
Estos son los 10 mejores software para cumplir con la normativa SFDR

Hablemos de reporting financiero sostenible: el papel de la SFDR

Cómo ayuda un software SFDR a cumplir con las obligaciones de divulgación

5 Ventajas de implantar un software para SFDR

Convertir el cumplimiento SFDR en una ventaja competitiva

Dcycle: la solución ESG que simplifica el cumplimiento SFDR

Preguntas Frecuentes (FAQs)
Estos son los 10 mejores software para cumplir con la normativa SFDR en 2025:
Cumplir con la normativa SFDR exige mucho más que rellenar plantillas o seguir un modelo estándar. Implica recopilar, organizar y validar grandes volúmenes de datos ESG con rigor y coherencia entre distintas fuentes internas.
Cada indicador, cada métrica y cada punto de control tiene que estar alineado con los requisitos técnicos de los RTS y los indicadores PAI, algo que resulta prácticamente imposible si se trabaja de forma manual.
Por eso, cada vez más empresas apuestan por un software especializado para cumplir con la normativa SFDR, capaz de automatizar tareas, consolidar información y garantizar trazabilidad en cada paso.
El objetivo no es solo cumplir la regulación, sino también fortalecer la competitividad, integrando la sostenibilidad en los procesos de negocio de manera práctica y medible.
A lo largo de este artículo veremos cómo funciona este tipo de software, qué requisitos cubre y qué beneficios aporta al incorporar la sostenibilidad como una palanca estratégica dentro de la empresa.
Dcycle es una solución SaaS de gestión ESG que ayuda a las empresas a recopilar, normalizar y distribuir sus datos de sostenibilidad para cumplir con cualquier estándar, incluyendo la normativa SFDR.
Su enfoque es claro: automatizar la captura, trazabilidad y reporting de datos sin depender de consultoras ni auditores externos.
Trabajamos para que las organizaciones puedan mapear los indicadores PAI, preparar informes alineados con los RTS, y reutilizar esos mismos datos para otros marcos como CSRD, Taxonomía UE, EINF, SBTi o ISO.
De este modo, evitamos duplicidades y simplificamos la gestión de la información ESG en toda la empresa.
Nuestra tecnología permite transformar la sostenibilidad en un activo estratégico, eliminando tareas manuales y mejorando la calidad del dato. Esto se traduce en decisiones más rápidas, procesos más eficientes y cumplimiento normativo garantizado.
Principales ventajas:
En definitiva, Dcycle no es una consultora, sino una solución para empresas que quieren gestionar su sostenibilidad con la misma precisión y eficiencia que cualquier otro proceso crítico del negocio.
GreenMetrics se centra en ofrecer una gestión de datos ESG simplificada para equipos financieros y de sostenibilidad que necesitan cumplir con la normativa SFDR sin complicaciones técnicas.
Su propuesta combina automatización de reportes, integración con sistemas internos y un control total sobre los indicadores PAI.
El software permite generar informes preconfigurados según los RTS, conectar distintas fuentes de información y mantener una trazabilidad constante de los datos. Así, los equipos pueden enfocarse en analizar los resultados y no en procesar archivos.
Principales ventajas:
Climatica es una herramienta enfocada en automatizar la recopilación y el análisis de datos ESG, ayudando a las empresas a construir informes consistentes y verificables según la SFDR.
Su arquitectura modular permite adaptar el sistema a distintos marcos de reporting, reduciendo tiempos y errores.
Con una estructura flexible, permite vincular datos financieros, operativos y ambientales para dar respuesta a las exigencias de la SFDR, sin depender de hojas de cálculo ni procesos manuales.
Principales ventajas:
SustainIQ está diseñada para equipos que buscan una visión completa de sus datos ESG y necesitan transformarlos en informes compatibles con la SFDR y otros marcos europeos.
Se centra en ofrecer una experiencia visual e intuitiva, ideal para empresas que priorizan la eficiencia en la gestión y la claridad en el reporting.
Permite automatizar cálculos complejos, conectar indicadores con objetivos internos y mantener un registro digital de todas las evidencias requeridas por los reguladores.
Principales ventajas:
ESGFlow ofrece un enfoque orientado a la gestión integral del dato ESG, conectando información procedente de múltiples departamentos en una sola plataforma.
Su prioridad es garantizar coherencia y consistencia en los reportes SFDR, reduciendo riesgos y simplificando la gobernanza del dato.
Además de cubrir las obligaciones de la SFDR, ESGFlow permite reutilizar los mismos datos en procesos como CSRD, Taxonomía UE o ISOs, evitando duplicidades y asegurando una visión única de la sostenibilidad empresarial.
Principales ventajas:
Con DataESG Pro encontramos una plataforma que centraliza y estandariza datos ESG para cumplir SFDR con rigor.
Nos permite conectar fuentes internas, validar indicadores y mantener trazabilidad completa sin recurrir a procesos manuales.
Aprovechamos plantillas alineadas con RTS para preparar precontractuales y periódicos, y mapear PAI con controles de calidad. Así reutilizamos la misma base de datos en otros marcos como CSRD y Taxonomía UE.
Principales ventajas:
Con CarbonTrack Suite cubrimos la automatización de cálculos y consolidación de indicadores críticos para SFDR.
Nos facilita armonizar factores, unidades y perímetros, reduciendo errores y tiempos de cierre.
Podemos vincular objetivos internos con métricas obligatorias y activar alertas tempranas cuando falta información. Ganamos visibilidad transversal para finanzas y sostenibilidad.
Principales ventajas:
RegFin ESG nos ayuda a operativizar SFDR con flujos guiados que simplifican PAI, RTS y documentación.
Priorizamos tareas, asignamos responsables y dejamos evidencias verificables en cada paso.
El enfoque por casos de uso nos permite reaprovechar datos para CSRD, EINF o ISOs sin duplicidades. Así mantenemos coherencia del dato a lo largo del ciclo de reporting.
Principales ventajas:
Con MetricAtlas ganamos consistencia metodológica y normalización en todo el pipeline ESG.
Podemos conectar múltiples orígenes, mapearlos a puntos de datos SFDR y detectar lagunas con rapidez.
Nos resulta útil para cruzar datos financieros y no financieros, alineando los informes con lo que requieren inversores y supervisores.
Principales ventajas:
Con Comply360 ESG estructuramos todo el ciclo de cumplimiento SFDR de principio a fin. Definimos calendarios, responsabilidades y entregables, y monitorizamos progreso y calidad en tiempo real.
La reutilización de contenido y la orquestación de evidencias nos permiten responder a revisiones internas con eficiencia y sin retrabajos.
Principales ventajas:
Escalabilidad para múltiples unidades y países.
La SFDR (Sustainable Finance Disclosure Regulation) es la norma europea que regula cómo las entidades financieras y los asesores informan sobre sostenibilidad.
En la práctica, define qué información deben publicar, dónde y con qué nivel de detalle, para garantizar transparencia frente a inversores y reguladores.
Su objetivo principal es homogeneizar la información ESG en todo el mercado financiero, permitiendo comparar productos, estrategias e impactos.
Las entidades tienen que divulgar riesgos de sostenibilidad, objetivos y principales incidencias adversas (PAI) tanto a nivel de organización como de producto.
En los últimos años, la SFDR se ha convertido en una pieza central del marco regulatorio europeo, junto con la CSRD y la Taxonomía UE. Ya no se trata solo de publicar informes, sino de demostrar trazabilidad, coherencia y calidad del dato ESG, elementos esenciales para cumplir con las exigencias de los inversores y los organismos supervisores.
En este contexto, las empresas del sector financiero necesitan procesos sólidos de gestión del dato ESG, capaces de conectar fuentes internas, normalizar métricas y preparar informes bajo las plantillas RTS.
Si los datos no están bien estructurados, el cumplimiento se vuelve lento, manual y propenso a errores.
Por eso, cada vez más organizaciones están adoptando soluciones ESG automatizadas que permiten centralizar toda la información en un único entorno y asegurar una base de datos común para SFDR, CSRD o Taxonomía, reduciendo duplicidades y facilitando la revisión interna y externa.
La SFDR aplica a todos los participantes del mercado financiero que gestionan o distribuyen productos de inversión en la Unión Europea.
Esto incluye gestores de activos, fondos, aseguradoras y asesores financieros que ofrecen productos con componentes de sostenibilidad o que simplemente deben informar sobre cómo integran estos factores en sus decisiones.
Las entidades tienen que divulgar información en tres momentos clave: antes de la contratación, en su web y en los informes periódicos.
En cada uno, deben incluir indicadores PAI, políticas de diligencia debida, objetivos de sostenibilidad y la metodología empleada para evaluar los riesgos e impactos.
Además, la SFDR diferencia entre productos según su nivel de integración de criterios ESG, lo que comúnmente se asocia con los artículos 6, 8 y 9.
Aunque no son etiquetas oficiales, se utilizan ampliamente para clasificar productos y dar al mercado una referencia clara sobre el grado de compromiso y transparencia de cada fondo o estrategia.
Cumplir con la SFDR requiere estructura de datos, automatización y trazabilidad. No basta con recopilar información: hay que garantizar consistencia entre el nivel entidad y producto, aplicar metodologías estandarizadas y tener evidencias auditables.
Desde nuestra experiencia, vemos que la digitalización del reporting ESG ya no es una opción, sino una necesidad.
Automatizar la recopilación, validación y publicación de la información SFDR reduce riesgos, mejora la calidad del dato y libera tiempo para enfocarnos en lo que realmente importa: tomar decisiones basadas en información fiable y completa.
En 2025, la SFDR forma parte de un marco regulatorio europeo totalmente interconectado. Su aplicación no puede entenderse sin la CSRD, los ESRS y la Taxonomía Europea, ya que todos estos marcos comparten datos, objetivos y estructuras de reporting.
La CSRD obliga a las empresas a recopilar y divulgar información ESG con estándares detallados, y los ESRS especifican exactamente cómo deben hacerlo.
Esa información se convierte en la base sobre la que los actores financieros construyen sus informes SFDR, especialmente al calcular los indicadores de Principales Incidencias Adversas (PAI).
Por su parte, la Taxonomía Europea define los criterios técnicos que determinan si una actividad económica contribuye a los objetivos ambientales de la UE.
La SFDR exige a los productos financieros revelar el grado de alineación de sus inversiones con la Taxonomía, lo que obliga a disponer de datos precisos y actualizados sobre la actividad de las empresas en cartera.
Estas normas no son compartimentos estancos: funcionan como un sistema único de transparencia y trazabilidad del dato ESG.
Si los datos no están bien estructurados ni conectados entre sistemas, es imposible cumplir con todos los marcos regulatorios de forma coherente. La clave está en construir una base de información común que permita reportar una vez y reutilizar los mismos datos en distintos contextos normativos.
La SFDR distingue entre tres niveles de integración ESG mediante sus artículos 6, 8 y 9.
Aunque no representan certificaciones oficiales, se han convertido en una referencia práctica para clasificar los productos financieros según su nivel de compromiso y transparencia.
Los productos del artículo 6 son los más básicos: deben declarar cómo consideran los riesgos de sostenibilidad en su proceso de inversión, aunque no persigan objetivos específicos.
Es un enfoque mínimo de cumplimiento.
Los productos del artículo 8 promueven características ambientales o sociales, siempre que las empresas en las que invierten mantengan buenas prácticas de gobernanza.
Esto requiere indicadores medibles, objetivos concretos y políticas alineadas con los principios declarados.
Los productos del artículo 9 van un paso más allá. Se centran en inversiones con un objetivo sostenible claramente definido, lo que exige demostrar con datos verificables cómo se cumple ese propósito.
Además, deben mostrar su alineación con la Taxonomía Europea y detallar los resultados alcanzados.
En todos los casos, la SFDR exige coherencia entre la información publicada a nivel de entidad y la que se comunica a nivel de producto.
sto obliga a contar con un sistema sólido de gestión del dato ESG, capaz de garantizar trazabilidad, precisión y consistencia. Sin una estructura bien diseñada, cumplir con los requisitos de los artículos 6, 8 y 9 puede convertirse en un proceso complejo, lento y expuesto a errores.
El reto para las organizaciones financieras en 2025 ya no es solo reportar por obligación, sino gestionar el dato ESG como un activo estratégico, aprovechando la regulación como una oportunidad para ganar eficiencia, credibilidad y ventaja competitiva.
Las PAI (Principales Incidencias Adversas) son los indicadores que miden los impactos negativos de las decisiones de inversión sobre factores ambientales, sociales y de gobernanza.
En otras palabras, reflejan cómo las inversiones afectan al entorno y a las personas, más allá del rendimiento financiero.
Su objetivo es ofrecer transparencia y trazabilidad sobre cómo las entidades financieras gestionan esos impactos. La SFDR obliga a las empresas a recopilar, calcular y publicar estos indicadores, tanto a nivel de entidad como de producto, siguiendo metodologías y plantillas definidas en los RTS (Regulatory Technical Standards).
Estas métricas son clave para garantizar la comparabilidad entre productos financieros y demostrar el nivel de compromiso de cada entidad con una gestión responsable del riesgo ESG.
Por eso, las PAI se han convertido en uno de los pilares técnicos más complejos de la SFDR, y su correcta implementación requiere sistemas sólidos de gestión y verificación de datos.
Entenderlas no es solo un requisito normativo.
Es también una oportunidad para estructurar correctamente la información ESG y aprovecharla en otros marcos como CSRD, Taxonomía o ESRS, evitando duplicidades y ganando eficiencia en la gobernanza del dato.
Un software diseñado para SFDR nos permite centralizar toda la información ESG de forma automática y trazable.
Podemos conectar fuentes internas, bases de datos financieras y sistemas externos para recoger los indicadores relevantes sin depender de procesos manuales.
Esto reduce errores y garantiza que los datos estén siempre actualizados y verificados, algo esencial cuando los reguladores exigen precisión y consistencia entre el nivel entidad y producto.
El sistema facilita la integración y el seguimiento de los indicadores PAI definidos por la SFDR, tanto los obligatorios como los adicionales.
Nos ayuda a normalizar la información, aplicar las fórmulas de cálculo y mantener la trazabilidad de cada dato hasta su origen.
De esta forma, tenemos una visión completa y estructurada del impacto ESG, con capacidad para demostrar coherencia y evidencias ante cualquier revisión o auditoría.
La SFDR exige divulgar información en plantillas estandarizadas según los RTS.
Con un software especializado, podemos generar automáticamente estos documentos a partir de los datos consolidados, sin duplicar tareas ni preparar informes manualmente.
Esto nos permite cumplir plazos regulatorios con precisión, mantener la coherencia entre versiones y actualizar los informes cuando cambian las metodologías o los indicadores.
Un software SFDR eficaz no trabaja de forma aislada. Está diseñado para conectarse con otros marcos regulatorios, como la Taxonomía Europea o los ESRS.
Así podemos reutilizar la misma base de datos ESG para distintos informes, garantizando consistencia entre los diferentes estándares.
Esta integración nos permite optimizar la gobernanza del dato, reduciendo esfuerzos y asegurando que toda la información publicada cumpla criterios técnicos y regulatorios.
La automatización es clave para cumplir con la SFDR de forma eficiente. Un software especializado permite automatizar el reporting, los controles de calidad y las alertas de inconsistencias.
Podemos definir flujos de validación, asignar responsables y documentar cada paso, asegurando una trazabilidad completa y una gestión proactiva de los riesgos ESG.
Esto transforma el cumplimiento normativo en un proceso continuo, dinámico y fácilmente auditable.
En conjunto, una solución tecnológica de este tipo convierte la gestión SFDR en un proceso estructurado, automatizado y escalable, donde la información ESG deja de ser una carga administrativa para convertirse en una herramienta de decisión estratégica.
Gestionar el cumplimiento de la SFDR sin una herramienta específica puede convertirse en un proceso lento, fragmentado y difícil de mantener.
Además, comprender y gestionar correctamente la huella de carbono se ha vuelto esencial dentro de las estrategias ESG. Este indicador no solo es un requisito común en distintos marcos regulatorios, sino también una métrica clave para evaluar el impacto ambiental y demostrar el compromiso real de las organizaciones con la sostenibilidad.
La norma exige coherencia entre múltiples fuentes de datos, trazabilidad completa y una estructura documental sólida. Si intentamos cubrirlo todo con hojas de cálculo o flujos manuales, el riesgo de errores y duplicidades crece de forma exponencial.
Además, la cantidad de información requerida por la SFDR —especialmente los indicadores PAI y las plantillas RTS— hace que mantener actualizados los datos y los informes sea una tarea constante. Cada actualización metodológica o cambio regulatorio implica rehacer cálculos, validar cifras y revisar formatos.
Sin un sistema automatizado, el margen de error aumenta y el tiempo de respuesta se reduce.
A esto se suma la necesidad de alinear la información entre el nivel entidad y el nivel producto, lo que implica coordinar equipos financieros, de sostenibilidad y de riesgo. Sin un entorno centralizado, los datos se dispersan y la trazabilidad se pierde, dificultando tanto la auditoría como la supervisión.
Por todo ello, abordar la SFDR sin apoyo tecnológico no solo encarece el proceso, sino que también pone en riesgo la consistencia y la calidad del reporting.
La adopción de un software especializado para SFDR permite transformar el cumplimiento regulatorio en un proceso estructurado, eficiente y fácilmente escalable.
Al centralizar la información ESG y automatizar las tareas clave, ganamos tiempo, fiabilidad y control.
Un software SFDR nos permite concentrar toda la información de fondos, carteras e indicadores ESG en un único entorno.
Esto facilita la conexión con fuentes internas, sistemas financieros o plataformas externas, evitando duplicidades y garantizando una trazabilidad total desde el origen del dato hasta el informe final.
Las plantillas RTS definen el formato exacto que deben seguir los informes.
Con un software adecuado, podemos generar automáticamente los documentos precontractuales y periódicos en base a los datos recopilados, cumpliendo con la estructura exigida por el regulador sin tener que construir los informes manualmente.
Automatizar el proceso de reporting reduce drásticamente la carga operativa y minimiza los errores humanos.
as validaciones internas, los flujos de aprobación y los controles de coherencia integrados garantizan que el reporte sea consistente y verificable, disminuyendo el riesgo de incumplimientos o sanciones.
La SFDR no se limita al cumplimiento documental, también exige coherencia entre las estrategias ESG declaradas y la información reportada.
Un software especializado permite alinear los objetivos, políticas y resultados, asegurando que las divulgaciones reflejen de forma precisa la realidad de la entidad.
Al automatizar cálculos, flujos de trabajo y actualizaciones, se consigue reducir el tiempo dedicado a tareas repetitivas y aumentar la precisión de los informes.
Esto libera recursos internos para centrarse en el análisis estratégico, en lugar de la gestión operativa del cumplimiento.
En definitiva, implantar un software para SFDR nos permite pasar de un enfoque reactivo a uno proactivo, donde la información ESG se gestiona como un activo estratégico.
La automatización y la trazabilidad no solo facilitan el cumplimiento, sino que mejoran la competitividad y la capacidad de respuesta frente a los nuevos retos regulatorios del mercado financiero.
Un buen software para SFDR no se limita a generar informes, sino que integra, estructura y automatiza toda la gestión del dato ESG.
La clave está en convertir el cumplimiento normativo en un proceso fluido, fiable y reutilizable para distintos marcos regulatorios.
El objetivo es que podamos recopilar la información una sola vez y distribuirla en todos los contextos necesarios, ya sea SFDR, CSRD, Taxonomía, EINF o ISOs.
De esa forma, reducimos errores, ganamos eficiencia y mantenemos una trazabilidad completa de principio a fin.
El software debe permitir conectar los datos ESG corporativos procedentes de los ESRS y cruzarlos con los requisitos de la Taxonomía Europea.
Esto garantiza que los indicadores financieros y no financieros se mantengan sincronizados, y que las divulgaciones bajo SFDR se basen en información coherente y verificable.
Contar con conectores automáticos evita tareas repetitivas y permite mantener una base de datos viva, siempre actualizada y alineada con las exigencias de los distintos reguladores.
Un punto esencial es la capacidad de gestionar los indicadores PAI (Principales Incidencias Adversas). El sistema debe poder mapear, calcular y monitorizar estos indicadores según los criterios técnicos definidos en los RTS.
Además, debe ofrecer alertas de calidad, históricos y trazabilidad completa para que podamos auditar cada dato y demostrar su origen en cualquier revisión o control interno.
El cumplimiento SFDR requiere reportar en formatos estandarizados definidos por la Comisión Europea.
Un software avanzado debe generar plantillas RTS automáticas y archivos XBRL, garantizando que el contenido sea directamente compatible con las plataformas de presentación oficiales.
Esto no solo simplifica la entrega, sino que asegura consistencia entre informes y evita errores de formato que puedan generar observaciones o requerimientos adicionales.
La trazabilidad no se limita al dato, también aplica al proceso.
Un buen software debe incluir flujos de trabajo con revisiones, validaciones y aprobaciones documentadas, de modo que cada paso del reporting quede registrado.
Así garantizamos una auditoría completa del proceso, lo que refuerza la confianza interna y externa en la calidad de la información ESG reportada.
La herramienta debe estar preparada para gestionar productos clasificados bajo los artículos 6, 8 y 9, adaptando los requisitos y plantillas a cada nivel de integración ESG. Esto permite mantener la coherencia entre las estrategias y las divulgaciones, evitando inconsistencias entre la documentación precontractual y los informes periódicos.
Disponer de esta flexibilidad nos ayuda a adaptarnos a los cambios normativos sin necesidad de rehacer todo el sistema de reporting desde cero.
Cuando la gestión del dato ESG está bien estructurada, el cumplimiento de la SFDR deja de ser un trámite y se convierte en una herramienta estratégica.
Tener datos fiables, trazables y comparables nos permite demostrar solidez, anticiparnos a nuevas exigencias y fortalecer la confianza de inversores, clientes y reguladores.
La automatización y la integración entre SFDR, CSRD y Taxonomía nos dan una ventaja clara frente al mercado, porque reducimos tiempos, ganamos precisión y mejoramos la capacidad de análisis.
En un entorno donde medir el impacto ESG ya no es opcional, la tecnología se convierte en el elemento decisivo para mantener la competitividad.
Y quien gestione sus datos con rigor y visión estratégica no solo cumplirá la normativa, sino que liderará el cambio hacia una gestión empresarial más eficiente y preparada para el futuro.
Adoptar un software para cumplir con la SFDR no es solo una decisión técnica, sino también una oportunidad para estructurar de forma sólida toda la información ESG de la empresa.
Prepararse bien antes de la implantación es clave para aprovechar al máximo la herramienta y garantizar un proceso de reporting fluido, coherente y trazable.
El primer paso es entender qué información tenemos y en qué estado se encuentra. Debemos identificar qué datos ESG y financieros ya recopilamos, cuáles faltan y cómo se gestionan actualmente.
Esto nos permite detectar brechas, duplicidades o inconsistencias antes de integrar la información en una plataforma tecnológica.
Contar con una visión clara del punto de partida facilita la consolidación de una base de datos unificada, capaz de alimentar todos los marcos regulatorios que necesitemos abordar más adelante.
Antes de implantar un software SFDR, necesitamos definir el alcance real del reporting. No es lo mismo preparar la divulgación a nivel de entidad que hacerlo a nivel de producto o fondo.
Además, el nivel de exigencia cambia según si se trata de un producto clasificado bajo los artículos 6, 8 o 9.
Tener este mapa claro desde el inicio nos ayuda a configurar correctamente el sistema, asignar responsabilidades y priorizar los indicadores que son realmente críticos para el cumplimiento.
No todos los softwares del mercado están preparados para gestionar los RTS de la SFDR ni para conectarse con la Taxonomía Europea.
Es fundamental elegir una herramienta que permita exportar informes en los formatos oficiales, mapear actividades económicas con criterios técnicos y mantener una relación directa con los datos corporativos ESRS.
Esto asegura que podamos reutilizar la información en distintos marcos regulatorios sin duplicar trabajo, ganando consistencia y eficiencia en cada entrega.
La automatización es lo que realmente transforma el cumplimiento de la SFDR.
Un buen software debe conectarse con nuestras fuentes internas, recoger los datos ESG y financieros en tiempo real y mantener una trazabilidad completa desde su origen hasta el informe final.
De esta forma, eliminamos tareas manuales, reducimos errores y garantizamos que cada indicador PAI o métrica de sostenibilidad esté respaldado por evidencias verificables y actualizadas.
Implementar un software SFDR no termina con la puesta en marcha. Es importante establecer ciclos de revisión y auditoría interna que aseguren la calidad del dato y la coherencia de los informes.
Planificar validaciones periódicas nos permite detectar desviaciones a tiempo, mejorar los procesos de captura y mantener la alineación con las actualizaciones regulatorias que se publiquen en el futuro.
En nuestro caso, Dcycle es una solución tecnológica diseñada para empresas que quieren gestionar la sostenibilidad con rigor y eficiencia.
No somos auditores ni consultores: somos una plataforma ESG que centraliza, normaliza y conecta toda la información necesaria para cumplir con la SFDR y cualquier otro marco regulatorio.
Nuestra tecnología permite automatizar la recopilación de datos, integrar indicadores PAI, generar informes en formatos RTS y XBRL y mantener una trazabilidad total entre CSRD, Taxonomía y SFDR.
Todo en un entorno intuitivo, escalable y preparado para adaptarse a las exigencias regulatorias del mercado.
Con Dcycle, ayudamos a que las empresas pasen de gestionar el cumplimiento a gestionarlo estratégicamente, utilizando sus datos ESG como una ventaja competitiva real. Porque medir bien no solo es cumplir, sino también posicionarse mejor y anticiparse a los retos que vienen.
La SFDR (Sustainable Finance Disclosure Regulation) es una regulación europea que busca aumentar la transparencia sobre cómo las entidades financieras gestionan los factores ESG dentro de sus decisiones de inversión.
Establece qué información deben divulgar y en qué formato, tanto a nivel de organización como de producto.
Su finalidad es que los inversores puedan comparar de forma objetiva distintos fondos o estrategias, entendiendo el grado real de integración de sostenibilidad en cada uno.
En otras palabras, la SFDR regula la forma de informar, no cómo invertir, y establece un marco común para garantizar coherencia y trazabilidad del dato ESG en todo el mercado financiero europeo.
La SFDR aplica a todos los participantes del mercado financiero y asesores que ofrecen productos de inversión dentro de la Unión Europea.
Esto incluye gestores de activos, aseguradoras, fondos de inversión y entidades que diseñen o comercialicen productos financieros.
También afecta a los productos clasificados bajo los artículos 6, 8 y 9, según su nivel de integración de criterios ESG.
Cada categoría tiene obligaciones de divulgación diferentes, lo que exige una gestión estructurada y precisa del dato para cumplir con los requisitos de cada nivel.
Los PAI (Principales Incidencias Adversas) son los indicadores que miden los impactos negativos de una inversión sobre factores ambientales, sociales y de gobernanza.
Son una parte central de la SFDR, ya que permiten evaluar cómo las inversiones afectan al entorno y a las personas.
Las entidades deben recopilar, calcular y divulgar estos indicadores periódicamente, siguiendo las metodologías definidas en los RTS (Regulatory Technical Standards).
El proceso requiere datos verificables, trazabilidad completa y consistencia entre informes, por lo que cada vez más organizaciones optan por automatizar su recopilación y validación.
La SFDR, la CSRD y la Taxonomía Europea forman parte de un mismo marco regulatorio que busca alinear la información ESG entre empresas e inversores.
La CSRD obliga a las compañías a reportar datos ESG bajo los estándares ESRS, mientras que la SFDR utiliza esa información para evaluar y divulgar los riesgos e impactos de las inversiones.
A su vez, la Taxonomía UE define los criterios técnicos que determinan qué actividades económicas pueden considerarse alineadas con los objetivos ambientales europeos.
En conjunto, estos tres marcos permiten crear un flujo de información coherente y verificable, donde los datos reportados por las empresas sirven como base para los informes que los gestores financieros deben presentar bajo la SFDR.
Un software especializado en SFDR nos permite automatizar todo el proceso de recopilación, validación y reporting de datos ESG, eliminando la dependencia de procesos manuales.
Entre sus principales ventajas destacan:
Además, facilita la coherencia entre la estrategia ESG y las divulgaciones, asegurando que lo que se comunica al mercado refleja fielmente los resultados reales.
En última instancia, implantar una solución tecnológica para SFDR convierte el cumplimiento normativo en una ventaja competitiva, al permitirnos trabajar con datos fiables, actualizados y auditables en todo momento.

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