Estos son las 10 mejores empresas para una auditoría de sostenibilidad corporativa
Cómo Dcycle te ayuda a auditar tu sostenibilidad
Estos son las 10 mejores empresas para una auditoría de sostenibilidad corporativa en 2025:
Medir con precisión tu impacto ESG ya no es un extra, es parte del juego. Y aquí es donde entra en escena la auditoría de sostenibilidad empresarial: la forma más clara de saber dónde estás y hacia dónde deberías ir.
Cada vez más empresas están midiendo su sostenibilidad porque el mercado lo exige. Si no mides, no mejoras. Si no mejoras, te quedas atrás. Y si no tienes los datos, directamente no existes para muchos clientes, inversores o cadenas de suministro.
Esto no va de postureo verde. Va de entender bien tus números, reportar lo necesario y tomar decisiones basadas en datos reales. Regulaciones como la CSRD o los objetivos SBTi no van a esperar a que te pongas al día.
Y ojo, no hablamos solo de cumplir. Hablamos de usar esa información para optimizar costes, entrar en nuevos mercados y dejar de tomar decisiones a ciegas.
¿Por qué hacerlo, cómo empezar y qué beneficios tiene?
Vamos a verlo, paso a paso.
Dejémoslo claro, Dcycle no es una firma de auditoría ni una consultora.
Somos una solución que ayuda a las empresas a tener sus datos ESG bajo control antes de que empiece cualquier auditoría. Sin adornos, sin caos, solo claridad.
Piensa en nosotros como el trabajo previo que no sabías que necesitabas.
Centralizamos todos tus datos ESG, emisiones, diversidad, gobernanza, cadena de suministro, para que tu información sea rastreable, estructurada y siempre actualizada.
Por qué Dcycle tiene sentido antes de llamar a cualquier auditor:
En resumen: con Dcycle no improvisas.
Llegas con datos sólidos, listos para ser auditados, no solo para cumplir, sino para competir.
Persefoni es una plataforma creada para una gestión ESG con nivel de auditoría.
Está diseñada para alinearse con estándares globales como el Protocolo GHG, PCAF y marcos regulatorios como CSRD o las normas de la SEC.
Por qué está en el top 5:
Si eres una gran organización con obligaciones complejas de reporte, Persefoni tiene la capacidad.
Watershed hace más que medir: conecta los datos ESG con decisiones concretas.
Desde la recopilación de datos hasta la preparación para auditorías, está diseñada para transformar métricas de sostenibilidad en acciones reales.
Por qué las empresas confían en ella:
Si buscas una combinación de control de datos y uso estratégico, Watershed ofrece ambas cosas.
EcoVadis se especializa en auditorías de sostenibilidad en cadenas de suministro.
Proporciona tarjetas de puntuación ESG para proveedores y socios, ayudándote a completar el panorama del Alcance 3 que muchas auditorías exigen.
Por qué es clave en la preparación para auditorías:
Especialmente útil si el impacto de tus proveedores es central en tu narrativa ESG.
Envizi está diseñado para empresas que necesitan datos ESG detallados y listos para auditoría en todas sus operaciones.
Respaldado por IBM, integra información de energía, emisiones, cadena de suministro y finanzas en un flujo de datos completamente trazable.
Dónde destaca:
Ideal para empresas inmersas en la transformación digital y con estrategia ESG avanzada.
Emitwise automatiza la parte más compleja de las auditorías ESG: las emisiones de Alcance 3.
Su plataforma analiza datos de compras y actividades de proveedores para crear huellas de carbono verificadas, listas para documentación de auditoría.
Por qué funciona para preparar auditorías:
Perfecto si tus principales brechas de auditoría están aguas arriba en tu cadena de suministro.
Clarity AI te ayuda a comparar y validar tus datos ESG con respecto a estándares regulatorios y del mercado.
Incorpora inteligencia de datos al proceso de auditoría mediante análisis de brechas y comparaciones entre pares.
Por qué los auditores valoran esta herramienta:
Si quieres saber exactamente cómo se comparan tus cifras ESG y qué te falta, Clarity AI te da el diagnóstico.
Sweep es una plataforma integral para gestionar, rastrear y auditar el rendimiento ESG.
Conecta a tus equipos internos y proveedores en un mismo entorno, facilitando la recolección y verificación de datos de sostenibilidad.
Qué la hace adecuada para auditorías:
Una opción sólida para empresas que buscan escalar su gobernanza ESG y capacidad de auditoría al mismo tiempo.
Normative simplifica la presentación de emisiones gracias a una lógica de auditoría incorporada desde su diseño.
Su plataforma utiliza factores de emisión verificados y cubre Alcance 1, 2 y 3 para generar datos que los auditores pueden validar con confianza.
Por qué está pensada para auditorías:
Si quieres automatizar gran parte de la preparación y seguir cumpliendo con los requisitos de auditoría, Normative es una solución práctica.
FigBytes conecta tus objetivos ESG con los datos, informes y salidas de auditoría dentro de un único flujo de trabajo.
Es una plataforma que combina la supervisión estratégica con la operativa diaria del seguimiento ESG.
Por qué se gana un lugar en el top 10:
Para equipos que gestionan tanto la estrategia como el cumplimiento, FigBytes une ambos mundos.
Una auditoría de sostenibilidad empresarial es una revisión exhaustiva de los datos ESG de tu compañía. No es un papeleo para quedar bien, sino una herramienta que nos permite entender si estamos haciendo las cosas como toca.
¿La clave? Verificar que los datos sean fiables, completos y que respondan a lo que piden las normativas. Porque si nuestros informes no están alineados con lo que exige la CSRD, la Taxonomía o los estándares ISO, no sirven de nada.
El objetivo no es solo cumplir. Es tener el control de lo que reportamos, saber dónde estamos fallando y detectar oportunidades para hacerlo mejor. Y hacerlo con datos verificados es el primer paso.
Esto no se parece a una auditoría financiera. Aquí no revisamos números contables, sino todo lo relacionado con nuestro impacto ambiental, social y de gobernanza, es decir, nuestros criterios ESG.
Desde las emisiones y el uso de recursos, hasta la diversidad del equipo o nuestras políticas de buen gobierno.
Una auditoría ESG también va más allá del reporting. Nos da una foto clara de cómo se gestiona la sostenibilidad en el día a día. Desde la estrategia hasta los datos, pasando por cómo se recopila la información y quién toma decisiones con ella.
Hacer una auditoría ESG no es para las empresas “comprometidas”, es para las que quieren competir en serio.
Aquí no hablamos de reputación, hablamos de cumplimiento, eficiencia y acceso a mercado.
Si no cumplimos, no jugamos. Las normativas como la CSRD, la Taxonomía de la UE o las distintas ISOs no son opcionales. Nos piden datos concretos, fiables y auditables.
Una auditoría ESG nos ayuda a entender si lo que estamos reportando cumple con esos requisitos.
También a anticiparnos a lo que viene. Porque esperar al último momento para adaptarse es una mala estrategia.
Tener datos no es suficiente, tienen que ser creíbles. Si las cifras no cuadran o no se puede rastrear su origen, no sirven. Y eso puede costarnos contratos, financiación o acceso a ayudas.
Una auditoría bien hecha pone a prueba la calidad de nuestra información ESG. Revisa cómo la recogemos, quién la valida y si responde a lo que piden las normativas.
Es la base para poder automatizar procesos, ganar tiempo y evitar errores.
Clientes, inversores y administraciones quieren certezas, no promesas. Y si no podemos respaldar nuestros datos con evidencia, perdemos confianza.
Una auditoría ESG nos ayuda a comunicar con solidez. Muestra que no hablamos de intenciones, sino de resultados concretos, medibles y comparables. Esa transparencia es lo que genera credibilidad en un mercado cada vez más exigente.
La sostenibilidad ya es una palanca estratégica. Y las empresas que no se lo tomen en serio, se quedarán fuera.
Medir bien, auditar y actuar con datos reales es lo que nos permite liderar, no seguir al resto.
Pasar una auditoría ESG no es solo tachar una tarea de la lista. Es abrir la puerta a ventajas reales que impactan directamente en el negocio.
Si hacemos las cosas bien, se nota en todos los frentes: acceso a capital, reputación, decisiones y agilidad para reportar.
Cada vez más fondos y bancos piden datos ESG auditados para soltar el dinero. Ya no vale con decir que hacemos las cosas bien: hay que demostrarlo con datos verificados.
Pasar una auditoría ESG con éxito nos permite entrar en ese circuito. Y no solo eso, también mejora nuestras condiciones de financiación. Menos riesgo percibido, más confianza, más opciones.
Tener la casa en orden ESG nos posiciona mejor frente a cualquier entidad financiera.
Porque ellos también reportan, y necesitan trabajar con empresas que no les generen problemas.
No basta con contar una historia bonita, hay que tener pruebas. Una auditoría ESG superada con éxito manda un mensaje claro al mercado: sabemos lo que hacemos, y lo hacemos con rigor.
Eso nos diferencia. Mientras otros improvisan o maquillan datos, nosotros mostramos cifras auditadas, trazables y sólidas. Y eso genera confianza.
En un entorno donde todo el mundo dice lo mismo, los datos verificados nos sacan del montón.
Ya no compites solo por precio o producto, también por credibilidad.
Una auditoría bien hecha no solo valida lo que ya sabemos, también nos descubre lo que no estamos viendo. Nos ayuda a entender mejor nuestro negocio, detectar ineficiencias y encontrar palancas de mejora.
Los datos ESG no son solo para informes, son para decidir. Si están bien auditados, nos dan una base sólida para tomar decisiones reales: dónde invertir, qué cambiar, qué priorizar.
Pasar una auditoría no es el final, es el punto de partida para hacer las cosas mejor.
Con información clara y fiable, no necesitamos adivinar.
Si ya tienes los datos ordenados y auditados, todo lo demás es mucho más rápido. Desde el EINF hasta un informe para inversores o un pitch con un fondo.
Pasar una auditoría ESG con éxito significa que ya tienes el trabajo avanzado. Que puedes responder a cualquier requerimiento sin perder semanas buscando documentos o rehaciendo cálculos.
Esto no solo ahorra tiempo, también mejora nuestra imagen frente a cualquier stakeholder. Porque quien tiene los datos controlados, transmite solidez.
Depende del tamaño, sector y ubicación de tu empresa, pero cada vez hay más normativas que la exigen. La CSRD, por ejemplo, obliga a grandes empresas a reportar información ESG auditada.
También puede ser un requisito si buscas financiación, licitaciones públicas o acceso a ciertos mercados.
Así que, aunque no sea obligatorio aún para todos, lo será pronto o lo pedirá alguien con quien quieras hacer negocio.
La auditoría interna la haces tú o tu equipo, y sirve para saber en qué punto estás. Es útil para prepararte, detectar errores y ordenar tu sistema antes de exponerte.
La auditoría externa la realiza una entidad independiente que revisa y valida tus datos. Normalmente es obligatoria si estás reportando de forma oficial o buscando certificaciones.
Lo ideal es combinar ambas: una para prepararte, otra para demostrar que cumples.
Todo lo que respalde lo que estás reportando. Eso incluye fuentes de datos, metodologías de cálculo, evidencias del seguimiento de objetivos, roles y responsabilidades, y trazabilidad de cada dato ESG.
No hace falta tener un archivo infinito, pero sí que todo esté ordenado, actualizado y bien documentado.
Si alguien te pide la fuente de un dato, tienes que poder mostrarla sin drama.
Depende de lo preparados que estemos. Si tienes los datos dispersos y nadie sabe quién hace qué, te puede llevar semanas o meses solo poner orden.
Con los datos bien centralizados y validados, una auditoría puede hacerse en pocos días.
Por eso insistimos en la preparación previa: lo que tardes antes marca la diferencia después.
1. No tener claro qué normativa debes cumplir.
2. Reportar sin validar los datos.
3. Improvisar roles y procesos.
4. No guardar evidencias de lo que haces.
5. Depender de excels desactualizados o archivos sueltos.
Una auditoría ESG no es una trampa, es una oportunidad para hacer las cosas bien. Pero si llegamos sin preparación, se convierte en un problema innecesario. Mejor tener todo listo desde el principio.
Carbon footprint calculation analyzes all emissions generated throughout a product’s life cycle, including raw material extraction, production, transportation, usage, and disposal.
The most recognized methodologies are:
Digital tools like Dcycle simplify the process, providing accurate and actionable insights.
Some strategies require initial investment, but long-term benefits outweigh costs.
Investing in carbon reduction is not just an environmental action, it’s a smart business strategy.