Estos son los 10 mejores software para cumplir con la normativa SDR
Hablemos de reporting sostenible en Reino Unido: el papel de la SDR
Cómo ayuda un software SDR a cumplir con las obligaciones
Ventajas de implantar un software para SDR
Cómo prepararse para implementar un software SDR
Dcycle: la solución ESG para cualquier caso de uso
Preguntas Frecuentes (FAQs)

Estos son los 10 mejores software para cumplir con la normativa SDR en 2025:
Cumplir con la normativa SDR (Sustainability Disclosure Requirements) se ha convertido en una prioridad para las empresas que quieren mantener la confianza del mercado y evitar riesgos de greenwashing.
Contar con un software para cumplir con la normativa SDR permite estructurar los datos criterios ESG, garantizar su trazabilidad y asegurar que toda la información divulgada sea coherente, verificable y alineada con los criterios regulatorios.
Este marco regulatorio del Reino Unido exige claridad, consistencia y evidencias reales en todas las comunicaciones de sostenibilidad.
Ya no basta con promesas o compromisos generales: las compañías necesitan procesos sólidos de recopilación, control y reporting ESG, capaces de conectar métricas con resultados y demostrar con datos lo que declaran públicamente.
Las empresas que avanzan en esta dirección están transformando la sostenibilidad en una ventaja competitiva, utilizando la gestión ESG como herramienta de mejora continua, transparencia y eficiencia interna.
No adaptarse a estas nuevas exigencias implica perder visibilidad, oportunidades e incluso acceso a financiación.
A continuación, exploraremos cómo implementar un sistema fiable, qué requisitos técnicos debe cumplir y qué soluciones digitales facilitan el reporting bajo el marco SDR, para que tu organización pueda afrontar este proceso con rigor, rapidez y control.
Dcycle es una solución ESG para empresas que buscan automatizar el cumplimiento de la normativa SDR y otras obligaciones relacionadas con la gestión de sostenibilidad.
No somos auditores ni consultores; somos una plataforma SaaS que centraliza todos los datos ESG, permitiendo recopilar, validar y reportar la información con total trazabilidad y control.
Nuestro enfoque se basa en simplificar la gestión de datos y reducir al mínimo los procesos manuales.
Integramos las fuentes internas de la empresa para consolidar la información necesaria y distribuirla en los distintos casos de uso: reportes SDR, CSRD, Taxonomía, ISO o EINF.
Todo se gestiona desde un único entorno, con coherencia y precisión.
Con Dcycle, las compañías pueden realizar la doble materialidad, calcular su huella de carbono y exportar informes XBRL sin depender de hojas de cálculo ni procesos dispersos.
De esta forma, transformamos la gestión ESG en una herramienta estratégica que impulsa la competitividad y la transparencia.
Ventajas principales:
En resumen, Dcycle convierte la gestión ESG en un proceso estructurado, escalable y sin fricciones, ayudando a las empresas a cumplir con la normativa SDR con garantías y eficiencia.
Greenly destaca por ofrecer una plataforma de medición y seguimiento ESG orientada a la agilidad.
Su enfoque está pensado para empresas que buscan cumplir con la normativa SDR de forma rápida y estructurada, sin necesidad de implementar sistemas complejos.
El sistema permite recopilar y normalizar datos de sostenibilidad, facilitando la generación de reportes alineados con distintos marcos regulatorios.
Además, integra funcionalidades de monitorización de KPIs y seguimiento de planes de mejora, lo que la convierte en una herramienta útil para quienes necesitan demostrar avances tangibles.
Ventajas principales:
Futureproof es una solución cloud diseñada para estructurar la información ESG de empresas medianas, permitiendo cumplir con marcos como SDR, CSRD o ISOs sin complicaciones.
Su propuesta se centra en la simplicidad operativa y la trazabilidad del dato, ayudando a reducir errores y mantener coherencia en toda la comunicación ESG.
Cuenta con un sistema de verificación interna y control de progreso, ideal para equipos que buscan visibilidad sobre los avances en objetivos de sostenibilidad y cumplimiento regulatorio.
Ventajas principales:
StepChange ofrece una plataforma enfocada en flujos guiados de descarbonización y cumplimiento ESG, con herramientas que ayudan a preparar informes coherentes con las exigencias del marco SDR.
Su sistema facilita la recopilación de datos y la generación de planes de acción basados en resultados reales.
El objetivo es guiar al usuario en todo el proceso de reporting, desde la identificación de fuentes hasta la presentación final, reduciendo la dependencia de consultores externos y acelerando el cumplimiento.
Ventajas principales:
Persefoni se ha consolidado como una plataforma de contabilidad de carbono y reporting climático de nivel corporativo, útil para organizaciones que necesitan cumplir con la normativa SDR y alinear sus informes con otros marcos globales.
Su fortaleza está en la profundidad del análisis de datos ESG y la capacidad de conectar indicadores financieros con métricas de sostenibilidad.
Esto permite entender cómo los factores ambientales y sociales impactan en los resultados empresariales.
Ventajas principales:
En conjunto, todas estas soluciones representan distintos enfoques para afrontar el cumplimiento de la normativa SDR, adaptándose a las necesidades y el grado de madurez ESG de cada empresa.
Watershed es una plataforma de gestión ESG enfocada en la recopilación, consolidación y análisis de datos climáticos.
Su estructura permite cumplir con regulaciones como la normativa SDR, combinando medición de huella de carbono, seguimiento de objetivos basados en la iniciativa SBTi y reporting automatizado en un único entorno digital.
Ofrece un alto nivel de integración con sistemas internos, lo que facilita el flujo de información entre departamentos y garantiza coherencia entre los datos operativos y los informes regulatorios.
Ventajas principales:
Workiva se centra en la orquestación y control de informes ESG y financieros, permitiendo a las empresas consolidar toda su información en un único flujo.
Su propuesta se alinea con el cumplimiento de la normativa SDR, al ofrecer trazabilidad, control interno y auditoría sobre cada punto del proceso.
El sistema está orientado a equipos de finanzas y sostenibilidad que necesitan colaborar en tiempo real y mantener versiones únicas de los datos.
Ventajas principales:
VelocityEHS Accelerate ESG combina la gestión de sostenibilidad con módulos EHS (seguridad y salud laboral), lo que la hace especialmente útil para empresas industriales que buscan alinear sus operaciones con los requisitos de la normativa SDR.
Su enfoque integral permite consolidar indicadores ambientales, sociales y de gobernanza, ofreciendo visualizaciones dinámicas y alertas automáticas de cumplimiento.
Ventajas principales:
Cority ofrece una suite ESG enfocada en el gobierno del dato y la gestión de riesgos, diseñada para compañías que buscan integrar el cumplimiento SDR dentro de su estrategia corporativa.
Su sistema modular cubre todo el ciclo del dato: recopilación, validación, análisis y reporting.
Se distingue por su enfoque en trazabilidad y control interno, lo que facilita superar auditorías y mantener consistencia en las declaraciones de sostenibilidad.
Ventajas principales:
Emitwise es una herramienta especializada en gestión de emisiones y cadena de suministro, centrada en la medición del Scope 3 y en el cumplimiento de normativas como SDR o CSRD.
Su objetivo es dar visibilidad a las emisiones indirectas y permitir una toma de decisiones más informada.
Gracias a su motor de cálculo y trazabilidad, permite asociar emisiones a proveedores y categorías, generando informes automatizados que pueden integrarse en los reportes oficiales de sostenibilidad.
Ventajas principales:
En conjunto, estas soluciones ofrecen distintos niveles de profundidad y especialización, pero todas comparten un mismo objetivo: ayudar a las empresas a cumplir con la normativa SDR mediante la digitalización, automatización y trazabilidad de sus datos ESG.
La SDR (Sustainability Disclosure Requirements) es el nuevo marco regulatorio impulsado por la Financial Conduct Authority del Reino Unido, diseñado para ordenar cómo se comunican y etiquetan los productos de inversión con objetivos de sostenibilidad.
Su propósito es claro: evitar el greenwashing y ofrecer al inversor información fiable, comparable y verificable sobre los compromisos ESG de cada fondo o entidad.
En la práctica, la SDR obliga a las gestoras y distribuidoras a clasificar sus productos bajo criterios definidos, estableciendo etiquetas oficiales que describen de forma objetiva el tipo de estrategia sostenible que siguen.
Esto afecta directamente a cómo se nombran, promueven y reportan los productos financieros, elevando el nivel de exigencia en transparencia y trazabilidad.
Desde nuestra visión, esta normativa no solo impacta al sector financiero, sino que marca una tendencia global hacia la estandarización del reporting ESG, reforzando la necesidad de contar con sistemas sólidos de recopilación, control y análisis de datos.
Sin una base de información fiable, es imposible demostrar de forma coherente lo que se comunica al mercado.
Para nosotros, la SDR representa una oportunidad: automatizar y digitalizar la trazabilidad ESG se convierte en una ventaja competitiva.
Quienes gestionen sus datos de forma estructurada podrán adaptarse fácilmente no solo a SDR, sino también a CSRD, Taxonomía o cualquier otro marco futuro.
La implementación de la SDR se ha planificado de forma gradual entre 2024 y 2025, con distintas fases que afectan a la aplicación de etiquetas, reglas de denominación y divulgaciones.
La regla anti greenwashing ya está en vigor desde mayo de 2024, y aplica a todas las entidades reguladas por la FCA.
Esta disposición exige que todas las afirmaciones sobre sostenibilidad sean justas, claras y no engañosas, lo que implica disponer de evidencias concretas que respalden cada mensaje o indicador publicado.
A partir de julio de 2024, las gestoras con sede en Reino Unido pueden comenzar a usar voluntariamente las nuevas etiquetas oficiales de la SDR, clasificando sus fondos en cuatro categorías: Sustainability Focus, Sustainability Improvers, Sustainability Impact y Sustainability Mixed Goals.
Estas etiquetas deberán ir acompañadas de documentación detallada, métricas y objetivos medibles.
La segunda gran fase comenzó en diciembre de 2024, con la entrada en vigor de las normas sobre naming, marketing y reporting, que se extenderán a lo largo de 2025.
En este periodo, las empresas deberán adaptar sus materiales comerciales, fichas de producto e informes públicos para reflejar la nueva estructura y terminología aprobada por la FCA.
Durante 2025, la autoridad británica continuará ajustando el marco regulatorio y publicará guías adicionales para facilitar la adaptación de los fondos y distribuidores, con especial atención a la coherencia entre datos internos y lo reportado al mercado.
En resumen, la SDR se ha convertido en un estándar clave dentro del ecosistema de reporting sostenible.
Requiere precisión, trazabilidad y consistencia, y para cumplir con ella es esencial disponer de una infraestructura tecnológica que automatice la captura, validación y publicación de los datos ESG, garantizando que todo lo que se comunica está respaldado por información real y verificable.
La SDR (Sustainability Disclosure Requirements) establece cuatro etiquetas oficiales para los productos de inversión con objetivos sostenibles: Sustainability Focus, Sustainability Improvers, Sustainability Impact y Sustainability Mixed Goals.
Cada una define un tipo de estrategia y exige evidencias medibles sobre su alineación con los objetivos ESG.
Para poder utilizar una de estas etiquetas, los productos deben demostrar que al menos un 70 % de sus activos están alineados con el propósito sostenible declarado. Esto requiere un control preciso de la composición del fondo, la metodología utilizada y la trazabilidad de los datos.
En la práctica, implica disponer de procesos automatizados de seguimiento y verificación, que garanticen que los criterios se mantienen a lo largo del tiempo.
La FCA ha establecido reglas específicas sobre denominaciones y comunicación comercial, con el objetivo de evitar términos que puedan inducir a error o generar expectativas no verificables.
Un producto sin etiqueta SDR no puede incluir en su nombre palabras como “sostenible”, “verde” o “impacto”, salvo que pueda justificarlo con documentación técnica.
Estas normas obligan a las empresas a revisar sus materiales promocionales, fichas y descripciones públicas para asegurar que cada afirmación esté respaldada por datos reales y aprobaciones internas.
La coherencia entre naming, evidencia y estrategia ESG es esencial para evitar incumplimientos y sanciones.
La regulación exige dos niveles de divulgación estandarizados:
Ambos documentos deben actualizarse periódicamente y reflejar los avances o cambios en la estrategia de sostenibilidad.
Contar con plantillas versionadas, control de cambios y trazabilidad del contenido permite mantener la consistencia entre lo comunicado al consumidor y la información técnica que lo respalda.
Desde mayo de 2024, la regla anti greenwashing se aplica a todas las entidades bajo supervisión de la FCA.
Esta exige que todas las afirmaciones sobre sostenibilidad sean justas, claras y no engañosas, tanto en la documentación técnica como en la comunicación pública.
Para cumplir con este principio, las organizaciones deben mantener una relación directa entre los claims y las evidencias documentales, asegurando que cada mensaje esté trazado y verificado.
Esto evita interpretaciones erróneas y refuerza la credibilidad ante inversores y supervisores.
Un software SDR facilita la evaluación automática de la elegibilidad para cada etiqueta, calculando el porcentaje de inversiones alineadas y verificando que se cumple el umbral mínimo del 70 %.
Además, documenta las fuentes de datos y genera trazabilidad, evitando errores manuales o inconsistencias.
La herramienta permite registrar cada claim de sostenibilidad y vincularlo con su evidencia, creando flujos de revisión y aprobación interna.
De esta forma, todas las afirmaciones quedan auditables, cumpliendo con las exigencias de la regla anti greenwashing y reduciendo el riesgo reputacional.
Un software especializado puede automatizar la generación de fichas al consumidor y reportes detallados, aplicando controles de versión, validaciones internas y alertas de actualización.
Así se asegura la coherencia entre distintas versiones del mismo informe y se mantiene una trazabilidad completa del contenido.
El sistema puede monitorizar materiales de marketing y documentación corporativa, verificando que los términos empleados cumplen con las reglas de naming de la FCA. Los flujos de aprobación y las alertas de cumplimiento ayudan a detectar cualquier desviación antes de su publicación.
Una de las principales ventajas de un software SDR es su capacidad de interoperar con otros marcos regulatorios, como SFDR y CSRD.
Esto permite reutilizar los mismos datos ESG en distintos informes, eliminando duplicidades y garantizando coherencia entre jurisdicciones.
En conjunto, un software SDR aporta control, trazabilidad y eficiencia al proceso de cumplimiento.
Digitalizar la gestión del reporting permite reducir tiempos, minimizar errores y responder con rapidez a las nuevas exigencias regulatorias sin perder precisión ni consistencia.
Gestionar la normativa SDR sin una herramienta específica supone enfrentarse a un conjunto de desafíos que van mucho más allá de la elaboración de informes.
La regulación de la Financial Conduct Authority (FCA) exige trazabilidad, control de evidencias y coherencia entre lo que se comunica y lo que realmente se gestiona.
Hacerlo de forma manual o con hojas de cálculo multiplica los riesgos y ralentiza los procesos.
El primer gran reto es mantener la coherencia entre estrategia, cartera y mensajes. Cuando la información ESG se gestiona de forma dispersa, es muy fácil que los datos financieros, los objetivos de sostenibilidad y las comunicaciones comerciales no estén alineados.
Esto puede generar contradicciones o falta de consistencia entre lo que se publica y lo que la FCA exige demostrar con evidencias.
Otro problema recurrente es la dificultad para controlar el riesgo regulatorio. La SDR incluye reglas claras sobre etiquetas, naming y claims.
Sin un sistema centralizado que verifique cada punto, las empresas quedan expuestas a errores de cumplimiento, interpretaciones erróneas y posibles sanciones.
Además, el trabajo manual implica un consumo de tiempo excesivo en revisiones legales y de compliance.
Cada documento, material o comunicación debe ser revisado y aprobado por distintos equipos, algo que puede retrasar la publicación y generar cuellos de botella si no se dispone de un flujo automatizado de validaciones.
La falta de trazabilidad de las evidencias también se convierte en un obstáculo crítico. La FCA exige poder demostrar de dónde proviene cada dato y cómo se valida.
Sin un sistema que archive, enlace y versiona la información, resulta casi imposible mantener el control documental requerido.
Por último, la adaptación a los cambios normativos de la FCA supone un reto continuo. La SDR evoluciona, se actualizan las guías y cambian los criterios técnicos.
Sin un entorno digital que recoja estas actualizaciones de forma automática, las organizaciones se ven obligadas a rehacer procesos y adaptar manualmente sus informes, con el consiguiente riesgo de desalineación.
Contar con un software especializado en normativa SDR permite convertir un proceso complejo en un flujo automatizado y trazable, alineando estrategia, datos y cumplimiento en un mismo entorno.
1) Coherencia entre estrategia, cartera y mensajes
Un sistema centralizado garantiza que la información ESG, las etiquetas asignadas y los materiales públicos estén sincronizados.
Esto evita contradicciones y asegura que la narrativa de sostenibilidad sea consistente con la estructura real del producto.
2) Reducción de riesgos regulatorios y operativos
Automatizar verificaciones y validaciones permite detectar desviaciones antes de que lleguen a la FCA o al mercado.
De este modo, se reducen los errores humanos y se mantiene una trazabilidad completa del cumplimiento normativo.
3) Ahorro de tiempo en revisiones legales y de compliance
El software facilita flujos de aprobación automáticos, integrando a los equipos de legal, compliance y comunicación.
Así se acortan los plazos y se evitan retrasos derivados de revisiones duplicadas o procesos poco estructurados.
4) Trazabilidad de evidencias y auditoría
Toda la información queda registrada, versionada y vinculada a sus fuentes originales, lo que simplifica las auditorías internas y externas.
En caso de inspección o requerimiento, cada claim o indicador puede demostrarse con documentación verificable.
5) Actualización continua ante cambios de la FCA
Un entorno digital permite mantener los requisitos normativos siempre actualizados, adaptando automáticamente plantillas, ratios o etiquetas según las modificaciones regulatorias.
Esto evita rehacer procesos y garantiza que la empresa siga cumpliendo sin interrupciones.
En conjunto, implantar un software para SDR no solo asegura el cumplimiento, sino que mejora la eficiencia, la transparencia y la capacidad de respuesta.
Nos permite pasar de un enfoque reactivo a uno estratégico, donde la gestión ESG se convierte en una herramienta real de competitividad y control.
Un buen software para SDR no se limita a generar informes o cumplir con una obligación regulatoria.
Su valor real está en estructurar la gestión ESG de manera que la empresa gane control, trazabilidad y eficiencia, transformando el cumplimiento en una herramienta estratégica.
La clave está en que los datos fluyan con coherencia, estén siempre actualizados y puedan reutilizarse para distintos marcos normativos.
La evaluación de elegibilidad para las etiquetas SDR es uno de los elementos más críticos.
El sistema debe ser capaz de calcular automáticamente si un producto cumple con el umbral del 70 % de activos alineados con el objetivo sostenible declarado. Además, debe mantener un registro continuo que demuestre cómo se calcula ese ratio y cómo se actualiza a lo largo del tiempo.
Esto evita errores y facilita responder con evidencia a cualquier revisión de la FCA.
Cualquier herramienta orientada a la normativa SDR debe incluir controles internos que garanticen que todas las afirmaciones sobre sostenibilidad estén verificadas, aprobadas y archivadas.
Cada claim debe vincularse a su evidencia documental, con un flujo de revisión claro entre los equipos de ESG, compliance y comunicación.
De esta forma se cumple con la regla anti greenwashing, asegurando que lo que se comunica tiene respaldo técnico y trazabilidad total.
El software debe ofrecer plantillas configurables para los dos niveles de divulgación exigidos por la FCA: la ficha al consumidor y el pack detallado de información.
Estas plantillas deben poder versionarse, incluir comentarios, aprobarse por responsables internos y generar automáticamente los informes listos para publicación.
Contar con workflows de aprobación estructurados evita retrasos y mantiene la coherencia entre lo que se comunica y lo que se reporta oficialmente.
Un sistema robusto de reporting SDR debe poder conectarse con las fuentes internas de la organización, desde bases de datos financieras hasta indicadores ESG o registros de cartera.
Esto permite automatizar la extracción de datos, reducir tareas manuales y garantizar que los valores reportados reflejan la realidad operativa de la empresa.
Cuantos menos pasos intermedios existan, más fiable será el dato y más sencillo será mantenerlo actualizado.
En el contexto actual, la información ESG no se utiliza para un único marco. Por eso, el software debe ser interoperable con otras normativas como SFDR o CSRD, permitiendo reutilizar los mismos datos sin duplicar esfuerzos.
Además, debe incorporar una capa de gobierno del dato, con trazabilidad, roles definidos y control de calidad.
Esto asegura que los reportes sean consistentes, auditables y válidos en cualquier jurisdicción.
Cumplir con la SDR no debería verse como una carga, sino como una oportunidad para profesionalizar la gestión ESG y ganar ventaja frente a la competencia.
Cuando los datos están bien estructurados y automatizados, podemos responder más rápido a las exigencias regulatorias y demostrar con evidencia lo que comunicamos al mercado.
La trazabilidad, la consistencia y la interoperabilidad de los datos se están convirtiendo en factores clave de competitividad.
Una empresa que mide, gestiona y reporta de forma estructurada no solo cumple con la FCA, sino que también fortalece su reputación y capacidad para atraer inversión, socios y clientes.
Un buen software para SDR nos permite pasar de una visión reactiva a una gestión estratégica: controlar el dato, anticipar los cambios normativos y consolidar la sostenibilidad como una palanca real de crecimiento y eficiencia empresarial.
Adoptar un software para la normativa SDR no consiste únicamente en instalar una herramienta, sino en alinear estrategia, procesos y datos ESG dentro de un marco estructurado y trazable.
El objetivo es lograr que la tecnología trabaje a favor de la empresa, reduciendo la carga manual y asegurando que todo lo que comunicamos esté respaldado por información real.
El primer paso es analizar el catálogo de productos y su relación con los objetivos ESG de la empresa.
Debemos identificar qué productos pueden optar a una etiqueta SDR y cómo se conectan con la estrategia de sostenibilidad corporativa. Este ejercicio nos permite establecer una base sólida de alineación entre negocio y criterios regulatorios, evitando inconsistencias futuras.
Es importante tener claro qué datos financieros, ambientales o sociales se necesitan recopilar, y desde qué fuentes internas o externas se obtendrán. Cuanto más clara sea la estructura del dato, más sencillo será integrarlo en el software y automatizar el seguimiento.
La elección de la etiqueta SDR adecuada debe basarse en evidencias objetivas, no en aspiraciones comunicativas.
Antes de asignar una categoría, conviene realizar un test de elegibilidad para verificar que se cumple con el umbral mínimo del 70 % de activos alineados con el objetivo declarado.
Un software SDR facilita este análisis de forma automática, calculando los ratios de cumplimiento y documentando las justificaciones.
De esta forma, podemos mantener la coherencia entre estrategia, cartera y mensaje, minimizando riesgos regulatorios.
Una parte clave de la preparación consiste en definir cómo se van a revisar y aprobar los claims o mensajes de sostenibilidad.
Cada afirmación debe contar con su evidencia asociada y un proceso de validación interno.
Implantar flujos de revisión estructurados y trazables permite mantener el control sobre los materiales de marketing, informes y fichas de producto.
Así, evitamos contradicciones y cumplimos con la regla anti greenwashing, que exige precisión y coherencia en todas las comunicaciones.
El cumplimiento de la SDR implica generar y mantener actualizadas dos tipologías de documentos: la ficha al consumidor y el pack de divulgación detallado.
Un software bien implantado debe automatizar estas plantillas, permitiendo su versionado, aprobación y publicación desde un único entorno.
De igual forma, debemos diseñar controles internos que garanticen la trazabilidad del dato, desde su origen hasta el informe final.
Esto reduce errores manuales, acelera la revisión de compliance y aporta seguridad ante auditorías o verificaciones de la FCA.
La SDR es una normativa viva, con ajustes y guías interpretativas en constante evolución.
Para mantener el cumplimiento, es esencial planificar revisiones periódicas y asegurarnos de que los equipos implicados estén formados en las actualizaciones más recientes.
Un enfoque eficaz combina automatización y capacitación interna: el software se encarga de adaptar plantillas y cálculos, mientras los equipos adquieren los conocimientos necesarios para gestionar la información ESG con criterio y responsabilidad.
Prepararse correctamente para implementar un software SDR significa estructurar la información ESG como un activo estratégico, no como una tarea administrativa.
Cuanto antes consolidemos el control del dato, más fácil será adaptarse a futuras normativas y aprovechar la sostenibilidad como una auténtica ventaja competitiva.
En un contexto en el que la normativa se multiplica y los plazos se acortan, Dcycle nace como una solución ESG pensada para cualquier caso de uso, desde el reporting SDR hasta la CSRD, pasando por SFDR, Taxonomía o ISOs.
No somos auditores ni consultores: somos una plataforma SaaS diseñada para automatizar la recopilación, normalización y distribución de los datos ESG que tu empresa ya genera, conectándolos con todos los marcos normativos y exigencias regulatorias sin esfuerzo manual.
Con Dcycle centralizamos toda la información ESG en un único entorno.
Recopilamos los datos desde distintas fuentes internas, los normalizamos para garantizar su coherencia y los distribuimos automáticamente hacia los distintos casos de uso: informes SDR, plantillas CSRD o divulgaciones SFDR.
Esto nos permite mantener la consistencia del dato y reducir drásticamente el trabajo administrativo, asegurando que cada cifra y cada métrica estén listas para auditoría.
Nuestra plataforma permite orquestar todo el ciclo de evidencias y aprobaciones, desde la generación de un claim hasta su validación final.
Cada comunicación o dato reportado queda vinculado a su evidencia documental, con un registro completo de revisiones, versiones y aprobaciones.
De esta forma, garantizamos trazabilidad total y eliminamos los riesgos asociados a la regla anti greenwashing, que exige coherencia y respaldo documental en cada mensaje.
El sistema incluye plantillas configurables para reportes SDR y CSRD, con controles automáticos de naming y marketing.
Esto significa que cada término, etiqueta o mensaje se valida antes de su publicación, manteniendo una coherencia interna entre la estrategia del producto y la narrativa ESG de la empresa.
Además, el flujo de aprobación asegura que ningún documento se publique sin la validación de los responsables correspondientes.
Dcycle se conecta directamente con tus sistemas financieros y operativos para evaluar de forma automática la elegibilidad del 70 % de activos exigida por la normativa SDR.
El cálculo se realiza con trazabilidad completa y queda documentado para revisiones futuras.
Esto permite ahorrar tiempo, evitar errores y asegurar la consistencia entre estrategia, cartera y objetivos ESG, sin depender de hojas de cálculo ni procesos manuales.
Todo el sistema se apoya en un modelo sólido de gobierno del dato, que garantiza control, seguridad y trazabilidad en cada punto del flujo ESG.
Cada indicador puede rastrearse hasta su origen, cada aprobación queda registrada y cada cambio se documenta.
Así conseguimos una auditoría completa de extremo a extremo, lista para responder ante cualquier revisión regulatoria o interna.
Con Dcycle, transformamos el cumplimiento en una ventaja.
Automatizamos la gestión ESG, reducimos la carga operativa y mejoramos la calidad del dato, ayudando a las empresas a convertir la sostenibilidad en una verdadera palanca estratégica.
Porque medir, controlar y reportar con precisión no es solo cumplir: es avanzar con más información, más solidez y más competitividad.
La SDR (Sustainability Disclosure Requirements) es el marco regulatorio del Reino Unido que ordena cómo deben etiquetarse, nombrarse y comunicarse los productos financieros con objetivos de sostenibilidad.
Su finalidad es garantizar transparencia y evitar el greenwashing, estableciendo un sistema de etiquetas oficiales, reglas de naming y obligaciones de divulgación.
Aplica principalmente a gestores y distribuidores de productos de inversión comercializados en Reino Unido, aunque sus efectos se extienden a las empresas que proporcionan datos ESG a estos fondos.
Cualquier organización que quiera demostrar trazabilidad y consistencia en sus indicadores ESG debe tener en cuenta los requisitos SDR si trabaja con inversores británicos o cotiza en el mercado del Reino Unido.
La regla anti greenwashing está activa desde mayo de 2024 y afecta a todas las entidades reguladas por la FCA.
Exige que todas las afirmaciones sobre sostenibilidad sean justas, claras y verificables, tanto en informes como en materiales de marketing.
Las etiquetas SDR —Sustainability Focus, Improvers, Impact y Mixed Goals— pueden utilizarse desde julio de 2024, de forma voluntaria para las gestoras británicas.
Las reglas de naming y divulgación obligatoria comenzaron a aplicarse en diciembre de 2024, y su implantación progresiva continuará durante 2025, con ajustes según las guías interpretativas publicadas por la FCA.
La FCA exige que los productos con etiqueta SDR mantengan al menos un 70 % de sus activos invertidos en línea con el objetivo sostenible declarado.
Esto implica realizar un análisis de elegibilidad y trazabilidad de los activos, verificando que cumplen los criterios establecidos por la etiqueta correspondiente.
Un software especializado permite calcular automáticamente ese ratio, actualizándolo en tiempo real conforme cambian las posiciones o los datos ESG asociados.
Este control continuo garantiza la coherencia entre la estrategia, la cartera y la comunicación externa, evitando riesgos de incumplimiento.
La SDR exige dos niveles de documentación:
Ambos deben mantenerse actualizados y versionados, garantizando que cualquier cambio en la composición, estrategia o resultados quede reflejado.
Contar con plantillas automatizadas y flujos de aprobación ayuda a asegurar que todas las versiones estén alineadas con la información real y aprobadas internamente antes de su publicación.
El enfoque más eficiente es trabajar sobre una única base de datos ESG, centralizada y normalizada.
Esto permite que la información utilizada para el reporting SDR pueda reutilizarse en los marcos SFDR y CSRD, evitando duplicidades y manteniendo la coherencia entre jurisdicciones.
Cuando los datos están correctamente estructurados y trazados, podemos adaptar el reporting a distintos formatos regulatorios sin rehacer procesos, garantizando consistencia en indicadores, metodologías y evidencias.
De esta manera, cumplir con la SDR deja de ser una tarea aislada y se convierte en parte de una estrategia global de gestión ESG, mucho más eficiente y competitiva.
El cálculo de la huella de carbono analiza todas las emisiones generadas a lo largo del ciclo de vida de un producto, incluyendo la extracción de materias primas, la producción, el transporte, el uso y la disposición.
Las metodologías más reconocidas son:.
The most recognized methodologies are:
Algunas estrategias requieren una inversión inicial, pero los beneficios a largo plazo superan los costos.