Net Zero Cloud no es un auditor de carbono, pero potencia tus datos de emisiones dentro de un entorno empresarial fiable.
Te ayuda a medir, monitorear y prever las emisiones de Alcance 1, 2 y 3, con herramientas integradas de análisis e informes.
Por qué entra en este ranking:
Integración profunda con Salesforce CRM y otros sistemas empresariales, haciendo del reporte de carbono parte de tus flujos de trabajo.
Soporte sólido para objetivos basados en ciencia, planificación de escenarios y compensaciones.
Preparado para escalar: diseñado para grandes organizaciones con enormes volúmenes de datos y múltiples unidades de negocio.
Watershed es más que un software, es una plataforma completa que mide emisiones y te ayuda a actuar sobre ellas.
Reúne seguimiento de emisiones, compromiso con proveedores y planificación de reducción en una sola interfaz.
Por qué está en el top 5:
Datos listos para auditoría: flujos de trabajo automatizados que aseguran que tus cifras cumplan con estándares de verificación.
Guías de acción: sugiere medidas para reducir emisiones, no solo calcularlas.
Confianza empresarial: reconocido como líder en ESG y reporting de sostenibilidad.
Climatiq se especializa en la parte más compleja de la contabilidad de carbono, el Alcance 3, usando IA para recolectar y estandarizar datos de emisiones.
Su API recoge datos de cadenas de suministro, transporte y compras para integrarlos en tu sistema.
Ventajas en resumen:
Ingesta de datos impulsada por IA desde fuentes diversas, como ONG, IPCC, universidades.
Escalable vía API: se conecta a tus sistemas y crece según tus necesidades.
Financiación sólida: su ronda Serie A respalda el desarrollo continuo de funcionalidades.
DitchCarbon se enfoca en las emisiones de tus proveedores, aportando datos sólidos de Alcance 3 a tu panorama de carbono.
Su IA analiza facturas, sistemas ERP y procesos de compra para crear perfiles de emisiones verificados.
Lo que destaca:
Señales accionables de proveedores: identifica qué proveedores tienen mayor impacto.
Herramienta de previsión: modela cómo evolucionan las emisiones de tus proveedores a lo largo del tiempo.
Coherencia para auditorías: se alinea con los marcos SBTi, CDP y el Protocolo GHG.
Persefoni no es un auditor, es una plataforma robusta de contabilidad de carbono diseñada para mercados regulados.
Su motor de cálculo se alinea con el Protocolo GHG y PCAF, generando datos de emisiones de calidad para auditorías.
Lo que la diferencia:
Detección de anomalías con IA para detectar inconsistencias en los datos desde el principio.
Modelado de escenarios climáticos, ayudándote a prever y poner a prueba tus objetivos.
Paneles de control autoservicio que respaldan tanto a equipos internos como auditores externos.
Ideal si trabajas en múltiples jurisdicciones y necesitas informes rigurosos y transparentes.
Envizi de IBM no es solo seguimiento de carbono, es gestión ESG a nivel empresarial.
Agrupa datos de proveedores, viajes, sistemas energéticos y más, mostrando un panorama completo de emisiones de Alcance 1–3.
Fortalezas clave:
Automatización de datos con IA que minimiza entradas manuales y errores.
Visibilidad detallada de emisiones de proveedores, alineada con marcos de reporte.
Preparado para empresas globales con entornos de datos complejos.
Si la integración y la escalabilidad son tu prioridad, Envizi cumple.
EcoVadis no es una herramienta de auditoría tradicional, evalúa y trabaja directamente con tus proveedores.
A través de encuestas y mapas de calor, identifica qué proveedores suponen mayor riesgo de emisiones.
Por qué destaca:
Tarjetas de puntuación para proveedores fáciles de usar y actuar.
Herramienta de cálculo de carbono para estimar y comparar emisiones.
Resultados alineados con marcos como SBTi, CDP, CSRD.
Perfecto para equipos de compras que necesitan herramientas simples para gestionar el impacto del Alcance 3.
Emitwise no es una firma de auditoría, es una plataforma que rastrea automáticamente tus emisiones de Alcance 3.
Mediante el análisis de facturas e informes de proveedores, ofrece datos de carbono casi en tiempo real.
Beneficios clave:
Paneles en vivo con datos de emisiones actualizados a diario.
Control de calidad de datos sólido, combinando información de proveedores con bases de datos de emisiones.
Compatibilidad con marcos como CDP, Protocolo GHG y SBTi.
Si buscas visibilidad inmediata y una supervisión más fuerte del Alcance 3, esta es una de las mejores opciones.
Sweep va más allá del seguimiento de carbono, reúne datos de sostenibilidad y ESG en una sola plataforma.
Integra el seguimiento de emisiones en la cadena de valor con colaboración con proveedores.
Lo que ofrece:
Encuestas personalizables para proveedores que permiten una recolección detallada de emisiones.
Plataforma colaborativa para equipos internos y partes interesadas externas.
Paneles de decisión y herramientas para planificar reducciones.
Ideal si buscas una solución integral que unifique ESG y la gestión del Alcance 3.
Una auditoría de huella de carbono es el proceso que usamos para revisar si los datos de emisiones que hemos recopilado son fiables, completos y bien calculados.
No es solo una revisión técnica: es la forma de poner en orden nuestros datos de sostenibilidad y asegurarnos de que tienen sentido.
Su objetivo principal es validar la información que vamos a usar en nuestros reportes criterios ESG, tanto internos como externos. Hablamos de revisar metodologías, verificar fuentes y comprobar que cada cifra encaja con la realidad de nuestras operaciones.
Una auditoría bien hecha no es un ejercicio burocrático. Es una pieza clave de cualquier estrategia ESG seria, porque nos da claridad sobre qué estamos reportando, cómo lo estamos haciendo y dónde hay margen de mejora.
También nos permite tomar decisiones basadas en datos sólidos, sin jugárnosla con estimaciones que podrían meternos en problemas más adelante.
Si vamos a reportar nuestras emisiones, lo mínimo es que sean datos buenos. Auditar nos ayuda a detectar errores, duplicidades o lagunas en la información.
Muchas veces creemos que tenemos todo controlado, pero al revisar con lupa aparecen fallos en los cálculos, emisiones mal clasificadas o actividades que no habíamos considerado.
La auditoría nos obliga a afinar el sistema de recogida de datos y a construir una base sólida que aguante cualquier revisión externa.
No se trata solo de tener los datos, sino de que estén alineados con las normas que el mercado pide. Hoy en día, si no sigues marcos reconocidos como GHG Protocol o ISO 14064, tus datos van a perder valor.
Una auditoría asegura que seguimos esos criterios desde el principio, que usamos los factores de emisión correctos, y que documentamos bien cada decisión.
Esto nos evita problemas cuando lleguen revisiones, licitaciones o auditorías externas.
Cada vez más empresas tienen que presentar informes de sostenibilidad ajustados a normativas como la csrd o el einf, o comprometerse con marcos de reducción como SBTi.
Para eso, necesitamos una base de datos ESG limpia, robusta y bien documentada. No basta con tener los datos: hay que estructurarlos y validarlos.
La auditoría nos ayuda a poner orden antes de que sea obligatorio. Nos permite llegar preparados, con un sistema que ya funciona y que podemos escalar fácilmente a cualquier marco que venga.
Auditar la huella de carbono no es un lujo ni un trámite.
Es una parte esencial del sistema de gestión ESG, que nos permite actuar con claridad y posicionar la sostenibilidad como una ventaja competitiva real.
Una auditoría de huella de carbono no se limita a revisar un Excel con datos. Es una evaluación completa de cómo recogemos, clasificamos y reportamos nuestras emisiones.
Su objetivo es detectar fallos antes de que alguien más lo haga y dejar todo listo para cualquier tipo de reporte ESG.
Vamos a repasar qué elementos no pueden faltar si queremos hacer una auditoría en condiciones.
Lo primero es definir qué partes de la empresa estamos midiendo. No todas las áreas, filiales o actividades tienen por qué entrar, pero hay que dejarlo claro desde el principio.
Esto se llama establecer los límites organizacionales y operativos. Y aquí es donde muchas empresas fallan: o se pasan de ambiciosas o se quedan cortas y reportan solo lo que les conviene.
En la auditoría comprobamos que esa definición tiene sentido y está bien documentada, según el tipo de informe o normativa que vayamos a usar.
Después viene lo más importante: ¿qué emisiones estamos incluyendo? Si solo contamos las que generamos directamente, nos estamos dejando fuera una parte enorme del impacto.
Una auditoría debe revisar los tres niveles:
No se trata solo de sumar emisiones. Se trata de ver si estamos midiendo lo que realmente importa para nuestro negocio y nuestros objetivos ESG.
Aquí entramos al detalle técnico: ¿cómo estamos calculando las emisiones?
La auditoría revisa si usamos metodologías reconocidas (como GHG Protocol o ISO 14064), si aplicamos los factores de emisión adecuados y si tenemos una solución digital que nos ayude a automatizar y no a complicar más el proceso.
Muchas veces el problema no es lo que hacemos, sino cómo lo hacemos y con qué lógica.
Este análisis nos permite corregir a tiempo y mejorar la calidad de los datos antes de publicar nada.
Podemos tener el dato final, pero si no sabemos de dónde sale, no sirve. Un informe ESG sin trazabilidad es como un balance sin facturas: cualquiera puede poner un número bonito.
Por eso, una buena auditoría se asegura de que cada dato puede rastrearse hasta su origen. Que sepamos qué sistema lo generó, quién lo introdujo y con qué criterio se calculó.
Este control de trazabilidad no es un capricho. Es lo que nos da seguridad ante cualquier revisión externa y nos permite replicar el sistema año tras año sin inventar la rueda cada vez.
Una auditoría completa es la diferencia entre tener datos y tener control. Nos da la base para reportar bien, detectar oportunidades de mejora y convertir la gestión ESG en una ventaja real para el negocio.
Si vamos a hacer esto, hagámoslo bien desde el principio
Una auditoría de huella de carbono no es solo un trámite para empresas con obligaciones.
Es una oportunidad para mejorar, tomar control de tus datos ESG y convertir la sostenibilidad en una herramienta estratégica.
Nos dirigimos hacia un mundo donde los informes ambientales serán tan estándar como los financieros.
Cuanto antes estés preparado, más fácil será adaptarse.
Auditar tu huella de carbono no es solo validar un informe. También te permite:
Si quieres que la sostenibilidad forme parte del ADN de tu empresa, esta es la acción que la vuelve real.
Tanto si estás empezando como si ya tienes experiencia, una buena auditoría te da control, dirección y confianza.
Y en el mercado actual, eso vale más que nunca.
Lo ideal es hacerla una vez tengas tus datos consolidados, pero antes de publicar cualquier informe o enviarlo a terceros. Si estás preparando un EINF, una CSRD o un compromiso con SBTi, haz la auditoría antes de cerrar el reporte.
También tiene sentido hacerla de forma periódica, aunque no tengas obligación inmediata. Así garantizas coherencia entre años y mejoras tu sistema de gestión.
Depende del objetivo. Si necesitas una verificación externa obligatoria, tienes que acudir a entidades acreditadas bajo normas como ISO 14064 o GHG Protocol.
Pero si tu objetivo es ordenar tu sistema interno y detectar errores, no necesitas un auditor externo. Puedes empezar con una solución que te permita hacer revisiones internas de calidad y trazabilidad.
Los más comunes son ISO 14064, GHG Protocol y PAS 2050. Cada uno tiene su enfoque, pero todos exigen consistencia metodológica, trazabilidad y datos verificables.
También hay normativas específicas que te pedirán seguir ciertos marcos. Por eso es clave que la auditoría esté alineada con los estándares que tu empresa va a utilizar para reportar.
Hay tres cosas que deberías tener claras: los límites del análisis, las metodologías aplicadas y la documentación de respaldo.
Si puedes explicar de dónde salen tus datos, cómo se han calculado y por qué elegiste esa metodología, estás en buen camino.
Lo que no vale es tener solo el número final sin poder justificarlo. La auditoría no evalúa solo el resultado, evalúa el proceso completo.
Olvídate del Excel si quieres escalar esto en serio. Lo que necesitas es una solución digital que recoja tus datos ESG, los organice y los deje listos para revisar.
En Dcycle hacemos precisamente eso. No somos auditores ni consultores, sino una solución para empresas que quieren tener todo su sistema ESG estructurado, trazable y adaptable a cualquier normativa.
Así no tienes que reinventar nada cada año ni perder tiempo con informes a medida. Tienes todo listo para auditar desde el primer día. Y eso te pone por delante del resto.
Carbon footprint calculation analyzes all emissions generated throughout a product’s life cycle, including raw material extraction, production, transportation, usage, and disposal.
The most recognized methodologies are:
Digital tools like Dcycle simplify the process, providing accurate and actionable insights.
Some strategies require initial investment, but long-term benefits outweigh costs.
Investing in carbon reduction is not just an environmental action, it’s a smart business strategy.