
Cronograma de actualización de la norma ISO 14001:2026

¿Qué cambios incluye la actualización de la ISO 14001:2026?

Comparativa entre ISO 14001:2015 e ISO 14001:2026

4 desafíos durante la transición

Recomendaciones prácticas de los expertos ESG

Cómo Dcycle facilita tu transición a la ISO 14001:2026

Preguntas frecuentes (FAQs)
La próxima actualización de la ISO 14001:2026 supone una evolución importante en la forma en que las organizaciones gestionan su desempeño ambiental.
Esta nueva versión refuerza la necesidad de medir, analizar y mejorar continuamente los impactos ambientales, poniendo el foco en la estrategia empresarial, la gestión de riesgos y la toma de decisiones basada en datos.
Entre las principales novedades, la norma amplía su alcance hacia aspectos como la evaluación del ciclo de vida, la trazabilidad ambiental en la cadena de suministro y la integración de tecnologías digitales que faciliten la recopilación automática y el monitoreo en tiempo real.
También se exige una mayor transparencia en la comunicación y un compromiso más activo de la alta dirección en la gestión ambiental.
En definitiva, la actualización de la ISO 14001:2026 busca que las empresas adopten un enfoque más estratégico, responsable y eficiente en la gestión de su impacto ambiental.
A lo largo de este artículo analizaremos qué cambios introduce la nueva versión, cómo afectará a las organizaciones y qué pasos conviene seguir para prepararse con tiempo.
El proceso de actualización de la ISO 14001:2026 sigue un calendario claro que marca los hitos principales hasta su implantación definitiva.
Este cronograma permite a las organizaciones anticiparse y planificar con tiempo los ajustes necesarios en sus sistemas de gestión ambiental.
En febrero de 2025 se publicará el proyecto de la nueva ISO 14001, lo que ofrecerá una primera versión oficial del texto con los cambios propuestos.
Este borrador servirá como referencia para que las empresas comiencen a analizar su situación actual y evaluar posibles brechas respecto a los nuevos requisitos.
El lanzamiento oficial de la norma está previsto para febrero de 2026.
A partir de esta fecha, la nueva versión sustituirá progresivamente a la actual ISO 14001:2015, dando inicio al periodo de transición para las organizaciones ya certificadas.
Las empresas contarán con un plazo de tres años, entre 2026 y 2029, para adaptar sus sistemas de gestión ambiental a los nuevos requisitos.
Durante este tiempo, será clave planificar la transición de forma ordenada, realizando un diagnóstico inicial, actualizando procedimientos y capacitando a los equipos implicados.
Antes de que finalice el periodo de transición, las organizaciones deberán completar la migración y superar las auditorías correspondientes.
Cumplir dentro del plazo asegurará la continuidad de la certificación y la conformidad con los nuevos estándares internacionales, evitando interrupciones y garantizando una gestión ambiental alineada con las exigencias actuales.
La ISO 14001:2026 introduce una serie de mejoras que buscan fortalecer la forma en que las empresas gestionan su impacto ambiental y estratégico.
Esta versión amplía el enfoque, refuerza la gestión de riesgos y oportunidades y da un papel más relevante a la digitalización, la trazabilidad y el liderazgo interno.
La nueva norma amplía de forma notable el alcance de los temas a considerar dentro del sistema de gestión ambiental.
Se establece la evaluación obligatoria de riesgos y oportunidades climáticas, la integración de estrategias de conservación de la biodiversidad y la promoción de modelos basados en economía circular.
Con ello, la ISO 14001:2026 busca que las organizaciones consideren todos los impactos ambientales relevantes, incluso aquellos que afectan de forma indirecta o que son propios de pequeñas y medianas empresas.
La actualización refuerza el pensamiento basado en riesgos, con una visión más amplia y a largo plazo.
Las organizaciones deberán realizar una evaluación estructurada de los riesgos ambientales y detectar de forma anticipada oportunidades de mejora.
El sistema de gestión ambiental se convierte así en una herramienta de resiliencia estratégica, que permite anticipar escenarios y tomar decisiones informadas que fortalezcan la posición de la empresa frente a posibles cambios regulatorios o del entorno.
Otro de los grandes avances es la incorporación de un enfoque más profundo sobre la cadena de valor.
Las empresas deberán evaluar los impactos ambientales a lo largo de toda su cadena de suministro, incluyendo actividades de proveedores y socios comerciales.
Además, se introduce la obligación de aplicar criterios ambientales en la selección de proveedores y de establecer mecanismos de seguimiento y mejora continua con los diferentes actores implicados.
Esta trazabilidad refuerza la coherencia del sistema de gestión ambiental y permite medir el impacto total de las operaciones.
La nueva versión exige una comunicación más clara, verificable y accesible.
Las organizaciones deberán elaborar informes con datos confiables, en formatos comprensibles para todas las partes interesadas.
Se promueve una comunicación proactiva sobre el desempeño ambiental, alineada con marcos de referencia internacionales como la CSRD. Con ello, se mejora la credibilidad y la comparabilidad de la información reportada.
Además, las empresas deberán tener en cuenta la evolución de los informes de información no financiera.
En este sentido, el EINF sigue siendo una referencia clave para reportar de forma estructurada el desempeño ambiental, social y de gobernanza, alineando la comunicación corporativa con las exigencias de transparencia de la nueva ISO 14001:2026.
Uno de los cambios más destacados es la incorporación explícita de herramientas digitales en la gestión ambiental.
La norma reconoce el papel de las soluciones tecnológicas para recopilar automáticamente datos ambientales, monitorizar en tiempo real indicadores clave e integrar la gestión ambiental en los procesos empresariales.
Gracias a este enfoque, las empresas podrán optimizar la toma de decisiones y reducir los tiempos asociados a las auditorías y revisiones internas, obteniendo una visión más precisa y ágil de su desempeño.
La ISO 14001:2026 establece como requisito obligatorio el análisis de ciclo de vida en las operaciones.
Esto implica evaluar los impactos desde la producción hasta el final de la vida útil del producto o servicio, fomentando una mentalidad integral en la gestión de cada proceso y promoviendo la medición precisa de la huella de carbono.
Aplicar este enfoque permite identificar puntos críticos de impacto y mejorar la eficiencia en el uso de recursos, generando una visión completa del desempeño ambiental de la organización.
La norma refuerza de forma clara el papel del liderazgo interno.
Se exige una participación activa y documentada de la alta dirección, así como una rendición de cuentas formal sobre la eficacia del sistema de gestión ambiental.
Además, se hace hincapié en la asignación de recursos adecuados para alcanzar los objetivos definidos.
Este cambio busca garantizar que la sostenibilidad forme parte real de la estrategia empresarial y no quede limitada a un cumplimiento formal de requisitos.
La nueva ISO 14001:2026 no supone una ruptura con la versión anterior, sino una evolución natural que actualiza conceptos y amplía el alcance de la gestión ambiental.
Se mantiene la estructura de alto nivel, pero con un lenguaje más claro, preciso y adaptado a las necesidades actuales de las empresas.
La norma mantiene la estructura de alto nivel, lo que facilita la integración con otros sistemas de gestión, aunque introduce un lenguaje más moderno y coherente.
Este cambio busca mejorar la comprensión y la aplicación práctica de los requisitos en todo tipo de organizaciones.
La ISO 14001:2026 amplía el alcance ambiental, incorporando de forma explícita aspectos como el cambio climático, la biodiversidad y la economía circular.
Con ello, la norma deja claro que el desempeño ambiental debe evaluarse en un contexto más global y conectado con los desafíos actuales.
La gestión de riesgos pasa de una visión operativa a una evaluación estratégica a largo plazo.
Se refuerza el enfoque preventivo, promoviendo una anticipación proactiva ante escenarios futuros y una identificación más completa de oportunidades de mejora ambiental y de negocio.
La nueva versión incorpora la trazabilidad completa de los impactos indirectos.
Las empresas deberán analizar y gestionar los efectos ambientales a lo largo de toda la cadena de suministro, lo que exige mayor coordinación con proveedores y socios estratégicos.
La comunicación ambiental adquiere un papel más relevante. Se potencia la transparencia, la verificabilidad y la alineación con marcos internacionales de información no financiera.
Ahora se espera que los datos reportados sean claros, consistentes y contrastables, generando confianza entre todas las partes interesadas.
Por primera vez, la ISO 14001 reconoce de forma explícita el uso de herramientas tecnológicas.
La norma destaca la importancia de soluciones digitales para recopilar datos automáticamente, monitorizar indicadores y facilitar auditorías más eficientes. Este punto marca un cambio clave hacia una gestión basada en información precisa y en tiempo real.
El análisis del ciclo de vida pasa de ser una recomendación a convertirse en un requisito obligatorio.
Las organizaciones deberán evaluar los impactos desde la producción hasta el final de la vida útil del producto o servicio, garantizando una visión completa de sus efectos ambientales.
La nueva versión refuerza la rendición de cuentas y la participación activa de la alta dirección.
Se exige una implicación documentada y un seguimiento continuo del desempeño ambiental, asegurando que los objetivos se mantengan alineados con la estrategia global de la empresa y cuenten con los recursos necesarios para cumplirse.
En conjunto, la ISO 14001:2026 refuerza la idea de que la gestión ambiental no es solo una obligación normativa, sino una palanca estratégica de competitividad.
Las organizaciones que integren estos cambios con visión y planificación estarán mejor preparadas para afrontar los nuevos retos del mercado.
Adaptarse a la ISO 14001:2026 requerirá planificación y una visión estratégica de la gestión ambiental.
No se trata solo de actualizar documentos, sino de alinear procesos, personas y tecnología con los nuevos requisitos para garantizar una transición fluida y sin interrupciones en la certificación.
El primer paso es formar a los equipos en los nuevos requisitos y competencias que introduce la norma.
Es fundamental que todas las personas implicadas comprendan los cambios y su impacto en el día a día. Invertir en formación práctica y actualizada permitirá aplicar los nuevos criterios de forma coherente en toda la organización.
Antes de iniciar la transición, debemos realizar un análisis de brechas que nos permita comparar nuestro sistema actual con los requisitos de la nueva versión.
Este diagnóstico es clave para detectar áreas de mejora, definir prioridades y establecer un plan de acción estructurado con fases claras y responsables asignados.
La ISO 14001:2026 da un papel central a la digitalización, por lo que integrar herramientas tecnológicas será fundamental para cumplir con los nuevos estándares.
Desde Dcycle, no somos auditores ni consultores, sino una solución ESG para empresas que centraliza todos los datos ambientales, sociales y de gobernanza, automatizando su recopilación y facilitando su distribución entre distintos marcos como CSRD, SBTi o Taxonomía Europea.
Este tipo de enfoque simplifica la transición, reduce errores y garantiza la trazabilidad completa de la información, algo esencial en la nueva versión de la norma.
Otro aspecto clave será la revisión y actualización de la documentación interna.
Deberemos adaptar la política ambiental, los procedimientos operativos y los criterios de evaluación de impactos para alinearlos con los nuevos requisitos.
Mantener la documentación clara y actualizada permitirá demostrar conformidad de forma ágil y transparente durante las auditorías.
Por último, conviene planificar auditorías internas previas a la auditoría oficial de transición.
Estas revisiones ayudan a validar que los nuevos procesos funcionan correctamente y que toda la evidencia está disponible.
Además, es recomendable coordinar con los organismos certificadores con antelación para establecer los plazos y requisitos específicos de cada entidad.
Preparar la transición con tiempo no solo evita contratiempos, sino que permite convertir el proceso de actualización en una oportunidad real de mejora para reforzar la gestión ambiental y la eficiencia global de la empresa.
La actualización de la ISO 14001:2026 no solo supone una obligación para mantener la certificación, sino una oportunidad real para fortalecer la estrategia y la competitividad de la empresa.
Adaptarse con antelación permite ganar eficiencia, mejorar la gestión interna y anticiparse a las nuevas exigencias del mercado.
La nueva norma impulsa una visión más estratégica de la gestión ambiental.
Al integrar el análisis de riesgos y oportunidades a largo plazo, podemos alinear los objetivos ambientales con la planificación corporativa, convirtiendo el sistema de gestión en una herramienta que aporta valor real al negocio.
Con la ISO 14001:2026 ganamos trazabilidad y control sobre los impactos ambientales a lo largo de toda la cadena de valor.
Este enfoque permite evaluar el desempeño de proveedores, reducir riesgos operativos y fortalecer la colaboración con socios clave, mejorando la consistencia de todo el sistema productivo.
Uno de los mayores avances de esta versión es el reconocimiento formal de las tecnologías digitales como soporte de la gestión ambiental.
Automatizar la recopilación de datos, monitorizar indicadores en tiempo real y disponer de información fiable nos permite optimizar procesos y reducir el tiempo invertido en auditorías y reportes.
Desde Dcycle, no somos auditores ni consultores, sino una Solución ESG para empresas.
Ayudamos a centralizar todos los datos de sostenibilidad y distribuirlos de forma automática en distintos marcos normativos como CSRD, SBTi, Taxonomía o ISOs, facilitando la transición sin complejidad técnica ni procesos manuales.
La nueva norma exige informes ambientales más verificables y accesibles. Cumplir con este requisito mejora la calidad de la información y refuerza la confianza de clientes, inversores y administraciones.
Comunicar datos precisos y trazables se convierte en una ventaja competitiva frente a quienes aún no han digitalizado su gestión.
El papel de la alta dirección gana protagonismo. La ISO 14001:2026 exige una rendición de cuentas documentada, lo que fomenta una implicación más activa en la toma de decisiones.
Esto se traduce en mejor asignación de recursos, objetivos más claros y un seguimiento continuo del desempeño ambiental.
Cumplir con la nueva versión de la norma no es un fin en sí mismo, sino una preparación para lo que viene.
Al disponer de datos estructurados y una gestión más robusta, las empresas estarán mejor preparadas para futuras regulaciones y estándares ESG.
Además, facilita el cumplimiento de otros marcos como la CSRD o la Taxonomía Europea, generando una base sólida para cualquier obligación de reporte.
En definitiva, adaptarse a la ISO 14001:2026 no es solo una actualización técnica, sino una inversión en competitividad, control y eficiencia.
Las organizaciones que den el paso a tiempo estarán un paso por delante, gestionando mejor sus datos, sus riesgos y sus oportunidades en un entorno empresarial cada vez más exigente.
La adaptación a la ISO 14001:2026 no consiste solo en actualizar documentos o incorporar nuevas herramientas, sino en revisar de forma integral cómo gestionamos la información ambiental y los procesos asociados.
Aunque el cambio ofrece grandes beneficios, también plantea ciertos retos que debemos anticipar y gestionar de forma planificada.
El primer desafío está en entender el alcance real de la nueva versión.
La ISO 14001:2026 introduce requisitos más amplios sobre riesgos, cadena de suministro, digitalización y liderazgo.
Si no interiorizamos estos cambios desde el principio, corremos el riesgo de centrarnos únicamente en cumplir formalidades, sin integrar la norma de manera efectiva en la estrategia empresarial.
Por eso es clave involucrar a todos los niveles de la organización y comunicar con claridad qué supone la transición, cómo afecta a cada área y qué beneficios aportará en el día a día.
Otro de los grandes retos es disponer de información completa, fiable y actualizada. La norma exige una trazabilidad mucho mayor, tanto en el análisis de ciclo de vida como en la gestión de proveedores y en la comunicación de resultados.
Muchas empresas todavía dependen de hojas de cálculo o procesos manuales, lo que complica la recopilación y verificación de datos.
Aquí es donde la tecnología se convierte en un aliado.
En Dcycle, no somos auditores ni consultores, sino una Solución ESG para empresas que centraliza y automatiza toda la información ambiental, social y de gobernanza.
Gracias a ello, facilitamos el seguimiento continuo y la preparación ante cualquier auditoría o requisito normativo.
La transición a la nueva norma implica ajustar procesos, redefinir responsabilidades y capacitar a los equipos.
A menudo, la dificultad no está en el cambio técnico, sino en lograr que toda la organización adopte una mentalidad orientada a la mejora continua.
Una comunicación interna fluida, combinada con una planificación clara y una hoja de ruta compartida, es esencial para que todos los departamentos entiendan su papel en la implementación de los nuevos requisitos.
El cuarto desafío es conectar la ISO 14001:2026 con el resto de marcos de sostenibilidad.
Cada vez más organizaciones deben reportar bajo diferentes estándares como CSRD, SBTi o Taxonomía Europea, lo que puede generar duplicidades y sobrecarga si no se gestiona de forma integrada.
Para evitarlo, necesitamos una estructura de datos única que sirva para todos los casos de uso ESG.
En Dcycle, ayudamos a automatizar esa integración, permitiendo que la información se recoja una sola vez y se distribuya automáticamente en los distintos formatos y reportes.
Superar estos desafíos no solo nos permitirá cumplir con la norma, sino construir un sistema de gestión ambiental más sólido, conectado y eficiente, que aporte valor real a la estrategia de la empresa y refuerce su posición competitiva en el mercado.
La transición hacia la ISO 14001:2026 puede parecer un reto complejo, pero con una planificación adecuada y el apoyo de las herramientas correctas, es posible convertirla en un proceso ágil y bien estructurado.
A continuación, compartimos una serie de recomendaciones prácticas que ayudan a avanzar con seguridad y eficiencia.
El primer paso es entender en qué punto estamos.
Analizar el sistema de gestión ambiental vigente nos permite detectar brechas y oportunidades de mejora frente a los nuevos requisitos de la norma.
Esta evaluación inicial es la base para definir un plan realista de transición y priorizar los recursos donde más se necesitan.
Una transición efectiva requiere objetivos ambientales bien definidos y una asignación de responsabilidades precisa.
Cada área debe conocer su papel dentro del proceso, evitando duplicidades o tareas difusas.
Establecer metas medibles y plazos concretos facilita un seguimiento ordenado y coherente del avance.
La implicación de la alta dirección es esencial. La ISO 14001:2026 refuerza el liderazgo y la rendición de cuentas, por lo que es fundamental que la dirección participe activamente en la toma de decisiones y en la asignación de recursos.
Cuando el compromiso parte desde arriba, la implantación se vuelve más eficaz y el sistema gana solidez.
La nueva versión de la norma da un papel central a la digitalización y el análisis automatizado de datos.
Aquí es donde la tecnología marca la diferencia. En Dcycle, no somos auditores ni consultores, sino una Solución ESG para empresas que simplifica la recopilación y gestión de datos ambientales, sociales y de gobernanza.
Centralizamos toda la información ESG de tu organización y la distribuimos automáticamente en los distintos marcos normativos que necesites: CSRD, SBTi, Taxonomía Europea o ISO 14001, entre otros.
De esta forma, eliminamos procesos manuales, reducimos errores y facilitamos el cumplimiento normativo sin complejidad operativa.
Por último, es clave mantener un seguimiento constante del desempeño ambiental. No basta con cumplir los requisitos en el momento de la auditoría, sino que debemos adoptar una cultura de revisión y mejora permanente.
A través del análisis periódico de indicadores, podemos detectar desviaciones, anticipar riesgos y ajustar estrategias antes de que se conviertan en problemas.
Este enfoque continuo garantiza que la gestión ambiental evolucione al mismo ritmo que las exigencias del mercado y las nuevas regulaciones.
En definitiva, aplicar estas recomendaciones nos permite afrontar la transición a la ISO 14001:2026 con control, eficiencia y visión estratégica, asegurando que la gestión ambiental se consolide como una parte central de la estrategia de la empresa.
La transición hacia la ISO 14001:2026 no tiene por qué ser un proceso complejo si se aborda con planificación y una metodología clara.
A continuación, compartimos los cinco pasos esenciales para adaptarse con éxito a la nueva versión, garantizando una transición ordenada, eficiente y alineada con la estrategia de la empresa.
El punto de partida es conocer el estado real de nuestro sistema de gestión ambiental. Debemos revisar políticas, procedimientos, objetivos y resultados para identificar brechas respecto a los nuevos requisitos de la norma.
Este análisis nos permitirá priorizar las acciones necesarias y planificar la transición con una base sólida.
Además, es recomendable documentar los hallazgos y establecer un diagnóstico inicial que sirva como referencia para medir avances a lo largo del proceso.
Una vez identificadas las áreas de mejora, es fundamental establecer objetivos ambientales específicos, medibles y alcanzables.
Asignar responsables en cada fase de la transición facilita la coordinación y el seguimiento, evitando retrasos o solapamientos de tareas.
La ISO 14001:2026 refuerza el papel del liderazgo, por lo que la alta dirección debe participar activamente en la definición de estos objetivos y en la asignación de recursos para cumplirlos.
Uno de los grandes cambios de la nueva versión es el énfasis en la integración de tecnologías digitales.
Automatizar la recopilación y seguimiento de datos ambientales no solo simplifica la gestión, sino que mejora la precisión y la trazabilidad de la información.
En Dcycle, no somos auditores ni consultores, sino una Solución ESG para empresas que permite centralizar todos los datos ambientales, sociales y de gobernanza en un mismo lugar.
Con nuestra tecnología, recopilamos la información de tu empresa y la distribuimos automáticamente en los marcos que necesites: CSRD, SBTi, Taxonomía Europea o ISOs. Así garantizamos una transición fluida, sin procesos manuales ni duplicidades.
Tras definir el plan de acción, llega el momento de actualizar procedimientos y controles internos.
Esto incluye revisar la evaluación de aspectos ambientales, incorporar la gestión de riesgos a largo plazo y ampliar la trazabilidad en la cadena de suministro.
El objetivo es lograr que el sistema de gestión ambiental sea más eficiente, más medible y más alineado con la realidad operativa de la organización, asegurando el cumplimiento total de los nuevos requisitos.
El último paso consiste en verificar los resultados y medir el nivel de conformidad alcanzado. Las auditorías internas son una herramienta clave para detectar desviaciones y corregirlas antes de la evaluación oficial.
Además, debemos documentar y comunicar los avances de forma clara y verificable. Un reporte bien estructurado no solo demuestra cumplimiento, sino que refuerza la credibilidad de la empresa ante clientes, inversores y organismos reguladores.
Aplicar estos cinco pasos nos permite abordar la transición a la ISO 14001:2026 con confianza y control, transformando el cumplimiento normativo en una verdadera ventaja competitiva.
Adaptarse a la ISO 14001:2026 implica recopilar, estructurar y verificar una gran cantidad de información ambiental y de gestión.
Sabemos que este proceso puede resultar complejo, especialmente cuando los datos se encuentran dispersos en diferentes fuentes o departamentos.
En Dcycle, simplificamos todo este recorrido a través de una solución tecnológica diseñada para centralizar, automatizar y dar trazabilidad completa a tu información ESG.
No somos auditores ni consultores. Somos una Solución ESG para empresas que transforma la manera en la que recopilas, analizas y reportas tus datos de sostenibilidad.
Nuestro objetivo es que puedas cumplir con la ISO 14001:2026 de forma más ágil y eficiente, eliminando tareas manuales, errores de consolidación y duplicidades de información.
Con Dcycle, toda tu información ambiental, social y de gobernanza se integra automáticamente en un único entorno digital, lo que permite visualizar el desempeño de la organización en tiempo real y generar reportes claros, verificables y listos para auditoría.
Uno de los mayores retos durante la transición es disponer de datos actualizados, precisos y trazables.
uestra plataforma recopila la información desde diferentes fuentes —internas o externas— y la organiza automáticamente según los criterios de la ISO 14001:2026.
Esto garantiza que las mediciones ambientales estén siempre actualizadas y que los informes cumplan con los estándares exigidos.
Además, la información recopilada no se queda limitada a un solo uso.
on un mismo conjunto de datos, podrás cumplir también con marcos como la CSRD, la Taxonomía Europea o los SBTi, evitando duplicar esfuerzos y manteniendo coherencia entre todos tus reportes ESG.
Dcycle facilita la automatización de indicadores, evidencias y reportes ambientales, reduciendo significativamente el tiempo dedicado a preparar auditorías o revisiones internas.
Gracias a esta automatización, podrás monitorizar los avances hacia tus objetivos ambientales, detectar desviaciones y ajustar estrategias con rapidez.
Nuestra plataforma actúa como una fuente única de verdad ESG, lo que asegura coherencia en los datos y confianza en los resultados que presentas a organismos certificadores o partes interesadas.
Con la nueva ISO 14001:2026, los informes deberán ser verificables y transparentes. Dcycle permite generar reportes personalizados y estructurados que cumplen con los nuevos requisitos de la norma.
Estos informes se generan de manera automática, lo que reduce los tiempos de preparación y evita errores manuales en la documentación.
Al centralizar toda la información, tendrás acceso inmediato a las evidencias necesarias para auditorías internas o externas, simplificando todo el proceso de revisión y garantizando la trazabilidad de cada dato.
La transición a la ISO 14001:2026 es también una oportunidad para reforzar la estrategia de sostenibilidad y competitividad de la empresa.
Con Dcycle, convertimos la gestión ambiental en un proceso medible, automatizado y alineado con los objetivos de negocio.
Nuestra tecnología te permite ir más allá del cumplimiento, conectando la información ESG con decisiones reales que impactan en la eficiencia y la rentabilidad.
Así, la norma deja de ser una carga administrativa y se convierte en una herramienta para generar valor estratégico y demostrar resultados con datos sólidos y verificables.
La ISO 14001:2026 está prevista para su lanzamiento oficial en febrero de 2026.
A partir de esa fecha comenzará el periodo de transición de tres años, durante el cual las empresas certificadas bajo la versión anterior deberán adaptar sus sistemas de gestión ambiental a los nuevos requisitos.
La nueva versión mantiene la estructura de alto nivel, pero actualiza el lenguaje y amplía el alcance ambiental.
Incorpora de forma explícita aspectos como el cambio climático, la biodiversidad y la economía circular, además de un mayor enfoque en la gestión de riesgos a largo plazo, la trazabilidad en la cadena de suministro y la integración de tecnologías digitales.
También se refuerza la rendición de cuentas de la alta dirección y el análisis del ciclo de vida, que pasa a ser un requisito obligatorio.
Las empresas dispondrán de un periodo de transición de tres años, comprendido entre 2026 y 2029, para completar la adaptación.
Durante este tiempo será necesario planificar la migración, realizar auditorías internas y ajustar la documentación y los procesos antes de la evaluación final.
o recomendable es iniciar la preparación con antelación, evitando concentrar los cambios en el último momento.
El primer paso es evaluar el sistema de gestión ambiental actual para detectar las brechas respecto a los nuevos requisitos.
A partir de ahí, conviene definir objetivos claros, asignar responsabilidades y comenzar la actualización documental y tecnológica.
La nueva ISO 14001:2026 hace especial hincapié en la recopilación precisa de datos, la trazabilidad y la comunicación verificable, por lo que contar con herramientas que automaticen estos procesos es clave para una transición eficiente.
En Dcycle, no somos auditores ni consultores, sino una Solución ESG para empresas.
Nuestra plataforma centraliza toda tu información ambiental, social y de gobernanza, y la distribuye automáticamente en los distintos marcos normativos, incluyendo CSRD, SBTi, Taxonomía Europea o la propia ISO 14001:2026.
Gracias a esta automatización, te ayudamos a reducir el esfuerzo manual, minimizar errores y garantizar la trazabilidad completa de tus datos.
Además, facilitamos la preparación de informes y auditorías, permitiendo que la transición hacia la nueva norma sea más ágil, controlada y alineada con los objetivos estratégicos de tu empresa.

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